De la jugada maestra al jaque mate: auge y caída del ajedrez en las aulas andaluzas

Andalucía fue una vez el epicentro del ajedrez mundial. Hace ya 27 años del campeonato que enfrentó a Garri Kasparov y Anatoli Karpov en el teatro Lope de Vega de Sevilla. El primero ganó el torneo después de dos meses de partidas ajustadas que todavía resuenan entre los aficionados en la capital hispalense y que, con toda probabilidad, se recordó en algunas de las sesiones del programa aulaDjaque. Así se llamaba la iniciativa que hizo posible la entrada de los tableros de cuadros blancos y negros en las aulas de la enseñanza pública andaluza y que llegó, en el curso 2022-2023 a 180.000 alumnos de 754 centros educativos de toda la comunidad. En el ejercicio recién terminado, el programa fue sustituido por otro distinto en lo que los impulsores de aulaDjaque han calificado como un "ajedricidio en toda regla".

La frase es de Manuel Azuaga, que fue coordinador del programa en los seis años en los que estuvo funcionando en los colegios andaluces. "El objetivo era introducir el ajedrez no sólo como un juego, sino como una herramienta transversal, integradora e interdisciplinar", cuenta este malagueño, que se involucró en el plan junto con docentes expertos en la materia aunados en un equipo de coordinación pedagógica. Ellos eran los responsables de elaborar los materiales didácticos, cursos de formación, talleres, actuaciones directas en los centros y jornadas a nivel provincial, aunque cada colegio elaboraba su propio proyecto relacionado con el ajedrez con el asesoramiento de estos especialistas.

La Federación Internacional de Ajedrez (FIDE, por sus siglas en francés) reconoció el plan ideado por la Consejería de Educación del último Gobierno de Susana Díaz, pero que siguió adelante cuando PP y Ciudadanos llegaron a San Telmo con Javier Imbroda como titular del ramo. Su sucesora, Patricia del Pozo, ya con los populares en mayoría absoluta vivió el máximo alcance del programa en el curso 2022-2023, pero ya en el 2023-24 su departamento decidió dar un golpe de timón "de golpe y porrazo y sin mediar palabra". "AulaDjaque no ha tenido nunca un sesgo partidista", asegura Azuaga, que muestra su falta de entendimiento por la decisión de la ya exconsejera de Educación, ya que Juanma Moreno decidió enviarla al departamento de Cultura y Deporte en la crisis de Gobierno que activó a finales de julio.

En el departamento dirigido hasta hace unas semanas por Del Pozo rechazan que el ajedrez haya desaparecido de la enseñanza pública andaluza a pesar de la suspensión de aulaDjaque. El juego de origen asiático forma parte del Programa para la Innovación y la Mejora del Aprendizaje (CIMA), la herramienta ideada por la Consejería de Desarrollo Educativo para las iniciativas relacionadas con la innnovación en enseñanza. Dentro del apartado STEAM, dedicado el acrónimo anglosajón que une a la ciencia, la tecnología, la ingeniería, el arte y las matemáticas, la Junta ofreció en el pasado curso una línea de actuación denominada "Ajedrez en el aula. Pensamiento computacional desenchufado".

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Educación tiene previsto publicar en septiembre un dossier con "toda la información" relacionada con este plan y que incluye los recursos didácticos, las formaciones y la posibilidad de armar un campeonato de ajedrez entre los centros que se adhieran. El ajedrez también forma parte del plan de Impulso de Razonamiento Matemático, pero fuentes del departamento que ahora lidera Carmen Castillo aseguran que "se visibilizará con personalidad propia". Además, estas fuentes aseguran que la presencia del ajedrez en las aulas andaluzas "ha alcanzado sus mejores cómputos" con el actual Ejecutivo, que organizó el I Congreso de Ajedrez Educativo y Buenas Prácticas el pasado mes de mayo.

En la Junta sí admitenque todos los programas de innovación educativa se han reorganizado y aseguran que los recursos se han incrementado, pero entre las personas involucradas en aulaDjaque desconfían. "Le cambiaron el nombre y, en la práctica, lo diluyeron", apunta Manuel Azuaga, que asegura que el cambio de modelo se hizo "sin previo aviso". Además, asegura que los docentes que optaron por la nueva fórmula se sintieron "estafados". "No se ofreció nada, ni materiales, ni acompañamiento ni red", se queja el coordinador regional de aulaDjaque, que habla de "tomadura de pelo" y asegura que cuando se puso en contacto con la Junta para pedir explicaciones por las decisiones sobre el ajedrez "ni siquiera hubo respuesta".

"Pasamos del abrazo institucional y del aplauso, al silencio y al desprecio", lamenta Azuaga, que afirma que la Dirección General de Tecnologías Avanzadas y Transformación Educativa cortó la comunicación con los responsables de aulaDjaque. El origen de este plan hay que buscarlo en la aprobación de una proposición no de ley en la Comisión de Educación y Deporte del Congreso. En febrero de 2015 se aprobó por unanimidad una iniciativa para instar al Gobierno a implementar el ajedrez en las escuelas y su promoción como deporte. Las comunidades autónomas, que tienen las competencias en educación, recogieron el guante y además de en Andalucía hay propuestas similares en Cataluña, Canarias y Aragón, entre otros territorios. En Andalucía se diseñó un modelo "multidisciplinar con alcance real en las aulas", por lo que se lo consideró "un programa único en el mundo", relata Azuaga.

Según explica el responsable del extinto programa, en estos años el alumnado se acercó al ajedrez "como un juego". "Es el carácter lúdico el que ayuda a establecer un vínculo, una relación de igualdad tutorizada entre el docente y el aula", expresa Manuel Azuaga, que señala beneficios del ajedrez como el ejercicio de la memoria, la concentración o la toma de decisiones. Y desde el punto de vista emocional "ayuda a reconocer los errores y a llevar la iniciativa cuando es preciso", entre otras ventajas. "Además ha sido puente entre diferentes civilizaciones", destaca. Y así queda demostrado en una leyenda relacionada con el ajedrez en Andalucía, que cuenta que Abenamar (o Ibn Amar) evitó la conquista cristiana de Sevilla en el siglo XI, bajo el reinado del mítico Al-Mutamid, al ganarle una partida a Alfonso VI y disuadirlo de atacar la capital andaluza.