Un incremento de casos graves contra menores dispara la urgencia de familias de acogida

"La semana pasada fueron cinco niños en un mismo día; antes, tres hermanos, y después, dos más; un recién nacido; una niña de ocho años… Y todos afectados por circunstancias tremendas, muy complicadas… Necesitamos familias de acogida". Quien lanza esta llamadacasi de auxilio es Paqui Montiel, trabajadora social en la fundación Hogar Abierto, que explica que se ha producido un incremento de casos de retirada de custodias, abandonos y episodios de maltrato que están tensionando las capacidades asistenciales.

Solo en Málaga, actualmente, "se necesitan 30 familias de acogida", recalca Montiel, que explica que "la atención inmediata, de urgencia, es lo más necesario". Sobre todo, porque la mayoría de estos menores han sufrido "la dejadez absoluta, abandono, falta de cuidados mínimos y básicos", y proporcionarles un entorno de cariño y afecto es fundamental.

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"Todos los niños menores de siete años, por ahora, están con familias de acogida, pero algunos con mayor edad, a los que no hemos podido encontrar una alternativa, han ido directamente a centros", relata, para incidir en la importancia de la acogida temprana. "Si el menor entra en acogimiento desde el principio, es más fácil que después continúe bajo esta fórmula", que en su opinión es mucho más beneficiosa para su desarrollo. "Pequeños que llegan con una falta de estimulación atroz, a las dos semanas experimentan un cambio brutal", destaca.

Montiel profundiza en los beneficios del acogimiento y afirma que la mejora es el resultado de la "estimulación que reciben en una familia estable y que les da cariño". "Se les nota en la mirada", incide la trabajadora social, que cuenta que "los niños de ocho, nueve o 10 años son más conscientes de lo que han sufrido, y por ello, en la mayoría de las ocasiones, son más agradecidos y valoran el amor que reciben de sus padres de acogida".

El objetivo es encontrar a las personas que mejor encajen con las necesidades de cada menor

La fundación pide a las personas interesadas en el acogimiento que den un paso adelante y recuerda que está abierto a "cualquier modelo de familia". "Siempre que cumpla unos requisitos y pase un proceso de formación y valoración", que tiene por objetivo "garantizar que los niños van a un entorno saludable y afectuoso".

Este procedimiento dura al menos un mes y, una vez completado y aprobada la idoneidad de la familia, la Junta de Andalucía abona una prestación por los cuidados que varía dependiendo del acogimiento, sea de urgencia, temporal o permanente.

Como un puzle

"El boca a boca funciona, y hay personas que se están interesando, pero la necesidad crece y necesitamos a más familias", añade Paqui Montiel, que anima también a acoger a niños de más edad y a hermanos. Para evitar que sean separados y puedan permanecer juntos, aunque en caso de no ser posible, se intenta que residan en casas que estén relativamente cerca para que se mantenga el contacto.

Hogar Abierto recuerda que las familias deseosas de ayudar a estos pequeños pueden encontrar distintas formas de contacto a través de su página web y que les explicarán todo el proceso para el acogimiento.

Opinión

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El llamamiento hecho por la fundación no es nuevo. A finales del pasado año, se vivió un pico de retiradas, entregas y abandonos de niños que también tensó el servicio. Una de sus coordinadoras, Ángeles Ramos, precisó que hay que encontrar un entorno adecuado para cada pequeño, por lo que se pueden generar situaciones en las que haya familias interesadas en acogerlo, pero sus circunstancias personales o profesionales no son las idóneas para sus características y circunstancias.

Por ejemplo, en los casos especiales, o en los de urgencia, que tienen como protagonistas a niños que sufren una parálisis cerebral, que han podido ser víctimas de maltrato o abusos o padecer malnutrición o síndrome de abstinencia por la toxicomanía de la madre, se busca un perfil de padres de acogida capaces de ayudar en la evolución física y emocional. "Profesionales del ámbito sanitario, trabajadores sociales, psicólogos, maestros…" que sepan abordar sus necesidades. "Gente preparada para aceptar lo que le llegue, un pequeño que ha visto lo que nosotros, con nuestra edad, no hemos llegado a ver".

Este hecho, no obstante, no debe desanimar a aquellas personas que quieran ayudar a estos menores, porque el objetivo es encontrar a las personas que mejor encajen con cada uno. Como la ficha de un puzle.