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Las ‘petacas’ rellenas de pólvora negra con la que los policías ful reventaban cajeros
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EXTRAÍAN LA SUSTANCIA DE FUEGOS ARTIFICIALES

Las ‘petacas’ rellenas de pólvora negra con la que los policías ful reventaban cajeros

El caso en torno a los peligrosos ladrones de terminales bancarias que operaban por todo el país, y que también secuestraban a empresarios asiáticos, fingiendo ser agentes, concluye con 14 detenidos y 15 robos resueltos. Se hicieron con 600.000 euros

Foto: Detención de uno de los investigados en la operación.
Detención de uno de los investigados en la operación.

El trabajo era casi artesanal. El experto manipulaba los productos pirotécnicos hasta extraer toda la pólvora negra y con ella confeccionaba el artefacto con el que después harían saltar por los aires el cajero. Lo llamaban la petaca. Y consistía en una cápsula metálica donde iba prensada la sustancia explosiva. Era el modus operandi de la peligrosa multibanda que entre junio de 2022 y abril de este año supuestamente ha perpetrado 15 graves delitos por todo el país y que también secuestraba a empresarios asiáticos para robarles, como adelantó El Confidencial.

La investigación, desarrollada por la Policía Nacional, la Guardia Civil y los Mossos d’Esquadra, se ha saldado con un total de 14 detenidos, entre los que se encuentra un individuo conocido como Javilu, natural del barrio malagueño de La Palmilla y uno de los alumnos de Warner Rossi, el introductor en España del robo de cajeros automático con explosivos.

Los arrestados, con amplios historiales delictivos, formaban dos grupos organizados asentados en Madrid y Málaga y conectados entre sí para actuar en distintas comunidades autónomas. Se les imputan, entre otros, delitos por supuesta pertenencia a organización criminal, robo con fuerza, tenencia de armas o detención ilegal.

Foto: Fotogramas de una cámara de seguridad del momento de un robo. (EC)

La investigación se inició el 8 agosto de 2022 tras de dos robos con explosivos cometidos en la capital malagueña en los que sustrajeron más de 82.000 euros. Los autores reventaron dos sucursales de Bankinter con tan sólo 15 minutos de diferencia, a pesar de que estaban situadas en dos puntos alejados de la ciudad. El primer golpe se realizó en una entidad ubicada en la zona de La Malagueta a las 6:10; mientras que el tuvo como escenario a la calle Kandinsky, donde la explosión despertó a los vecinos a las 6:25.

Las pesquisas “acreditarían que la misma banda era responsable de un tercer asalto, realizado en octubre en Valencia, en el que sustrajeron 40.000 euros”, señalaron los citados cuerpos, que añadieron que, a mediados del pasado mes de febrero, varios de los investigados llevaron a cabo un robo en grado de tentativa con explosivos en una entidad bancaria de Pinto de la que no lograron sustraer dinero.

La labor policial permitió identificar a otros miembros del entramado y constaron que estaban afincados en Madrid y Málaga. Entre ellos se encontraba la persona encargada de fabricar los artefactos explosivos, elaborados con pólvora negra procedente de petardos y otros artefactos pirotécnicos que era prensada en una cápsula metálica a la que denominaban petaca. “La preparación del artefacto explosivo, como su manipulación y posterior estallido, entrañaban un gran riesgo para las personas, además de los graves destrozos que provocan en los cajeros”, precisaron las citadas fuentes, que destacaron la peligrosidad de la banda.

Los dos grupos criminales se intercambiaban ladrones para actuar, principalmente, en Málaga, Madrid y Barcelona

Los agentes detectaron otra red delictiva cuyos miembros —con base en la capital del país— también cometían robos en cajeros automáticos utilizando explosivos. Éste actuaba de forma similar y era suministrado por el mismo proveedor de explosivos caseros de la otra banda. A sus integrantes se les considera presuntos responsables de siete ataques a terminales bancarios cometidos a lo largo del año pasado en Barcelona, Madrid, Alcalá de Henares y Alcobendas. Se estima que se hicieron con aproximadamente 550.000 euros.

‘Amarres’ a empresarios

Los investigados evolucionaron la técnica en el robo de cajeros —empleando medios y equipamientos especiales— y extremaban las medidas de seguridad antes, durante y después de la ejecución de los robos. Circunstancia que dificultaba todavía más su esclarecimiento.

Utilizaban vehículos de gran potencia previamente sustraídos que, una vez consumado el delito, y lejos del lugar del mismo, les prendían fuego para no dejar vestigios. Para desplazarse después usaban otros turismos robados que habían ocultado.

Cuando iba a entrar en acción, los ladrones apagaban sus teléfonos móviles y se desprendían de las ropas que empleaban para que no se pudiesen utilizar para identificarles o vincularles con los robos a través de las grabaciones de las cámaras de seguridad.

Gracias a la colaboración de los tres cuerpos policiales, los agentes detectaron un intercambio de miembros entre ambos grupos criminales y, comprobaron que su actividad delictiva no consistía únicamente en el robo a entidades bancarias mediante el uso de explosivos, sino que algunos de ellos habían participado en dos hechos delictivos de carácter violento ocurridos en Málaga.

Como informó este periódico, el primero de ellos tuvo lugar a principios del pasado mes de marzo en el municipio malagueño de Vélez-Málaga, a las puertas del domicilio de la víctima, un empresario chino. Los investigados utilizaron vehículos que habían sustraído previamente y se hicieron pasar por policías —armados con pistolas y exhibiendo chalecos y placas policiales— para introducirla a la fuerza en uno de ellos, maniatándola con bridas y la trasladándola a un descampado. Allí la golpearon, al tiempo que le reclamaron la ubicación del lugar de su domicilio en el que tenía guardado el dinero, y le sustrajeron su documentación, 1.270 euros y llaves de su vivienda, de su local de trabajo y de su coche. El comerciante fue liberado posteriormente y los turismos empleados por los asaltantes se hallaron calcinados ese mismo día.

Foto:  Así quedó uno de los cajeros reventados por la banda con explosivo TATP.

A mediados de abril, los arrestados perpetraron otro amarre, como se conoce esta modalidad delictiva, en un polígono industrial de la capital malagueña. Como en el caso anterior, disponían de informaciones privilegiadas y utilizaron dos vehículos sustraídos con las placas de matrícula dobladas. Tras vigilar a la víctima, decidieron asaltarla cuando iba conduciendo y portaba en el interior del vehículo 30.000 euros en efectivo y un pagaré de 3.430 euros. Le cerraron el paso por delante y por detrás con los coches, rompieron los cristales de su turismo y lo sacaron por la fuerza para robárselo con el dinero en su interior.

El modus operandi utilizado constata la ejecución de los robos en tres fases. La primera consistía en seleccionar a los objetivos y para ello disponían de datos concretos sobre su capacidad económica o posible relación con negocios ilícitos, tales como el tráfico de drogas o la tenencia de importantes cantidades de dinero de difícil justificación.

La segunda fase se basaba en vigilar a las víctimas potenciales para conocer sus rutinas y movimientos. Esto conlleva un alto grado de profesionalidad e infraestructura, así como el uso de técnicas y medios especiales como cámaras de vigilancia o balizas GPS.

Los delincuentes hacían seguimientos previos de las personas a las que iban a asaltar para conocer su potencial económico

La ejecución del robo conformaba la tercera y última fase. En función del objetivo, sería un robo con fuerza y agresividad; y en otros casos, simulaban ser agentes. Para ello utilizaban técnicas, medios y equipamientos policiales y, si era preciso, retenían ilegalmente a sus víctimas y empleaban una violencia extrema.

Única fuente de ingresos

La operación Mozarella se llevó a cabo a finales de abril y finalizó con la detención de 14 de los investigados. Uno de los ladrones logró escapar al detectar el dispositivo policial. A los arrestados se les imputa la presunta comisión de los delitos de pertenencia a grupo criminal, robo con fuerza, robo de con violencia, robo de vehículos, detención ilegal, lesiones, usurpación de funciones públicas, tenencia ilícita de armas y falsedad documental.

Durante el operativo se llevaron a cabo 23 registros simultáneos en las provincias de Málaga —4—, Toledo —3— y Madrid —16—. En ellos se intervinieron gran cantidad de billetes impregnados de tintas de seguridad de los bancos, numerosas armas de fuego y munición, balizas GPS, material de cerrajería para apertura de puertas, inhibidores de alarmas, material y ropa de Policía Nacional y Guardia Civil, dinero en efectivo, siete vehículos, ocho relojes de lujo y placas de matrícula falsas, entre otros efectos. También se desmanteló una plantación de marihuana y se incautaron 112 plantas.

placeholder Arsenal de armas intervenido a los detenidos.
Arsenal de armas intervenido a los detenidos.

Las pesquisas han acreditado que los hechos delictivos descritos conformaban la única fuente de ingresos de los arrestados. La dificultad de la investigación radicó en que éstos tenían un amplio historial delictivo —siendo la práctica totalidad de sus antecedentes policiales por delitos contra el patrimonio— y eran conocedores de las técnicas policiales en base a su dilatada experiencia.

Los responsables del caso han esclarecido 15 delitos graves cometidos entre junio de 2022 y abril de 2023. En junio del pasado año protagonizaron dos robos con fuerza mediante el uso de explosivos en dos entidades bancarias de los municipios barceloneses de Santa Coloma de Gramanet y Montcada y en los que sustrajeron 67.450 euros y 127.210 euros, respectivamente. Un mes después cometieron otro asalto similar en una entidad bancaria de Madrid con el que se hicieron con un botín de entre 50.000 y 90.000 euros.

En agosto de 2022 cometieron los dos robos con explosivos en las sucursales malagueñas —43.970 y 38.180 euros— y un mes más tarde emplearon el mismo modus operandi en entidades de Barcelona para robar 47.380 y 92.860 euros. En octubre se produjo en Valencia otro hecho delictivo de idéntica naturaleza en el que sustrajeron 40.000 euros. Y en diciembre se cometieron dos robos con fuerza más en entidades bancarias de Alcalá de Henares y Alcobendas en los que sustrajeron las cantidades de 46.350 euros y 78.330 euros, respectivamente.

Foto: cajeros-automaticos-que-se-defienden-de-los-robos-imitando-a-los-escarabajos

En febrero del presente año se perpetraron otros tres robos con fuerza en la capital del país: en un concesionario de alta gama donde se llevaron un vehículo; en un establecimiento óptico de Majadahonda, donde robaron gafas, monturas y alarmas valoradas en más de 10.000 euros; y el tercero, en grado de tentativa, en una entidad bancaria de Pinto. Por último, en marzo y abril de 2023 se produjeron los dos robos con violencia referidos en la provincia malagueña que tuvieron como víctimas a empresarios asiáticos.

Las fuentes consultadas explicaron que, al pasar los detenidos a disposición judicial en distintos juzgados, algunos ingresaron en prisión y otros quedaron en libertad con cargos. “Si es por eso, estoy tranquilo”, comentó uno de los arrestados en Málaga cuando se le explicó el motivo de su detención.

El trabajo era casi artesanal. El experto manipulaba los productos pirotécnicos hasta extraer toda la pólvora negra y con ella confeccionaba el artefacto con el que después harían saltar por los aires el cajero. Lo llamaban la petaca. Y consistía en una cápsula metálica donde iba prensada la sustancia explosiva. Era el modus operandi de la peligrosa multibanda que entre junio de 2022 y abril de este año supuestamente ha perpetrado 15 graves delitos por todo el país y que también secuestraba a empresarios asiáticos para robarles, como adelantó El Confidencial.

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