Juanma Moreno aprovecha la crisis de Doñana para cazar voto en el campo

El Gobierno andaluz está empeñado en cambiar el relato respecto a la polémica por los regadíos de Doñana. Los mensajes que salen de San Telmo y el PP andaluz combinan dos ideas. Una pasa por defender la norma que se está tramitando en el Parlamento andaluz e insistir en su voluntad de diálogo con el Gobierno central. Y la otra es una crítica furibunda al Ejecutivo de Pedro Sánchez por, aseguran, su falta de compromiso con la culminación de obras hidráulicas necesarias para el desarrollo de la agricultura andaluza, que supone el 13% del PIB de la comunidad.

No es casualidad que en el Pleno celebrado el pasado jueves en la Cámara andaluza hubiera hasta dos dirigentes del PP esgrimiendo un mapa detallado con esas infraestructuras que, según la Junta, le debe el Gobierno a la comunidad. Una fue Carmen Crespo, consejera de Agricultura, y el otro fue Toni Martín, portavoz parlamentario. "A Andalucía, ni agua, ese es el lema de Pedro Sánchez", se escuchó desde la bancada popular. No es la primera vez que el PP de Juanma Moreno se sirve de las disputas con Moncloa para presentarse como el defensor del territorio, pero la novedad es que en este caso hay un destinatario claro para ese mensaje: el voto agrario.

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Hay que recordar que el origen de la proposición de ley de regadíos de la Corona Norte Forestal de Doñana está en la pasada legislatura. Un mitin de la ya defenestrada Macarena Olona en Lepe hizo sonar las alarmas en el PP. No es casualidad que Vox lograse sus mejores resultados en el otro polo agrario de Andalucía, la Almería de los invernaderos. Allí, como defendió hace unas semanas en una entrevista en 7TV la alcaldesa de Almería y candidata popular, María del Mar Vázquez, la situación es favorable para el PP, que ha logrado, asegura, taponar las vías de voto camino del partido de Santiago Abascal.

La presión de Vox es clave para entender los tiempos de esta proposición de ley, ya que el PP casi ha ido a remolque de sus viejos socios parlamentarios en este asunto. Tras impulsarlo juntos en la pasada legislatura (con el difunto Ciudadanos de la mano), el PP tuvo que acelerar sus planes en esta legislatura cuando Vox volvió a registrar el texto. Manuel Gavira, portavoz de la formación populista de derechas, le recordó a Juanma Moreno en el Pleno del jueves que ellos no tenían intención de apagar este asunto. Y que las advertencias de Bruselas les preocupan poco.

Eso no es obstáculo para que el PP haya decidido apagar el ruido hasta después del 28-M. O intentarlo. El listado de comparecientes de la tramitación del texto se cerrará el 30 de mayo, una vez se hayan podido calibrar qué resultado ha tenido esta polémica en las municipales andaluzas. En San Telmo manejan una tesis un tanto llamativa a este respecto y es que creen que el PSOE ha recalibrado su apuesta por incluir al parque natural en la campaña del 28-M. "Se han dado cuenta de que no da votos", apunta una fuente del Ejecutivo.

Esto no acaba de cuadrar con los posicionamientos que siguen tomando los ministros del Gobierno. Este mismo viernes, Teresa Ribera se pronunció en contra de atender la petición de la Junta para acompasar los desembalses de agua en el río Guadiamar para hacerlos coincidir con el paso de los romeros del Rocío. No es un asunto estrictamente relacionado, pero sí da pistas sobre que la guerra por el agua, que es lo que se dirime en el entorno de Doñana, va a mantener a los dos Ejecutivos con las espadas en todo lo alto en las fechas preelectorales.

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Hay una pregunta a la que Juanma Moreno y su entorno responden siempre con una respuesta muy escueta. ¿Merece la pena tanto ruido por recalificar unas 700 hectáreas de cultivos? La contestación de los distintos portavoces es que se trata de un compromiso adquirido con "unas decenas" de agricultores que se quedaron fuera del reparto de tierras que se cerró en 2014. No obstante, hay quien piensa en San Telmo que la polémica ya ha servido para que el Gobierno central dé un impulso a las obras hidráulicas que deben hacerse para que se cumpla la ley del trasvase aprobada en 2018.

Esta norma contempla la llegada de 19,99 hectómetros cúbicos de agua a la zona del Condado de Huelva desde la demarcación del Tinto-Odiel-Piedras. Cuando los trabajos acaben, el Ministerio de Transición Ecológica tiene previsto seguir cerrando pozos que captan agua del acuífero que hay bajo Doñana y, en ningún caso, conceder nuevos derechos de agua, una competencia que corresponde a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Con esa agua, cuando llegue, quiere el PP andaluz que se rieguen las 700 hectáreas de la discordia.

Moreno ha acudido a hacer campaña a algunos pueblos de interior donde el peso del voto agrario todavía es muy relevante

Gran parte de las apuestas que se atisban en la agenda de Moreno en las últimas semanas están precisamente en esos pueblos agrícolas y ganaderos. Y no solo de Moreno. Su secretario general, Antonio Repullo, retomó este viernes el asunto de las obras hídricas pendientes, pero hace unos días estuvo en Chipiona, en la Costa Noroeste gaditana, una de esas agrociudades de la Baja Andalucía, donde el peso del voto agrario tiene relevancia. El dirigente cordobés aseguró allí que las políticas del Gobierno de Juanma Moreno han sido "el salvavidas" de los agricultores.

Este mensaje es el que el PP quiere que cale en algunos de los puntos por donde ha pasado la precampaña de Juanma Moreno. Ocurre en Posadas y Puente Genil, en Córdoba, pero también en Arahal y Los Palacios, en Sevilla. Se trata de lugares donde el PSOE andaluz cuidó especialmente durante sus años de mayor hegemonía y que ahora el PP quiere asaltar en su intento por convertirse en el partido de la tierra a pesar de que en los cuarteles generales populares son conscientes de la dificultad.