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¿Chiringuitos en invierno? Andalucía quiere turistas en sus playas todo el año
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¿Chiringuitos en invierno? Andalucía quiere turistas en sus playas todo el año

La Junta aboga por extender los permisos de apertura de estos establecimientos. Los empresarios de Cádiz llevan años reclamándolo

Foto: Terraza en la playa de Los Lances, en Tarifa. (Cádiz). (EFE/A. Carrasco Ragel)
Terraza en la playa de Los Lances, en Tarifa. (Cádiz). (EFE/A. Carrasco Ragel)

Los gaditanos recuperan la normalidad tras una semana de Carnaval. Es día laborable, la fiesta ha terminado y seguimos en invierno, pero en las terrazas de Cádiz hay turistas en manga corta: no hay ni una nube, el termómetro marca 18 grados y hace un día fantástico para pasear. "Mi padre y yo llevamos 46 años en la playa y antes esto era impensable. Ahora los veranos son más largos y el invierno menos frío. Digamos que el cambio climático ha ido a nuestro favor", explica Iván Periano, gerente del Chiringuito Tirabuzón.

Los establecimientos hosteleros a pie de playa son cada vez más demandados más allá del verano, su temporada habitual. El aumento de temperaturas hace rentable la apertura en primavera e invierno, donde muchos compiten con otros restaurantes y bares de las ciudades costeras. Los permisos se han flexibilizado en los últimos años, aunque el sector mantiene una de sus principales reivindicaciones a lo largo de Andalucía: poder abrir los 365 días del año.

Foto: Varios turistas visitan Sevilla. (EFE/Julio Muñoz)

El Gobierno andaluz se ha posicionado esta semana a favor de este planteamiento. El consejero de Turismo, Arturo Bernal, ha abogado por desestacionalizar el segmento de sol y playa "al máximo" y "empezar a abrir un poco la mente" para que estos equipamientos puedan funcionar "la mayor parte del año". "Lo tenemos que ver con Fomento", afirmó en una entrevista en Canal Sur, pero "será un acuerdo del Consejo de Gobierno donde podamos autorizar esas aperturas".

La norma de los chiringuitos es un galimatías de particularidades legales con varias administraciones involucradas. En Andalucía, el Ministerio de Transición Ecológica, el competente en materia de Costas, cede la gestión del dominio público marítimo-terrestre a la Junta de Andalucía. A su vez, es habitual que cada municipio costero presente un plan sobre cómo explotar sus playas: número de chiringuitos, zonas de hamacas, horarios de apertura, distancia entre establecimientos… Un auténtico rompecabezas que provoca conflictos y distintas interpretaciones de la Ley de Costas en cada territorio.

Cádiz, tras Málaga

En Málaga, la provincia del litoral andaluz con mayor número de visitantes, la mayoría de los chiringuitos pueden abrir todo el año, según explican fuentes del sector. Además, cuentan con una mayor flexibilidad, firman contratos de mayor duración y no solo son espacios fijos, sino que incluso hay construcciones con sótano y primera y segunda planta.

En Cádiz, la provincia con mayor potencial turístico y uno de los destinos de moda, los chiringuitos miran a su vecino con cierta envidia. Aunque algunos pueden abrir todo el año, muchos son desmontables y vienen reclamando una flexibilización de los permisos para trabajar también en invierno. Por ello, ven una oportunidad en el nuevo consejero de Turismo, conocedor de la industria turística con experiencia en la Costa del Sol malagueña tanto en el sector público como en el privado.

En su reivindicación, intentan sumarse a un relato de consenso en toda Andalucía: la necesidad de desestacionalizar el turismo

La Asociación de Empresarios de la Costa de Cádiz (Aecca) valora "muy positivamente" el posicionamiento de la Junta, ya que se trata de "un asunto que se viene reclamando desde el sector, especialmente en la provincia de Cádiz, desde hace años". En su reivindicación, intentan sumarse a un relato de consenso en toda Andalucía: la necesidad de desestacionalizar el turismo, repartiendo el número de visitantes en los doce meses del año para evitar la temporalidad y masificación en verano. Los chiringuitos abiertos en invierno, dicen, sería un atractivo más para la temporada baja.

"Los empresarios de chiringuitos y de sol y playa llevamos años trabajando para que esa desestacionalización termine de producirse, lo que conllevaría dotar al sector de seguridad, de confianza en sus inversiones y de empleo de calidad y estable durante todo el año", apuntan desde la Asociación de Empresarios de la Costa de Cádiz. La patronal de los hosteleros de playa reclama resoluciones favorables por parte de la Consejería de Medio Ambiente en los próximos años. "Queremos plantillas competitivas y con trabajo estable y digno, pero no pueden pedirnos acabar con la precariedad laboral si no podemos abrir todo el año", añade Periano, del chiringuito Tirabuzón.

Impacto medioambiental

Sin embargo, los colectivos ecologistas advierten del impacto que tendría esta medida. A su juicio, los chiringuitos deben ser "transitorios, provisionales y sobre todo desmontables". "Si no, el impacto es considerable", apunta Daniel López, de Ecologistas en Acción en Cádiz. La provincia de Cádiz cuenta con algunas de las playas naturales más valoradas de toda Andalucía, algunas de ellas muy blindadas ante este tipo de establecimientos.

Ecologistas en Acción va más allá y pide una revisión de la actual Ley de Costas, con una norma "más acorde con el signo de los tiempos", con "la protección del dominio litoral y la adaptación al cambio climático". López, lejos de ver el cambio climático como una ventaja para estos establecimientos, advierte de otros efectos: "La subida del nivel del mar y los temporales van a poner en peligro estos chiringuitos".

Sin embargo, es difícil para las administraciones renunciar a proyectos que generan empleo a corto plazo. En la playa de El Palmar de Vejer se está construyendo un Beach Club de 10.000 metros cuadrados, el más grande del litoral gaditano, con el rechazo de algunos colectivos ecologistas y vecinales. Se inaugurará en mayo y creará más de cien puestos de trabajo, según la empresa de restauración madrileña Azotea Grupo. Izquierda Unida (IU) llevó una moción al Pleno de la Diputación provincial para paralizar el proyecto, pero solo recibió el respaldo de Adelante Cádiz.

Foto: Málaga persigue captar al turista perdido por la pandemia y mejorar la rentabilidad del sector. (EFE/Jorge Zapata)

"Es una instalación hostelera disfrazada de ecológica que ocupa una hectárea de terreno llenándola de tierra para montar una especie de chiringuito playero", critica López, quien recuerda que "llenar la playa de chiringuitos siempre será una salida en falso". "Necesitamos un modelo de turismo para que los visitantes vengan todo el año: turismo cultural, gastronómico, ornitológico… eso sí atraería visitantes los doce meses del año", añade el miembro de Ecologistas en Acción Cádiz.

El hostelero Iván Periano recuerda el compromiso de los establecimientos por "cuidar el medio ambiente". "No es lo mismo una playa absolutamente natural, protegida y fuera de un núcleo poblacional, donde se entiende que se tenga que abrir solo en verano, que en playas urbanas como las de Cádiz capital", compara.

Foto: Hoteles en la playa de Palma de Mallorca. (EFE/Atienza)

El empresario, portavoz del sector durante los últimos años, pide "unificar criterios" entre administraciones. Aunque a su juicio "nadie sabe mejor que el empresario del chiringuito qué le conviene a la playa y al entorno", una "buena idea" para la regulación sería otorgar permisos "en función del volumen de bañistas”: "Si un municipio recibe bañistas todo el año y quiere romper con la estacionalidad, démosle la oportunidad de hacerlo, siempre que se reúnan las condiciones medioambientales".

Desde la Asociación de Empresarios de la Costa de Cádiz piden un "entendimiento entre todas las administraciones implicadas” en este asunto para que, "contando con el sector", la desestacionalización "se produzca definitivamente y esos empresarios puedan trabajar en un marco de certidumbre jurídica".

Los gaditanos recuperan la normalidad tras una semana de Carnaval. Es día laborable, la fiesta ha terminado y seguimos en invierno, pero en las terrazas de Cádiz hay turistas en manga corta: no hay ni una nube, el termómetro marca 18 grados y hace un día fantástico para pasear. "Mi padre y yo llevamos 46 años en la playa y antes esto era impensable. Ahora los veranos son más largos y el invierno menos frío. Digamos que el cambio climático ha ido a nuestro favor", explica Iván Periano, gerente del Chiringuito Tirabuzón.

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