Andalucía apuesta por la universidad privada para captar a 7.000 estudiantes huidos

En el Gobierno andaluz manejan una cifra que les sirve para justificar, en parte, su apuesta por desplegar una red de universidades privadas de las que adolece la comunidad más poblada de España. Calculan que hay 7.000 alumnos andaluces que estudian fuera de la comunidad en un centro privado, entre otras razones, porque no hay oferta en su tierra. La Universidad Loyola Andalucía, impulsada por los jesuitas en 2011, es la única opción pero eso cambiará en los próximos años, ya que la Junta ha dado luz verde a dos nuevas entidades. Y tiene a otras tres en cartera.

El Consejo de Gobierno aprobó el pasado martes los anteproyectos de ley de creación de la Universidad Fernando III, que tendrá sede en la localidad sevillana de Bormujos, y la Universidad Tecnológica del Atlántico-Mediterráneo (Utamed). "Hasta 2019 no empezaron a llegar propuestas", cuenta Ramón Herrera, director general de Universidades de la Junta. Esto, matiza el propio Herrera, no es del todo así, ya que los promotores de la Fernando III recibieron la aprobación en 2008, al mismo tiempo que Loyola, pero la crisis y una huida de algunos inversores dieron al traste con el proyecto que ahora resucita.

TE PUEDE INTERESAR

¿Universidades públicas o privadas? Dónde fichan los grandes bufetes españoles

Pedro del Rosal Irene Cortés

"Nosotros tenemos que darles a las universidades públicas todas las herramientas que necesiten, pero si viene una privada con un proyecto serio, le abrimos las puertas". Además de los dos centros que ya están en la fase de anteproyecto de ley, la Consejería andaluza de Universidades que dirige José Carlos Gómez Villamandos tiene otras dos solicitudes que tienen informes favorables y una tercera que necesita cumplir algunos requisitos. En la Junta confían en que los impulsores hagan lo propio para que no tengan que rechazarlos. Es lo que ha ocurrido con dos proyectos, la Universidad Internacional Lucio Anneo Séneca y la Universidad Internacional del Mediterráneo. El mismo Consejo de Gobierno que aceptó la Fernando III y la Utamed aceptó el desistimiento de estas dos universidades.

El objetivo que se ha marcado el Ejecutivo de Juanma Moreno es que los centros de nueva creación tengan "la misma calidad" que las universidades públicas del sistema andaluz. Eso es justo lo que pone en duda la oposición de izquierdas, según han dicho PSOE, Por Andalucía y Adelante Andalucía. Pero también los rectores de los diez centros públicos que hay en la comunidad, uno por provincia, además de la Internacional de Andalucía (UNIA) y la Pablo de Olavide de Sevilla. En un comunicado lanzado el miércoles, los rectores lamentaron la "pobre calidad" que ofrecen los proyectos que están en tramitación, que no rechazan, aseguran, por el hecho de que sean privados.

El Gobierno andaluz ha tumbado otros dos proyectos de universidad privada esta semana porque no cumplían con los requisitos exigidos

La izquierda desconfía del plan del Ejecutivo andaluz, como ilustró Inma Nieto, portavoz de Por Andalucía, el miércoles. "No hablamos de que Oxford y Cambridge quieran abrir aquí", ironizó, al tiempo que recordó que los informes que recibieron inicialmente los promotores de estos proyectos fueron negativos. Ocurrió con el escrito del Consejo Andaluz de Universidades, pero como recuerdan desde la Junta, se trata de informes preceptivos, pero no vinculantes. En cualquier caso, la Junta pone el foco en el proceso que todavía queda por delante hasta que empiecen las clases de la Fernando III y de Utamed, que además será la primera universidad online de la comunidad. Ambas deben echar a andar en el curso 2024-2025, según los planes del Gobierno autonómico.

En la Junta insisten en que la calidad no será un problema. Para ello, afirman, han creado la Agencia de la Calidad Científica y Universitaria de Andalucía (ACCUA). Esta entidad echará a andar el próximo 1 de marzo y viene a sustituir al actual organismo encargado de certificar la calidad de los títulos de grado, posgrado y doctorado que se imparten en los centros superiores de la comunidad. Ramón Herrera explica que los responsables de velar por la calidad de las enseñanzas que se impartan en los nuevos centros serán expertos independientes, tanto catedráticos como funcionarios. "Velarán porque tengan el profesorado adecuado y los contenidos razonables", abunda el responsable de la política universitaria.

TE PUEDE INTERESAR

Manuel Castells deja el Gobierno y lo releva Joan Subirats, hombre fuerte de Ada Colau

Iván Gil

Hay un detalle a tener en cuenta sobre los dos proyectos que están más avanzados y es que vienen de la pasada legislatura, pero decayeron con la convocatoria electoral. El problema es que comenzaron a tramitarse cuando la normativa estatal era más laxa que la actual. Esto, garantizan desde la Junta, no será un obstáculo, pero sí es cierto que Utamed y la Fernando III tendrán que adaptar sus modelos al decreto impulsado por el exministro Manuel Castells, que es más exigente en materia investigadora. Para ello cuentan con cinco años.

"Existe la demanda y hay promotores que quieren implantarse aquí", reconoce Ramón Herrera, que asegura que a nivel nacional ya hay tantos estudiantes de máster en las universidades públicas como en las privadas. En cualquier caso, el dirigente del PP asegura que su modelo no es el madrileño, donde hay 15 centros privados por 6 públicos. Pero tampoco el actual, ya que hay comunidades mucho menos pobladas que cuentan con una oferta mayor para la enseñanza superior privada. Castilla y León y Canarias, por ejemplo, tienen cuatro.