Ministra, alcalde y presidente: todos quieren poner la primera piedra del Metro de Sevilla

Las grúas volverán a Sevilla para las obras del metro después de casi 15 años. Y lo harán en la segunda mitad de febrero, a tres meses de las elecciones municipales. Antes, la Junta y el Gobierno han firmado el convenio de financiación de un proyecto que costará 1.300 millones de euros y se prolongará durante ocho años en el tramo norte de la línea 3 del suburbano hispalense. La rúbrica ha contado con todos los honores, en el Salón de los Tapices del Real Alcázar de la capital andaluza, con el alcalde, Antonio Muñoz; el presidente de la Junta, Juanma Moreno, y la ministra de Transportes, Raquel Sánchez. Todos quieren ser el padre de este proyecto, anhelado por los sevillanos desde hace décadas —las obras comenzaron en 1976— y que avanza lentamente entre agradecimientos y buenas palabras.

De fondo hay una competición electoral en una de las plazas más importantes del país. Sevilla es la ciudad más habitada con un alcalde del PSOE y es la capital de una comunidad que ha pasado de ser bastión socialista a un ejemplo del éxito del PP. No es casualidad que entre los asistentes a la firma del convenio estuvieran el líder del PSOE andaluz, Juan Espadas, y el candidato del PP a la alcaldía de Sevilla, José Luis Sanz. El propio Pedro Sánchez puso el foco en la ciudad al arrancar en ella la precampaña del 28-M con una bendición a Antonio Muñoz, que gana peso dentro del partido con esta rúbrica.

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María José Guzmán. Sevilla

Su papel, según ha dicho él mismo, ha sido el de "mediador" entre el Gobierno y la Junta, a pesar de que las reuniones las han protagonizado los equipos de Carazo y Sánchez y el Ayuntamiento no tiene un papel institucional en este acuerdo. Para Muñoz, el objetivo ahora debe ser que no vuelvan a producirse parones para que Sevilla pueda tener la red completa de metro, diseñada a principios de este siglo. Como ocurrió con la primera (y única) línea de suburbano que tiene la ciudad, la infraestructura sale adelante con Ejecutivos de distinto color en la Moncloa y en San Telmo. Entonces, en 2003, era José María Aznar el presidente del Gobierno y en la Junta se sentaba Manuel Chaves. Ahora se han cambiado las tornas, pero lo que no cambia es la reivindicación del éxito.

"No hemos parado de negociar", ha dicho la ministra Raquel Sánchez, que ha recordado que su compromiso pasaba por aportar un euro por cada euro que pusiera la Junta de Andalucía. Esto es así porque las competencias regionales en materia ferroviaria corresponden a la comunidad, aunque desde el Gobierno andaluz recuerdan que la ley del Metro de Sevilla (de 1975) dejaba la obra en manos del Estado. El alcalde, en su discurso, ha agradecido también a la ministra de Hacienda, la sevillana María Jesús Montero, por su implicación en la búsqueda de este acuerdo.

Sánchez no ha dejado pasar la ocasión para recordar el catálogo de proyectos que su departamento tiene en marcha en Sevilla. Ha citado las obras en vivienda pública; la ampliación del puente del Centenario (que atasca todos los días la primera circunvalación de la ciudad); los avances en la SE-40, con el proyecto de puente para salvar el Guadalquivir, e, incluso, la conexión de la estación de tren de la capital con el aeropuerto. Hay que recordar que se trata de un proyecto que ha enfrentado a Gobierno y Junta, ya que la Administración regional impulsó un estudio de esta obra ante la lentitud del Ejecutivo central.

Moreno no ha entrado en choques en su intervención y ha dedicado buenas palabras "al trabajo conjunto y la lealtad institucional" que han hecho posible la firma del convenio. Pero también ha recordado que los 65 millones que cuestan los trenes correrán a cargo del Ejecutivo andaluz. Y ha anunciado que en este 2023 estará lista la actualización del tramo sur de esta línea 3 de Metro, así como la puesta en marcha del nuevo proyecto de línea 2, que cruza la ciudad de este a oeste.

La obra se ha dividido en seis tramos y se hará en ocho años para evitar un colapso en el tráfico de la capital andaluza

La obra del tramo norte de la línea 3 del Metro de Sevilla abrirá en canal a la capital andaluza en los próximos años para construir 7,5 kilómetros de raíles que usarán hasta 13,5 millones de personas al año. Se trata de un proyecto dividido en seis tramos que unirá los barrios del norte de la ciudad —bastiones socialistas como Pino Montano, el PSOE venció allí incluso en la debacle de las autonómicas de junio— con el Prado de San Sebastián, a las puertas del centro. Los trabajos comenzarán en el ramal técnico y las cocheras y se irán adentrando por la ciudad. En el futuro, aunque todavía no hay fecha la línea debe extenderse hacia el sur, por lo que conectará los tres principales hospitales públicos de la capital hispalense.

Mientras tanto, los discursos de unos y otros han dado pistas de cómo serán los próximos meses. En la Moncloa han tocado a rebato y ahora se centran en presumir de gestión. Los 20 millones del Metro de Sevilla en 2023 son parte de esa gestión, como también lo es la subida de las pensiones que los socialistas ahora repiten una y otra vez. En la Junta ocurre algo similar. Solo hay que mirar al Consejo de Gobierno que Juanma Moreno presidió el martes en Jaén, con el zurrón lleno de inversiones de los últimos años en una provincia que también será clave para definir el mapa municipal de Andalucía a partir del 28 de mayo.