Seis condenados por los ERE entran en prisión mientras Griñán espera el informe médico

Seis de los condenados por la pieza política del caso ERE ingresaron este lunes en prisión. La Audiencia de Sevilla fijó las 23:59 como hora límite y, uno por uno, los ex altos cargos fueron presentándose en distintas cárceles andaluzas. El plazo fijado por el tribunal no afecta a José Antonio Griñán, cuyo ingreso en prisión ha quedado suspendido a la espera de un informe médico sobre el cáncer que padece.

La primera en ingresar en prisión fue la exconsejera de Economía y Hacienda Carmen Martínez Aguayo, condenada a seis años por malversación y prevaricación. El miércoles 29 de diciembre, cinco días antes de la hora límite impuesta por la Audiencia de Sevilla, se personó en la cárcel sevillana de Alcalá de Guadaira.

El exviceconsejero de Empleo de la Junta de Andalucía Antonio Fernández García, condenado a siete años y 11 meses de cárcel, dio el paso la mañana de este lunes al presentarse en la prisión gaditana de Puerto III, mientras que el exconsejero de Empleo José Antonio Viera, condenado a siete años de cárcel, hizo lo propio horas después al personarse en la prisión de Huelva.

Pasadas las seis de la tarde, el Diario de Sevilla confirmó el ingreso de los tres restantes: el exconsejero de Innovación Francisco Vallejo, condenado a siete años; el exviceconsejero de Innovación Jesús María Rodríguez, condenado a seis años, y el ex director general de IDEA Miguel Ángel Serrano, condenado a seis años y seis meses. Todos ellos llegaron juntos al centro penitenciario de Sevilla-I.

De forma paralela, dos de los condenados por la pieza política del caso ERE también han logrado retrasar el posible encarcelamiento: el exviceconsejero de Empleo Agustín Barberá, que se enfrenta a siete años, y el exdirector de Trabajo y Seguridad Social Juan Márquez, que se enfrenta a tres. La Audiencia de Sevilla ha dejado en suspenso el ingreso de Barberá hasta recibir informes sobre su estado de salud y Márquez también evitará la cárcel mientras se tramita su solicitud de indulto.

Griñán, a la espera de informe médico

Tras la confirmación de las condenas por parte del Tribunal Supremo el pasado julio, la defensa de Griñán ya adelantó las tres vías que barajan para esquivar la cárcel: presentar un incidente de nulidad, recurrir ante el Tribunal Constitucional y solicitar un indulto al Gobierno. Pese a ello, ninguna de estas vías surtió efecto antes del pasado 22 de diciembre, cuando la Audiencia de Sevilla desestimó uno de sus recursos y le dio 10 días para ingresar voluntariamente en un centro penitenciario.

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El encarcelamiento del expresidente andaluz parecía entonces inevitable, pero la situación dio un giro de 180 grados un día después, cuando se conoció que su defensa había informado al tribunal de que padecía un cáncer de próstata. La Audiencia de Sevilla acordó pedir un informe al Instituto de Medicina Legal y, hasta que no conozca su resultado, la entrada en prisión de Griñán para cumplir su condena de seis años queda suspendida.

Según los documentos aportados por su defensa, el expresidente tiene que someterse a radioterapia y no puede recibirla en prisión, por lo que su ingreso en un centro penitenciario "incrementaría el riesgo de fracaso del tratamiento iniciado, dificultaría su control por especialistas en oncourología y podría reducir su expectativa de vida".