Fin de época en el PSOE andaluz de los ERE: consejeros entre rejas a la espera de Griñán
La entrada de Carmen Martínez Aguayo en prisión marca un antes y un después: los socialistas andaluces pasan por sus horas más bajas, pero el hito avanza un cambio de actitud dentro del partido
No hay foto de la entrada de Carmen Martínez Aguayo en la cárcel de mujeres de Alcalá de Guadaíra, pero la entrada de la exconsejera de Hacienda en prisión por el caso de los ERE marca un antes y un después en la política andaluza y en el PSOE regional. La exdirigente, mano derecha de José Antonio Griñán y que intentó salvarlo de la quema durante el juicio, ha sido la primera en acatar la decisión de la Audiencia y su ingreso en la cárcel es el símbolo del final de una época para la formación que lo fue todo en Andalucía durante casi cuatro décadas.
El 22 de diciembre, el tribunal sevillano dio 10 días a los altos cargos condenados para entrar de forma voluntaria en prisión. El plazo termina a las 23:59 del 1 de enero de 2023, salvo para Agustín Barberá, un exviceconsejero de Empleo que está pendiente de un informe médico por una enfermedad que no puede tratarse en prisión. En una suerte de limbo está José Antonio Griñán, que informó el mismo día 22 de que le acaban de diagnosticar un cáncer de próstata. Al día siguiente, la Audiencia pidió a un forense del Instituto de Medicina Legal (IML) un análisis de las pruebas para que constate si el exmandatario socialista puede o no tratarse en prisión, algo que su defensa considera imposible.
A la espera de conocer el resultado del peritaje sobre los informes médicos de Griñán, hay otros cinco exdirigentes que tendrán que hacer lo mismo que hizo el 28 de diciembre Martínez Aguayo. El tribunal que los sentenció a penas de prisión por malversación y prevaricación en noviembre de 2019 ha desestimado todas las vías que han utilizado sus defensas para evitar el ingreso. Estas van desde la solicitud del indulto al recurso de súplica contra el auto de entrada en prisión dictado en noviembre, pasando por un recurso de nulidad de la sentencia del Supremo que confirmó las tesis de la Audiencia de Sevilla.
Se trata de los exconsejeros de Empleo Antonio Fernández y José Antonio Viera, el exconsejero de Innovación Francisco Vallejo y otros dos altos cargos con rangos menores, Jesús María Rodríguez y Miguel Ángel Serrano. Todos tienen penas superiores a los seis años de prisión y más de 15 años de inhabilitación por los delitos de malversación y prevaricación por el papel que jugaron en el diseño del sistema fraudulento de reparto de ayudas sociolaborales entre los años 2000 y 2010.
El PSOE andaluz cambió su actitud hace un mes y denunció una "cacería política" del PP contra los 37 años de gobiernos socialistas en la Junta
Es en ese periodo justo cuando el PSOE andaluz llegó a su máximo de apoyo electoral después de la crisis de los años 90. Y también cuando empezó a caer en votos elección tras elección hasta perder la Junta en 2018. El pasado junio volvió a rebasar su suelo electoral y las encuestas que se publican seis meses después pronostican un escenario todavía más negativo. A este cóctel hay que sumar el frágil liderazgo del actual jefe del partido, Juan Espadas, que ha tenido que gestionar las condenas definitivas de los dos presidentes que dirigieron Andalucía desde principios de los 90 a finales de la década del 2000.
La tesis dentro del PSOE andaluz es que el daño electoral del caso de los ERE ya está amortizado, pero el efecto de las sucesivas condenas y ahora la entrada en prisión de los exdirigentes es innegable. Esta erosión emocional ha coincidido con un cambio en el discurso de la dirección socialista. Durante años, fue casi un tabú la defensa de los exdirigentes condenados. Susana Díaz impuso una política clara basada dejar caer a quien fuera necesario. El propio Griñán reconoció en sus recientes memorias que su marcha fue una consecuencia directa de su implicación en el caso, a pesar de que el expresidente sigue convencido de su inocencia y no llega a comprender el motivo de su condena.
Viraje en el PSOE-A
La vicesecretaria general del PSOE andaluz, Ángeles Férriz, dejó claras muestras del cambio de actitud que ha puesto en marcha el partido respecto a los expresidentes condenados. El 16 de noviembre, un día después de que la Audiencia de Sevilla activase la entrada en prisión de los altos cargos, la dirigente socialista habló de una "cacería política" organizada por el PP para "hacer una enmienda a la totalidad" de los 37 años de gobiernos socialistas en la Junta. Otras voces, en privado, aseguran que la entrada en prisión de los ex altos cargos puede ser un punto de inflexión para un partido que tiene problemas para gestionar la herencia que les han dejado sus exdirigentes.
"Las sentencias se acatan, pero no compartimos ni los argumentos ni las interpretaciones", abundó entonces la número dos del PSOE andaluz. Es raro que el dirigente del actual partido que no tenga conexiones con los exdirigentes condenados. El propio Juan Espadas fue consejero en los gobiernos de Manuel Chaves y José Antonio Griñán, y ha defendido la "honestidad" de los que fueron sus antecesores en la Secretaría General del PSOE andaluz.
Este cambio de actitud incipiente es compatible con los mensajes que salen del PP y del propio Gobierno andaluz. El portavoz del Ejecutivo, Ramón Fernández Pacheco, defendió, tras conocer la entrada de Martínez Aguayo en prisión, que simboliza "el fin de una era" y de una etapa en la comunidad protagonista por los casos de corrupción. Más duro viene siendo su compañero de gabinete y titular de Presidencia, Antonio Sanz, que ha esgrimido las consecuencias del caso ERE en el Parlamento cuando los socialistas han intentado atizar al Ejecutivo andaluz con el caso de corrupción al que está vinculado el marido de la alcaldesa de Marbella, la popular Ángeles Muñoz.
La entrada de Aguayo en la cárcel
Este jueves, tras conocerse la entrada de Carmen Martínez Aguayo en prisión, fuentes penitenciarias desvelaron a EFE que la exconsejera de Hacienda está ingresada en un módulo normal acompañada de otras dos internas. Estas fuentes indican que se encuentra "más tranquila" tras su primer contacto con la prisión de Alcalá de Guadaíra. Martínez Aguayo, médico de profesión, volvió a ejercer tras su salida de la política y hasta su entrada en prisión estuvo pasando consulta en un centro de salud en el barrio sevillano de Triana.
No hay foto de la entrada de Carmen Martínez Aguayo en la cárcel de mujeres de Alcalá de Guadaíra, pero la entrada de la exconsejera de Hacienda en prisión por el caso de los ERE marca un antes y un después en la política andaluza y en el PSOE regional. La exdirigente, mano derecha de José Antonio Griñán y que intentó salvarlo de la quema durante el juicio, ha sido la primera en acatar la decisión de la Audiencia y su ingreso en la cárcel es el símbolo del final de una época para la formación que lo fue todo en Andalucía durante casi cuatro décadas.