Uno de los investigadores que destapó Malaya vuelve a Marbella como nuevo comisario

Este lunes se cerró un círculo. El que dos investigadores de la Policía Nacional, José Manuel Rando y Marcos Romarís, comenzaron a dibujar hace casi 17 años y que supuso un cambio de paradigma en la investigación policial. Acompasados por la instrucción del juez Miguel Ángel Torres, y tras un largo periodo de trabajo, los dos inspectores, junto a un seleccionado grupo de policías, reventaban el 29 de marzo de 2006 un caso sin precedentes. Malaya, la primera gran operación del país contra la corrupción sistemática en un ayuntamiento, se revelaba ante la opinión pública con unas cifras inimaginables: 2.400 millones de euros blanqueados, 86 procesados -entre ellos, 20 exconcejales-, tres exalcaldes y 32 empresarios condenados, 199 sesiones de juicio, 400 testigos y peritos o una sentencia de 5.000 folios. Rando, tras pasar por varios destinos y ascensos, regresará a Marbella para hacerse cargo de la comisaría de una ciudad con una compleja realidad delictiva.

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C.G.

El hasta ayer inspector jefe juró en Madrid su nuevo cargo como comisario y en la orden general de 2615 de 19 de diciembre de 2022 que se especificaba la resolución del concurso general de méritos para 48 de estos cargos se detallaba que su nuevo cargo es el de jefe de la Comisaría Local de Marbella.

José Manuel Rando, un policía capaz de interesarse por la teoría del caos, y cuyo trabajo fue una una palanca que ayudó a activar un cambio de mentalidad social ante el fenómeno de la corrupción, ha larvado su carrera policial en la provincia malagueña. Su último destino ha sido el de responsable de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) y de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Comisaría Provincial de Málaga, aunque ha pasado por puestos menos mediáticos. Como cuando se hizo con el Grupo de Investigación de la Comisaría Este, posiblemente la más tranquila de la capital, pero con una delincuencia autóctona muy importante de la que derivaron casos de calado con ramificaciones internacionales.

Aterriza a un ecosistema delictivo que no le es ignoto, pero con grandes peculiaridades

Fue el destino al que se incorporó tras su abrupta salida de la investigación de Malaya. “Es mentira que nos marcháramos —él y Romarís— porque no nos dejaran investigar a la Junta. Nadie, absolutamente nadie, de mis superiores nos impidió investigar nada”, aclaró en su primera entrevista, concedida una década después de la operación Malaya, y en la que aclaraba que “la corrupción no es intrínseca a Marbella, como posteriormente se ha visto en otras zonas del país, pero había gente que la toleraba porque le pusieran unas farolas de diseño o le pagaran una feria”.

Rando aterriza a un ecosistema delictivo que no le es ignoto, pero con una peculiaridades que lo convierten en una de las zonas calientes del crimen organizado a nivel mundial. Rara es la semana en la que las fuerzas de seguridad no informan de la desarticulación de una red de narcotráfico, una banda de ladrones de coches de lujo, un grupo de asaltantes de casas o un sicariato que venía a ajustar cuentas a la Costa del Sol. Y a todo ese trabajo propio de policía judicial, se le suma el derivado de unas unidades de Seguridad Ciudadana que concentran su labor en los clubes de playa en lo que más allá de la época estival se producen peleas, menudeo de droga, delitos contra la seguridad del tráfico, apuñalamientos y hasta tiroteos.

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Las fuentes consultadas por este periódico señalan que lo normal es que se incorpore a su nuevo puesto en los próximos días, tras concluir su periodo de formación y del acto de reconocimiento para los nuevos comisarios que juraron el cargo este lunes. Lo que tienen medianamente claro los que le conocen y han trabajado con él, es que Rando tendrá muy presente el método de actuación que otorga un gran peso a la investigación patrimonial y económica. Ir a por el dinero obtenido ilícitamente, como dejaban claro en los tiempos de Malaya con una fotografía del verdadero Eliot Nes y sus intocables. Una instantánea similar a la que Brian de Palma reproduce en su película con Kevin Costner, Sean Connery, Andy García y Charles Martin Smith. Toda una declaración de intenciones.