El (último) escrache al alcalde de Málaga que compromete el discurso de la izquierda

“¡Fuera fascistas de nuestras manis! ¡Fuera fascistas de nuestras manis! ‘Fuera fascistas de nuestras manis! ¡Responsables! ¡Responsables! ‘Responsables!”. Estos son algunos de los ataques que el pasado viernes sufrieron el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y algunos de los miembros de su equipo de Gobierno, por parte de un número de asistentes a la manifestación por el 25-N que les increparon y trataron de expulsar. La grabación de la escena muestra a las manifestantes —mayoría mujeres— gritando consignas a poco más de un par de metros de distancia del regidor, que aguanta con cierta incredulidad el incidente. Un desagradable episodio, que no es la primera vez que ocurre y que se debatirá a través de una iniciativa que presentará el PP con la que también se quiere visibilizar la “violencia política” que sufren los dirigentes de esta formación.

Este incidente se produjo tan sólo un día después de que los populares apoyasen en el Pleno municipal las palabras de la portavoz de Unidas Podemos por Málaga, Remedios Ramos, en las que pedía la solidaridad de la corporación con la ministra de Igualdad, Irene Montero, tras las desafortunadas expresiones vertidas en el Congreso por la diputada de Vox Carla Toscano. El consenso de la corporación, a ojos de un grupo de asistentes a los actos por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, no exoneraba a los populares, que como en anteriores años, tuvieron que soportar su ira en forma de consignas que perseguían su expulsión de la protesta reivindicativa.

TE PUEDE INTERESAR

Podemos aúpa a Irene Montero como 'mártir' feminista: "La odian más que a Pablo Iglesias"

Lourdes Barragán

La portavoz del PP de Málaga, Elisa Pérez de Siles, también concejala en el Consistorio de la capital, tildó de “intolerable” lo vivido por De la Torre, que “fue increpado e insultado por algunas representantes de los partidos de izquierdas que no querían que el alcalde encabezara la manifestación”. Por este motivo, su formación planteará una iniciativa para que el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Daniel Pérez, así como el resto de los concejales socialistas, “se manifiesten frente a este tipo de actividades y la violencia verbal” contra el regidor. El fin es “ver si esa condena” de estos actos se produce “simplemente cuando se ejerce contra representantes de partidos de izquierdas” o también la rechazan cuando son los miembros de otras formaciones los que padecen la “violencia política”.

Esta propuesta se encuadra dentro del discurso que desde la semana pasada transmite la formación para tratar de contrarrestar la posición de únicos perjudicados por este preocupante fenómeno que están fijando Unidas Podemos y el PSOE. Fuentes de Génova señalaron a El Confidencial que muestran su “respaldo absoluto” a todas las medidas de este tipo que se puedan ir presentando en los Consistorios u otras administraciones en las que los miembros de su partido hayan sufrido ataques verbales y de otra índole.

En las filas populares no ocultan su perplejidad por el oxígeno insuflado por el partido de Santiago Abascal a la ministra de Igualdad, que indirectamente revitaliza al Ejecutivo de Pedro Sánchez, y por la relevancia que ha adquirido la frase soez dedicada a Irene Montero cuando los dirigentes de su partido y de otras siglas como Ciudadanos y el propio Vox llevan años sufriendo acciones mucho más graves y violentas. Sin ir más lejos, días antes de que se produjese el desafortunado episodio del Congreso, las amenazas a un edil popular de El Puerto de Santa María por parte de un concejal del PSOE han acabado en denuncia. Y este incidente, se quejan, prácticamente se trató como una anécdota.

El denunciante, el popular Javier Bello, fue presuntamente amenazado por el socialista David de la Encina, que supuestamente le espetó: “¡Te voy a reventar la cabeza, eres un niñato!”. Lo que provocó una trifulca dialéctica entre varios miembros de ambos partido que llevó al alcalde del municipio gaditano, Germán Beardo, a suspender el pleno.

Bello, en declaraciones a este periódico, cuenta que actualmente se encuentra a la espera del desarrollo del proceso judicial y explica que tiene que consensuar con el regidor realizar algún gesto que —directa o indirectamente— condene los hechos. “Después de todo el bochorno pasado, con este hombre en las televisiones, pedí al alcalde que aparcáramos el asunto. Pero ahora hablamos sobre la posibilidad de realizar un comunicado que se lea antes del próximo pleno”.

“No con la intención de señalar al señor De la Encina, sino para establecer una entente cordiale, unas reglas de comportamiento, con las que acabar con actitudes de este tipo”, manifiesta el edil, que aclara que no era la primera vez que presuntamente era atacado por la bancada socialista: “Me han llamado niñato, cerdo o que como muchos bocadillos por las tardes —en referencia a su físico—”. “Es su vocabulario. Se le va la boca cuando le discutes políticamente”, apunta, para añadir, que “a otros niveles está pasando lo mismo”.

TE PUEDE INTERESAR

La Policía escolta a Cs tras enfrentamientos en el Orgullo: "Con Vox no se pacta"

El Confidencial

Javier Bello, desde la experiencia sufrida, observa que detrás de estos comportamientos se halla “la pérdida del interés común que persigue la política”. “Hay algunos partidos que han llegado con el fin de arrebatar el espacio a otros y no entienden que eso recae en el poder de la ciudadanía”, por eso “tratan de alcanzarlo con peleas absurdas que no nos llevan a ningún lado y lo único que consiguen es generar crispación en la ciudadanía y fomentar el rechazo al político”. “¿Cómo me siento ahora con ese hombre a negociar unos presupuestos municipales o cualquier acuerdo para sacar adelante un contrato en el Pleno? ¿Con qué cara lo miro? ¿Cómo lo hará él?”, se pregunta el concejal, que confiesa: “Es una situación muy fea”.