El PSOE asume el riesgo y se agarra al escándalo de Marbella para erosionar a Moreno

El binomio que forman Marbella y la corrupción es demasiado goloso para dejarlo escapar. Es lo que deben pensar en la cúpula del PSOE andaluz, a pesar de que se arriesgan a recibir un golpe aún más duro, según avance el proceso de cumplimiento de la pena de cárcel de José Antonio Griñán. Los socialistas han elevado el tono esta semana contra el Gobierno de Juanma Moreno por el caso de corrupción que se está juzgando en la Audiencia Nacional y que tiene vinculaciones con el Ayuntamiento de la localidad malagueña y el marido de la alcaldesa, la popular Ángeles Muñoz.

"Ahora entendemos esa frase del hijastro de la alcaldesa de Marbella cuando dijo: ahora hemos ganado, tenemos la Junta de Andalucía, la ciudad es nuestra, tenemos la jodida Andalucía", dijo el miércoles Ángeles Férriz. La portavoz parlamentaria del PSOE exigió explicaciones a Juanma Moreno por la posible implicación de la regidora marbellí. "Cada minuto que sigue en el cargo es más culpable y más cómplice", insistió la también vicesecretaria general del PSOE andaluz.

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Europa Press

Los socialistas llevan años "clamando en el desierto" en Marbella, explican desde la dirección de Juan Espadas, pero no han elevado el asunto a la política autonómica hasta ahora. El martes registraron en el Parlamento una pregunta de máxima actualidad sobre una adjudicación realizada en 2011 por el Consistorio marbellí a Codecosol. La empresa que, según la Audiencia Nacional, utiliza el hijastro de la alcaldesa para el blanqueo de dinero de una red que habría exportado grandes cantidades de estupefacientes desde España a Suecia, país de origen del marido de Ángeles Muñoz y el hijo de este.

Los socialistas aludían a la procedencia autonómica de parte del dinero de la concesión para preguntarle al consejero de Presidencia, Antonio Sanz, si tiene pensado tomar alguna medida "en defensa del interés general de los recursos públicos" de la Administración regional. Esto es así porque el gabinete jurídico de la Junta depende del departamento del histórico dirigente gaditano del PP. Sanz no contestó a la pregunta porque el Parlamento rechazó, en dos ocasiones, la admisión a trámite de la iniciativa "por cuestiones técnicas".

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Las cuestiones técnicas, explican desde el Parlamento, tienen que ver con que se trata de un asunto municipal, por lo que no es de la competencia del Gobierno andaluz. Pero la presidencia de la Cámara, que encabeza el popular Jesús Aguirre, recuerda también que se trata de una concesión que tiene ya más de una década, por lo que no tiene relación con el actual Ejecutivo.

El PSOE andaluz denunció un "veto" y un "uso torticero" de la presidencia del Parlamento, aunque Juan Espadas aludió al asunto marbellí en la sesión de control a Juanma Moreno. "Es algo que está pasando en Andalucía, no en la luna", le afeó el líder socialista al presidente de la Junta después de que la portavoz de Por Andalucía, Inma Nieto, se quejara por el "silencio" del malagueño ante "la escandalera de corrupción" que, en su opinión, hay en el Ayuntamiento de Marbella.

El presidente de la Junta ha eludido pronunciarse públicamente y ese silencio hace inevitable pensar que el foco sobre Marbella ha generado nerviosismo en el Gobierno andaluz. En San Telmo aseguran que están tranquilos después de una conversación con la propia Ángeles Muñoz. Pero fuentes parlamentarias aseguran que la reunión de la Mesa que tumbó la pregunta tuvo momentos de tensión protagonizados por los miembros del PP. Sin embargo, nada hace suponer que el PP esté planteándose retirar la candidatura de Muñoz para las próximas elecciones municipales. Muñoz fue alcaldesa entre 2007 y 2015 y volvió al cargo en 2017 tras una moción de censura. En 2019 revalidó el cargo con mayoría absoluta en la séptima ciudad más poblada de Andalucía.

El riesgo para el PSOE

La cercanía de las elecciones locales anima al PSOE a tirar de este hilo en un momento en el que encuentra dificultades para hacer oposición a un Gobierno sustentado en una mayoría absoluta de 58 diputados. Pero en San Telmo tienen varios ases en la manga. Al goteo de información sobre los ERE hay que sumar otros casos relacionados con la corrupción que no quedan lejos de Juan Espadas. Su esposa está investigada por un presunto enchufe para trabajar en una fundación asociada a la Consejería de Empleo de la Junta, la extinta Faffe. No es la única posible irregularidad relacionada con esta entidad, cuyo director gerente gastó dinero público en prostíbulos, por lo que también está investigado en los juzgados de Sevilla.

El PP ha advertido al PSOE sobre este riesgo de "hablar de familias", en referencia a la citada investigación que está en manos de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil. Moreno ordenó evitar este asunto durante la campaña, pero, según explican fuentes de San Telmo, en el seno del PP hay quien apuesta por airear este asunto para erosionar al líder socialista, que todavía no se ha consolidado del todo como jefe de la oposición.