El Gobierno afirma que la Macarena exhumó a Queipo de Llano sin notificación previa

El Gobierno asegura que ni la familia de Gonzalo Queipo de Llano ni la Hermandad de la Macarena notificaron al Ejecutivo que la exhumación del cuerpo del general golpista se iba a producir en la madrugada del miércoles al jueves. Así lo explican desde la Delegación del Gobierno en Andalucía, que confirmó la salida de los restos del militar franquista y del también general Manuel Bohorquez pasada la medianoche. Esta fue la razón por la cual no hubo un representante del Ejecutivo central en la exhumación, que se puso en marcha en cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática, que entró en vigor el pasado 20 de octubre.

El protocolo enviado a la corporación sevillana por la secretaría general de Memoria Democrática recomendaba que la exhumación contase con allegados a los dos militares, un representante de la hermandad y uno de las Administraciones públicas. En la tarde del miércoles, la Delegación del Gobierno en Andalucía negó tener conocimiento de alguna novedad en el proceso de exhumación de los militares franquistas, que se activó con el envío de una carta del Ministerio de Presidencia a la Macarena el pasado 24 de octubre. En la mañana de este jueves, fuentes del departamento que dirige Félix Bolaños han confirmado que ya habían recibido la notificación de la corporación.

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De madrugada, la Hermandad de la Macarena envió un comunicado que confimaba la exhumación y afirmaba que contaba con "el consentimiento" de las familias de los dos militares. En el texto, subraya la disposición de los Queipo y los Bohórquez a colaborar con la entidad "evidenciando así su consideración" con la misma y pide "respetos" para los familiares de los generales franquistas. Además, reclama "ser dejada al margen de cualquier polémica ideológica y política ajena a los fines de la misma y a su condición de asociación de fieles católicos" y muestra su deseo de "desaparecer del foco mediático por este asunto ya resuelto".

En el comunicado no se hace referencia alguna a la notificación al Gobierno el comienzo del proceso de exhumación y en él la hermandad se limita a requerir que "nadie la utilice con intereses partidistas, políticos o ideológicos. También reitera que "en todos estos años" ha cumplido la legislación vigente y muestra su compromiso con "las leyes de un estado democrático", así como que han solicitado numerosos informes al respecto que confirman la legalidad de sus acciones.

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Fuentes del Ministerio de la Presidencia negaron, cuando ya estaba en marcha la exhumación, estar al corriente de la situación, que, aseguran, corresponde "a la cofradía". La Hermandad de la Macarena es la propietaria de la basílica donde estaban enterrados Gonzalo Queipo de Llano y su mujer, Genoveva Martí; y el tamién general Manuel Bohorquez, auditor de guerra durante la contienda. Al tratarse de un lugar privado, pero de acceso público, la presencia de estos militares franquistas va contra el artículo 38.3 de la Ley de Memoria Democrática, por lo que su salida era cuestión de tiempo desde la entrada en vigor de la norma.

El hermano mayor de la corporación, José Antonio Fernández Cabrero, avanzó a 'El País' que su intención era proceder a la exhumación en noviembre y de forma discreta. La posición de la entidad, que posee la principal devoción de la Semana Santa Sevillana, ha consistido en todo momento en agarrarse a la legislación vigente en cada momento. La ley andaluza de Memoria Democrática, aprobada en 2017, no llegó a contar con los reglamentos que habrían hecho posible la salida de Queipo de la basílica.

Han sido necesarios otros cinco años para activar el desalojo de los restos del general golpista del templo. Finalmente, sobre las 02:20 de este jueves, la furgoneta de la funeraria abandonó la basílica de la Macarena con los restos del militar y su esposa después de unas dos horas de trabajos en los que se escuchó desde fuera la acción de los martillos que levantaron la losa que cubría los enterramientos de ambos.

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Los familiares de los citados militares franquistas acudieron en la noche del miércoles al lugar vestidos de negro. Primero llegó un coche fúnebre, al filo de la medianoche, que se llevó los restos de Bohórquez, que hasta entonces reposaba a los pies de la virgen. Después comenzaron a oirse los ruidos de la maquinaria para sacar los ataudes de Queipo de Llano y su esposa, que estaban bajo una losa con sus nombres en una capilla dedicada a San José, en lado del evangelio de la basílica. Sobre la 1:30 de la madrugada entró en el edificio un segundo coche fúnebre para llevarse los restos del general.

El lugar de reposo del que fue el responsable de la represión franquista en el sur de España será decidido por sus famliares, toda vez que se ha descartado que vaya a ser depositado en el columbario de la Hermandad de la Macarena. En la losa que cubría la tumba ya solo figuraba el nombre del militar, con su título de hermano mayor honorario y el escudo de la corporación. En 2009 ya fueron eliminados los reconocimientos militares del dirigente golpista nacido en Tordesillas y la fecha del golpe del 18 de julio de 1936. La pasada semana, las tumbas amanecieron con sendos ramos de flores con los colores de la bandera de España.

La relación de Gonzalo Queipo de Llano con la hermandad de la Macarena fue muy estrecha, ya que el militar castellano buscó desde su llegada a Sevilla, donde dirigió las tropas de Franco durante la guerra civil, una identificación con la principal devoción de la ciudad. Fue quien promovió la construcción de la basílica en el solar donde hubo un bar frecuentado por anarquistas y también la cesión de la corona de oro de la imagen mariana para sufragar los gastos de la contienda. "Después se la devolvió", recuerda el antropólogo sevillano Isidoro Moreno, que explica que el general intentó "apropiarse" de la Macarena. Fue enterrado con la túnica blanca de la hermandad, a petición propia y así debe estar, ya que los cuerpos de Queipo y su esposa fueron embalsamados.

Frente a la basílica de la Macarena, cuando se conoció la exhumación del militar, se concentraron curiosos y representantes del movimiento memorialista, como Paqui Maqueda, que expresó a los periodistas su alegría por la salida de los restos de Queipo de Llano gracias a la ley y ensalzó el trabajo de las organizaciones que llevan años solictando el traslado del enterramiento. Maqueda recordó que en el cementerio de San Fernando de Sevilla se está excavando ahora la fosa de Pico Reja, donde hay cuerpos de centenares de represaliados en la Guerra Civil por orden precisamente del militar castellano.