De símbolo de la corrupción a recinto ferial: la nueva vida de La Caridad de Roca

Sus algo más de 81.000 metros cuadrados simbolizaban la corrupción que durante años sangró Marbella. Un espacio sobre el que se extendía una impresionante yeguada y que el cerebro de la trama del caso Malaya, Juan Antonio Roca, transformó en su particular museo de la caza. Estancias decoradas con la naturaleza muerta de ejemplares disecados y que alumbraron icónicas imágenes que ponían de relieve la magnitud del caso. Es La Caridad. Una finca que el ayuntamiento marbellí recibió como pago de las indemnizaciones de los numerosos procesos derivados de la gestión 'gilista' y que ahora se transformará en un espacio para eventos. La feria de San Pedro Alcántara, que arranca este lunes, será uno de sus primeros eventos.

La Caridad y Siete Corchones fueron entregadas a la ciudad como parte del pago de las responsabilidades civiles correspondientes a los casos Saqueo I y II y que ascendían a 24,3 y 42,4 millones de euros, respectivamente. Embargadas durante la operación Malaya, la primera se incorporó al Patrimonio Municipal de Suelo en febrero de 2019, en virtud de la disposición recogida en los presupuestos generales del Estado de 2018. Esta facultaba al ayuntamiento a obtener el dinero y los bienes abonados y embargados a los condenados en procedimientos judiciales por corrupción con sentencia firme.

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La finca se valoró finalmente en 5.079.874,51 euros, a pesar de que estuvo a la venta por un precio de unos ocho millones. Fue a través de la web que se habilitó para convertir en dinero líquido muchas de las propiedades y bienes embargados a los condenados, y en ella se ofrecía una detallada descripción. "Destinada a la explotación ganadera de la yeguada de caballos de pura raza española bajo el hierro de Marqués de Velilla", La Caridad dispone de numerosas instalaciones relacionadas con la equitación, como una pista de entrenamiento de trotones que dispone de un pequeño graderío para la observación de los entrenamientos; una amplia zona de parideras de yeguas y una clínica veterinaria que incluye sala de reconocimiento y quirófano; una pista de concurso de doma con suelo arenoso especial, gradas para jueces y un gran espejo para la corrección de defectos de la doma por el propio jinete; cuadras con boxes; espacios destinados al aseo de los caballos tras los entrenamientos; trasteros, una perrera, e incluso un estercolero.

En el terreno también se alzan edificaciones de carácter residencial y otras con carácter exclusivamente ornamental o recreativo, "como son diversas salas destinadas a la exposición de trofeos de caza, y en cuyos vestíbulos se guardan trajes, armas y utensilios relacionados con la cacería". "En el patio noble de la finca hay dispuesta una capilla con apreciado e interesante mobiliario decimonónico", que se encuentra junto a una sala de exposición de carruajes de época y aparejos de caballerías. El resto de la superficie está dividido en cercados con vallas de traviesas de ferrocarril para separar a los animales por edades, sexo y otras circunstancias.

La finca, de más de 81.000 metros cuadrados, estuvo a la venta en internet por unos ocho millones de euros

La Caridad, que también fue escenario de un exótico 'robo' con dos cuernos de rinoceronte como protagonistas, y cuya investigación apuntaba a una red internacional centrada en la sustracción de trofeos de caza, se abre ahora a toda la ciudadanía marbellí. El consistorio ha decidido transformar este espacio en una zona de eventos que a partir de este lunes será el recinto ferial de San Pedro. La alcaldesa, Ángeles Muñoz, remarcó la labor realizada para que los terrenos "regresasen a los vecinos". "Además de haber logrado realizar un gran equipamiento público —el más grande que tiene el término municipal— para albergar nuestras ferias, sirve para la realización de otros eventos sociales o culturales que se celebren en el municipio", destacó, antes de especificar que, para habilitar la parcela, "se ha hecho una demolición extensa de muchas de las partes para hacerlas más acordes a las necesidades del recinto y hemos respetado las edificaciones con carácter andaluz que entendíamos tenían valor".

El espacio tendrá una avenida principal con 14 casetas en formato de asociaciones, tradicionales y privadas, a las que se sumarán una caseta de la peña caballista con picadero; la caseta Mi Hogar, para los mayores, que tendrá música en directo cada día; la caseta municipal, de 2.000 metros cuadrados, donde se celebrarán conciertos, y el palenque municipal en formato de caseta familiar, donde actuarán orquestas y academias de baile. Hay que añadir las zonas de atracciones infantiles y de adultos, medio centenar en un espacio de 40.000 metros cuadrados, y un área para alimentación, tómbolas y demás puestos.

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La seguridad del recinto estará garantizada con un sistema de videovigilancia. "Esta es la feria de la vuelta a la normalidad tras la pandemia", afirmó Muñoz, que recordó que, "en los dos últimos años, aunque no se ha prescindido de celebrar las fiestas patronales, los actos han estado marcados por las restricciones propias de la crisis sanitaria".