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Jesús Candel o 'Spiriman': del médico noble y altruista al personaje viral (y polémico)
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Susana Díaz, centro de sus críticas

Jesús Candel o 'Spiriman': del médico noble y altruista al personaje viral (y polémico)

Mezcló sus reivindicaciones legítimas en defensa de la sanidad pública andaluza con declaraciones polémicas que le costaron más de una condena por injurias

Foto: Jesús Candel, ante el hospital de Granada, en una fotografía de archivo. (R. M.)
Jesús Candel, ante el hospital de Granada, en una fotografía de archivo. (R. M.)

Jesús Candel, el médico granadino, ha muerto a los 46 años. Spiriman, el personaje creado en 2012, seguirá vivo, como refleja el vídeo póstumo que se ha colgado en sus redes sociales apenas dos horas después de conocer su fallecimiento, cuyo texto son unos escuetos puntos suspensivos a modo de 'continuará'. A Candel pocos dudarían en poner su nombre a un centro de salud. Con Spiriman el debate está abierto por la legión de detractores y damnificados por sus declaraciones y palabras gruesas, además de las controvertidas declaraciones sobre el cáncer y la pandemia que fue dejando en los últimos años.

Spiriman nació en 2012, con las gafas y el gorro que después le convertirían en el superhéroe de las movilizaciones en Andalucía por la Sanidad. Pero en esta primera etapa estaba dedicado a la Fundación Spiribol, que popularizaba el famoso juego de tenis con la pelota atada a una cuerda y cuyos beneficios dedicaba a los niños. Por entonces solía aparecer con una nariz de payaso y pasaba por ser un personaje amable, una especie de Patch Adams a la granadina.

Todo cambió en 2016, cuando subió un vídeo a las redes sociales criticando el estado de la salud pública, que se volvió viral y le convirtió en una celebridad. Aquí, Spiriman empezó a ganarle terreno a Candel. Su lenguaje llano trufado de insultos conectó con miles de personas, emergió en abanderado de un 15-M sanitario en el que todos sus post alcanzaban inmediatamente la categoría de viral. Y lo mismo despotricaba sobre sus superiores que subía un vídeo recomendando no usar el papel higiénico tras visitar el excusado.

Foto: Jesús Candel, con gafas de sol, en una de las manifestaciones por la sanidad pública que impulsó en Granada. (EFE)

En ese momento, la Junta de Andalucía había decidido implantar la fusión hospitalaria con la inauguración del hospital Clínico de San Cecilio. Fue el principio del fin para el Gobierno socialista de Susana Díaz por la riada de movilizaciones lideradas por Spiriman pidiendo dos hospitales completos. Y con su palo-selfie y sus demoledores vídeos doblegó el brazo de la Junta, que tuvo que dar marcha atrás tras las movilizaciones en Granada, con cientos de miles de asistentes, que se extendieron por el resto de capitales andaluzas.

El problema es que mezcló sus legítimas reivindicaciones con unas declaraciones más que polémicas. Dejó frases como "Susana, eres una hija de puta" o "socialistas de mierda, nazis de mierda", en referencia a la expresidenta de la Junta y su partido. Paradójicamente, su padre fue un alto cargo del PSOE. Otro de los protagonistas de sus vídeos fue el entonces viceconsejero de Salud, Martín Blanco, al que toda Granada comenzó a conocer como Martín White por la afición de Candel al 'spanglish'. Periodistas a los que cuestionaba por su sexualidad, jueces, políticos, compañeras de profesión a las que acusaba de "bajarse las bragas"... Su verborrea llegó al punto de casi tener que crear un club de damnificados por Candel, que comenzó a alternar vídeos con comparecencias en los juzgados.

Y las condenas fueron llegando, con un chascarrillo que corría por Granada, que decía que "tienes más trabajo que el abogado de Spiriman". En 2019, fue llevado a juicio por un vídeo de YouTube por el que fue acusado de un delito de calumnias contra el fiscal jefe de Granada, Pedro Jiménez Lafuente. El Tribunal Supremo le condenó en julio de ese año a pagar una multa de 6.480 euros por un delito continuado de injurias a Susana Díaz. También fue condenado a pagar una multa de 2.500 euros por los insultos contra Martín Blanco, y otra de 16.000 al presidente de Facua, Rubén Sánchez, en concepto de costas por una demanda que había interpuesto el médico.

Foto: "Spiriman" en el juzgado por injurias al fiscal jefe de Granada. (EFE/Miguel Ángel Molina)

Hasta el Colegio de Médicos, aliado de Spiriman en las movilizaciones, llegó a inhabilitar al facultativo, aunque el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de Granada la anuló posteriormente porque la notificación no se realizó "en debida forma".

Pero un poco antes, en 2018, Spiriman estaba en su cenit y se especulaba sobre su posible desembarco en la política, algo que finalmente nunca se produjo, mientras repartía críticas por igual a PSOE, PP, Cs, Vox o Unidas Podemos. Además de Susana Díaz, Juanma Moreno —al que apodó como Nocillas—, Juan Marín o Teresa Rodríguez fueron protagonistas de esta etapa de Candel, que defendió con uñas y dientes lo apolítico de su movimiento por la sanidad, un caramelo para el resto de partidos de cara al sueño, que entonces parecía imposible, de sacar al PSOE de San Telmo.

El milagro llegó y el nuevo Gobierno de Juanma Moreno contrató como asesores a dos colaboradores de Spiriman, que no duraron mucho en sus puestos. El médico acabó atemperando sus críticas una vez que anunció, en agosto de 2020, que padecía un cáncer de pulmón.

Foto:  médico Jesús Candel, conocido como "Spiriman". (Efe)

Y a partir de aquí centró toda su energía en crear la Unidad de Apoyo a Pacientes Oncológicos (UAPO) una fundación multidisciplinar de ayuda a pacientes oncológicos por medio del ejercicio físico y la fisioterapia, que por el momento cuenta con centros en Málaga y Granada mientras esperaba abrir próximamente en Jaén y Madrid. Esta fue una constante, utilizar su desmesurada energía en causas loables y prestar su altavoz a todas las injusticias que le llegaban.

Pero tampoco estuvieron exentas de polémica algunas de sus declaraciones sobre el cáncer. Llegó a afirmar: "El que se quiere curar de cáncer se cura y el que no, se muere". Muchos enfermos y familiares de fallecidos entraron en cólera y, de hecho, son muchos los tuits que han recordado esta desafortunada frase, con la que solo pretendía darse un chute de adrenalina, a él y a todos los pacientes.

Después llegó la pandemia, donde sus controvertidas opiniones le valieron también el reproche de muchos médicos. Al comienzo no dudó en quitarle hierro al coronavirus, al que rebautizó como "coronapollas", diciendo que era poco menos que un resfriado y un "virus de pacotilla". Sus miles de seguidores han ido viendo a través de sus vídeos como la enfermedad le iba haciendo mella, como desaparecía por la quimio su característico pelo ensortijado y cómo su voz se iba quebrando cada vez más hasta quedarse en un susurro. Pero nunca quedará en silencio pese a su temprana muerte.

Jesús Candel, el médico granadino, ha muerto a los 46 años. Spiriman, el personaje creado en 2012, seguirá vivo, como refleja el vídeo póstumo que se ha colgado en sus redes sociales apenas dos horas después de conocer su fallecimiento, cuyo texto son unos escuetos puntos suspensivos a modo de 'continuará'. A Candel pocos dudarían en poner su nombre a un centro de salud. Con Spiriman el debate está abierto por la legión de detractores y damnificados por sus declaraciones y palabras gruesas, además de las controvertidas declaraciones sobre el cáncer y la pandemia que fue dejando en los últimos años.

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