El millonario que protege tu dinero se regala el ‘circuito de las estrellas’ de Ronda

Cuentan que tiene poco más de 60 socios y que son tan exclusivos que abonan una cuota anual de entre 10.000 y 14.000 euros tras una matrícula de entrada que puede llegar a alcanzar los 150.000. Entre los nombres conocidos que dicen que forman parte de este selecto grupo, Jay Kay, cantante de Jamiroquai, o el expiloto de Fórmula 1 Damon Hill. Pero relatan que la lista de clientes vip es mucho mayor. Empresarios de distintos ámbitos, deportistas y famosos de nuevo cuño que encuentran en un paraje natural de la Serranía de Ronda una lengua de asfalto donde disfrutan de su pasión por los coches y la velocidad. Es el Circuito Ascari. Una infraestructura que meses atrás cambiaba de propietario en una millonaria operación sobre la que no trascendieron detalles. Hasta ahora. Ya que El Confidencial ha podido saber que el comprador último es uno de los emprendedores más importantes a nivel internacional: Francisco Fernández, fundador de Avaloq, una compañía de ciberseguridad centralizada en el sector bancario. “El hombre encargado de proteger nuestras cuentas en todo el mundo”, como lo describió la BBC.

Según distintas fuentes consultadas por este periódico, la venta se cerró por al menos 25 millones de euros y se fraguó tras un largo periodo de negociaciones. El circuito informaba en noviembre del año pasado del cambio de titularidad y explicaba que Jesús Gijón relevaba en el puesto de CEO a Melchor Durán. “Circuito Ascari SL inicia una nueva etapa en Ronda tras llevarse a cabo en los últimos días un cambio de propiedad después de que dos sociedades hayan adquirido la empresa. De igual modo, se ha llevado a cabo una reestructuración en la dirección general”, explicaba, sin ofrecer más detalles. Solo expresaron su deseo de “potenciar sinergias entre la empresa y el territorio que la acoge”, además de mostrar su preocupación por los proyectos de construcción de parques fotovoltaicos en la zona y el impacto estético y medioambiental que pudiesen generar.

En la operación participaron una sociedad española y otra suiza, aunque el titular último del circuito es el empresario Francisco Fernández

La operación estuvo tutelada por los abogados y asesores fiscales del bufete Ruiz Ballesteros, así como por los profesionales de UHY Fay and Co, que protegieron los intereses de Klass Zwart, el antiguo propietario, y el comprador, respectivamente. Ningún miembro de ambos despachos quiso ofrecer dato alguno relacionado con la transacción: “No podemos hablar de las operaciones empresariales que realizamos”, se excusaron.

En la compra, estuvieron implicadas dos sociedades mercantiles —una española y otra suiza—, aunque ahora trasciende que el titular último del circuito es el empresario suizo de origen español Francisco Fernández. Hijo de refugiados que huyeron a Suiza durante la Guerra Civil, fundó Avaloq a principios de los noventa, una compañía experta en el ámbito de la ciberseguridad en entidades financieras.

Conocido por su carácter reservado, una información de la BBC aseguraba que 450 bancos de todo el mundo, entre los que se encontraban Barclays, HSBC o Deutsche Bank, empleaban sus 'softwares' y precisaba que había pasado de una plantilla de 20 empleados a 2.500; 500 de ellos, programadores. Posteriormente, trascendió que contaba con 150 clientes en 30 países.

Un vistazo a su perfil de Twitter da pistas inequívocas sobre el desembarco de Fernández en la Serranía de Ronda. El pasado 15 de febrero, por ejemplo, comentaba una noticia sobre los megaparques solares en la zona y criticaba: “Una catástrofe para el bello paisaje y el turismo de Andalucía. ¡No se resuelve un problema creando otro mayor!”. Y difunde diversas publicaciones de una compañía que proporciona experiencias inmersivas en carreras de Fórmula 1. Hace dos años, la tecnológica japonesa NEC anunciaba la compra de Avaloq por 1.900 millones de euros.

Construido en 1993

El exclusivo circuito de velocidad fue inaugurado en 2003 y fue la culminación de los deseos de un ingeniero holandés que hizo fortuna con patentes para el sector petrolífero: Klass Zwart. Amante de los coches de carrera, creó su propia marca —Ascari Cars— como paso previo a la adquisición de los terrenos de la Serranía de Ronda, donde acabaría construyendo un recorrido para bólidos cuyo coste se estima en 40 millones.

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Cotizalia

Para conocer sus características, hay que recurrir a publicaciones especializadas. 'Diariomotor' explica que cuenta con 26 curvas —13 de derechas y 13 de izquierdas— que simulan los mejores trazados de Daytona, Silverstone o Spa. “Como homenaje a Alberto Ascari [piloto italiano del que es fan Zwart], hay un zigzag que emula el de Monza, donde perdió la vida en 1955”, señalaba la revista, que detalla que el asfalto se extiende a través de 5,4 kilómetros.

El circuito está homologado por la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), aunque no autoriza las competiciones, por lo que opera como un club en el que los socios pueden correr con sus automóviles. Se estima que el 95% son de origen extranjero y la principal característica de todos ellos es su alto poder adquisitivo, ya que se ha publicado que deben abonar una matrícula de acceso que superaría los 40.000 euros y una cuota anual por encima de los 10.000. Además de poder utilizar las instalaciones, los asociados tienen derecho a servicio gratuito de ingenieros y monitores que les asesoran en aspectos técnicos como mecánica, telemetría y conducción.

El creador de Ascari es Klass Zwart, un ingeniero holandés que hizo fortuna en el sector petrolero

Este equipamiento, que dispone de una casa-club con restaurante, también cuenta con un gran garaje con más de 200 plazas, ocho boxes dobles y lavadero y taller para reparaciones de los vehículos, a lo que se suma una pista deslizante para cursos de conducción segura o una zona de 4×4.

El Confidencial se puso en contacto con Ascari para tratar de abordar las cifras de las transacciones, así como la nueva propiedad y las características del circuito, sin obtener respuesta alguna.