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Juanma I el Ceremonioso: entre la proyección de un nuevo modelo de gobierno y el exceso
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Ya creó un nuevo sello presidencial

Juanma I el Ceremonioso: entre la proyección de un nuevo modelo de gobierno y el exceso

El presidente andaluz, con estudios superiores en protocolo, está empeñado en dotar de mayor solemnidad a los actos de la Junta, como su toma de posesión o la firma del decreto de bajada fiscal

Foto: Juanma Moreno jura el cargo de presidente de la Junta. (EFE/Julio Muñoz)
Juanma Moreno jura el cargo de presidente de la Junta. (EFE/Julio Muñoz)
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Tener la sede de la presidencia de la Junta de Andalucía en un palacio barroco tiene sus ventajas. Eso es lo que debió pensar Juanma Moreno cuando hizo las cuentas en su cabeza en la noche del 2 de diciembre de 2018. Ese día comenzó su andadura el autodenominado como "Gobierno del cambio", un concepto político que también se ha trasladado a las formas. El malagueño es graduado y máster en Protocolo y Organización de Eventos y ha impregnado su acción de una ceremoniosidad que antes no se veía en la región. En su entorno están convencidos de esta apuesta, pero es cierto que también le ha granjeado críticas por lo excesivo de ciertos gestos.

Esta semana ha quedado demostrado con la firma del decreto sobre la rebaja fiscal que ha acabado con el impuesto al Patrimonio en Andalucía. Pero el mejor símbolo de este viraje se produjo el pasado 24 de julio, cuando Moreno tomó posesión como presidente de la Junta por segunda vez. La primera fue en enero de 2019, en el funcionarial salón de usos múltiples del Parlamento andaluz, donde habían hecho lo propio la mayoría de sus antecesores. El líder popular optó por trasladar el acto a la explanada del Palacio de San Telmo, sede de la Junta desde hace 12 años, después de una polémica reforma puesta en marcha por Manuel Chaves y que culminó con José Antonio Griñán en el cargo. El edificio estaba en manos de la Junta desde 1989, cuando José Rodríguez de la Borbolla lo adquirió a la Archidiócesis de Sevilla.

Foto: Juanma Moreno saluda a los asistentes a su toma de posesión. (EFE/Julio Muñoz)

"Don José Antonio ya tiene su Versalles en San Telmo", dijo Javier Arenas cuando acabó la rehabilitación del palacio. El histórico líder del PP andaluz dijo que no pasaría "ni un minuto" en el imponente edificio, pero su sucesor no ha estado nunca por la labor de seguir el consejo. Todo lo contrario, ya que aprovechó la fachada barroca para dar cuenta de su apuesta por una mayor pomposidad y de alejarse del protocolo empleado por el PSOE andaluz en sus 37 años de mandatos ininterrumpidos.

"Moreno entiende perfectamente la alta potencia del protocolo para comunicar", apunta Gerardo Correas, presidente de la Escuela Internacional de Protocolo, donde el presidente de la Junta cursó algunos estudios. Para este experto, la toma de posesión del pasado 24 de julio es el ejemplo perfecto del intento del malagueño por "actualizar y singularizar" la figura del presidente de la Junta y a la propia institución.

En el entorno de Juanma Moreno consideran que los actos organizados por los socialistas carecían de la solemnidad necesaria. Quedaban muy lejos las tomas de posesión de otros presidentes autonómicos, como ocurre con los lendakaris vascos, que juran el cargo junto al Árbol de Gernika en una ceremonia establecida por José Antonio Aguirre en 1936. Pero la comparación no siempre es beneficiosa. Sobre todo si se tiene en cuenta la apuesta por la moderación y la constante huida del concepto de mayoría absoluta que ha practicado Juanma Moreno desde antes de las elecciones. "La entronización de un presidente absoluto", le afeó el socialista Mario Jiménez en redes sociales.

La imagen televisada del presidente y su mujer bajando por la escalera de San Telmo cogidos de la mano llamó la atención y recordó a las parejas presidenciales americanas o al francés Emmanuel Macron, que había tomado posesión unos meses antes en el Palacio del Elíseo. Gerardo Correa considera que no hubo excesos, sino que el protocolo fue "exacto, cuidado, prudente y muy medido", lo que le permite "singularizar su manera de hacer".

Lo que hay detrás de esta forma de gobernar es el interés personal de alguien que ha seguido con atención los fastos por el funeral de Isabel II. Pero también una apuesta por alejarse de los 37 años de socialismo, como dejó notar en el cambio de imagen corporativa de la Junta y en la creación de un sello para el presidente. Lo hizo durante la pandemia y sin anuncio público, lo que provocó incluso una denuncia del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) por una posible modificación de los símbolos autonómicos de la comunidad, consagrados en el Estatuto.

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) tumbó la demanda, entre otros motivos, porque el Gobierno de PP y Ciudadanos creó 'a posteriori' un manual de diseño que incluía este nuevo emblema. Para zafarse de esta polémica, el Ejecutivo defendió que el escudo se basaba en las medallas de Andalucía que se entregan cada 28 de febrero, aunque con el añadido de una corona real y enmarcada en dos ramas de laurel.

Foto: El polémico nuevo escudo.

El cambio también se ha notado en la cantidad de actos de carácter solemne que se celebran en el palacio barroco que fue de los duques de Montpensier. Moreno ha utilizado casi todos los espacios, incluida la capilla del Buen Aire, donde está la virgen que da nombre a la capital de Argentina. Pero el centro de los grandes eventos suele ser el Salón de los Espejos. Lo que fue un imponente salón de baile para la corte paralela de Antonio de Orleans y la infanta María Luisa, es el lugar reservado para los grandes eventos, pero también para la firma de acuerdos y normas que son relevantes en la agenda del Gobierno andaluz.

La gran dependencia que da acceso a los jardines fue también el punto elegido para rubricar el decreto de la sexta bajada fiscal puesta en marcha por Juanma Moreno. Desde San Telmo recuerdan que se ha hecho en todas las reducciones de impuestos, lo que da pistas sobre la relevancia que le otorga el malagueño a esta decisión. En esta ocasión se hizo acompañar por representantes empresariales, miembros de su gabinete y los técnicos que habían desarrollado el decreto.

Tener la sede de la presidencia de la Junta de Andalucía en un palacio barroco tiene sus ventajas. Eso es lo que debió pensar Juanma Moreno cuando hizo las cuentas en su cabeza en la noche del 2 de diciembre de 2018. Ese día comenzó su andadura el autodenominado como "Gobierno del cambio", un concepto político que también se ha trasladado a las formas. El malagueño es graduado y máster en Protocolo y Organización de Eventos y ha impregnado su acción de una ceremoniosidad que antes no se veía en la región. En su entorno están convencidos de esta apuesta, pero es cierto que también le ha granjeado críticas por lo excesivo de ciertos gestos.

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