‘Negra es la noche’: el Carmen Thyssen profundiza en los bajos fondos

José Gutiérrez Solana, Francisco Bores y Pancho Cossío son tres figuras fundamentales el arte español del siglo XX, heredero de la tradición estilística del XIX, pero que se adentra en otros universos pictóricos antes no experimentados. La sala noble del Museo Carmen Thyssen de Málaga acoge una selección de grabados inéditos de este ‘tridente’ de artistas que profundiza en los bajos fondos.

Sabida es la vinculación de Solana, un escritor notable, con el mundo del hampa, lo noctámbulo, lo oscuro, mientras que en el caso de Bores y Cossío esta negritud se la considera una etapa más en su arte. “En los grabados y litografías de Solana se reflejan mundos sórdidos y arrabales de la vida, frente a la de los otros dos artistas que tienen un aire más moderno”, explica a El Confidencial Lourdes Moreno, directora artística del museo.

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La sala noble del Thyssen malagueño ofrece una puesta en escena muy versátil por sus dimensiones y el concepto de exposición de gabinete. Se trata de un acercamiento íntimo a la obra a través de un proceso de producción más conceptual, dando más margen al autor. “El público se puede hacer una idea de ese ambiente hostil y oscuro al que se enfrentaron”, argumenta Moreno.

‘Mujeres de la vida’

Una de las composiciones más interesantes es ‘Mujeres de la vida’, de José Gutiérrez Solana, un aguafuerte sobre papel, que como el resto de la obra expuesta procede de los fondos de la Colección Museográfica de la Universidad de Cantabria (Sección Arte Gráfico) y que también se titula ‘Las prostitutas’ o ‘El portal de las chicas’.

Esta pieza presentada en Málaga no es antecedente de un óleo sobre lienzo que el autor realiza posteriormente y que se conserva en el Museo de Bellas Artes de Bilbao (1915-1917), sino que se ejecutó entre 1932 y 1933. En la litografía desaparece la representación de la celestina y se conserva el resto de las cuatro mujeres, de diferentes edades.

“De la noche y lo marginal surge toda una iconografía negra, de personajes al margen de la moral y la ley, de olvidados y rechazados, de seres que pululan entre sombras. Un universo que parece encerrado en sí mismo, condenado por su propia exclusión, pero que reta con una mirada directa e intensa a quien observa desde el lado luminoso”, cuenta el catálogo de la muestra.

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Mientras, las xilografías de Bores, aunque editadas de manera póstuma en 1977, se realizaron en los años veinte, cuando el autor estaba impregnado del ultraísmo que se vivía en Madrid. Los contrastes en blanco y negro rememoran a los expresionistas alemanes contemporáneos. Su despegue artístico se produce en París.

Lenguaje expresionista

‘Cora y Enriqueta’, obra fechada en 1923, es una de las composiciones claves de Pancho Cossío, de ascendencia cubana, trasladado a Santander en su niñez y formación en Madrid y París. Colaboró en revistas de vanguardia como ‘Alfar’ o ‘Litoral’. Le influyó el cubismo y su amistad con Bores le sirvió para profundizar en el lenguaje expresionista.

Este lado oscuro de la vida se puede observar, fijándose en cada detalle, hasta el 25 de septiembre.