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Un rato con mi bebé fallecido: "No es tétrico, es mi hijo"
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OTRA FORMA DE AFRONTAR EL DUELO

Un rato con mi bebé fallecido: "No es tétrico, es mi hijo"

Cádiz es pionera en ofrecer una cuna para mantener frío el cuerpo y "regalar tiempo" a las familias en su despedida. Vestirlo, tomar fotos o cantarle una canción ayuda en el proceso de duelo

Foto: Una madre acompaña a su bebé en la Unidad de Cuidados Intensivos de Neonatos. (EFE/Attila Balazs)
Una madre acompaña a su bebé en la Unidad de Cuidados Intensivos de Neonatos. (EFE/Attila Balazs)

La muerte se ha colado donde nace la vida. Es un día negro en el área de Maternidad del Hospital de Puerto Real (Cádiz): una mujer embarazada ha perdido a su hijo tras un sangrado repentino a dos semanas del parto. "Toca acompañarlos en su dolor", adelanta la jefa de Enfermería, Teresa Reyes, que ofrece a la familia utilizar un servicio pionero en España. "Normalmente, se muestran reticentes", confiesa.

La mujer está ingresada tras una cesárea complicada, pero el padre y los abuelos acceden a conocer y despedir al bebé en una habitación diseñada especialmente para estos casos. El cuerpo sin vida está en la 'cuddle cot', una cuna que permite mantenerlo en frío durante horas. Es una situación difícil de afrontar, pero los profesionales les asesoran: les animan a vestir al bebé, a cantarle una nana, a reproducir su huella, a fotografiarse con él… a crear recuerdos. Los familiares aprovechan hasta el último momento y la madre, que llegará a estar intubada por las complicaciones de la cesárea, podrá ver a su hijo dos días después.

placeholder Habitación habilitada en el Hospital de Puerto Real con la cuna de abrazos para que las familias pasen el duelo. (EC)
Habitación habilitada en el Hospital de Puerto Real con la cuna de abrazos para que las familias pasen el duelo. (EC)

Es el resultado de 'El Legado de Oliver', la iniciativa de una pareja de chiclaneros que descubrió las limitaciones del sistema sanitario durante la pérdida de su hijo. Natalie Claytor y Manuel Moreno han donado 'cuddle cot' o cunas de abrazos a todos los hospitales públicos gaditanos. Además, siguen recaudando fondos para entregar más cunas por toda Andalucía.

La 'cuddle cot' utiliza un mecanismo sencillo: una máquina enfría el aire a 8ºC y lo introduce en una manta que rodea al cuerpo para que aguante más tiempo sin que se evidencien los síntomas físicos del fallecimiento. Está diseñada para partos desde las 22 semanas de embarazo y su objetivo es "regalar tiempo" a las familias en su despedida.

Foto: Fuente: iStock.

Natalie, que ha tenido hasta cuatro embarazos fallidos, investigó sobre cómo se afrontan estas situaciones en otros países y descubrió la importancia de humanizar la atención en casos de bebés fallecidos durante la gestación o al poco de nacer. Su aportación, la donación de cunas de abrazos, permite "que ningún familiar salga del hospital sin la oportunidad de estar con su bebé". "Hay quien lo ve y dice: '¡Qué tétrico!'. Pero no es tétrico, es tu hijo", exclama.

Una práctica habitual en otros países

La práctica de pasar tiempo con un bebé fallecido resulta chocante en España, pero está muy asentada en otros países europeos. En el Reino Unido, los hospitales disponen de un edificio dedicado en exclusiva al duelo: allí las familias duermen, pasean y conviven durante el tiempo que necesiten con el cuerpo del bebé. Es un ritual para conocerle y despedirle al mismo tiempo.

Los hospitales gaditanos pusieron en marcha hace tres años un programa de sensibilización destinado a enfermeros, matronas y otros sanitarios con el objetivo de mejorar el cuidado de las familias en duelos en lo que no llegan a conocer a sus hijos. Hasta hace poco se enseñaba el cuerpo a la familia más directa y, aunque la atención dependía de los conocimientos y la empatía del profesional de guardia, generalmente el contacto duraba pocos minutos.

Natalie y Manuel reconocen que, llegado el momento, no sabían cuánto tiempo podían estar con su bebé ni qué hacer en una situación que les resultaba extraña. "Cuando me lo dieron no quería ni cogerlo porque estaba en shock", recuerda él. "Al final me convencieron y fue lo mejor que he hecho en mi vida; ahora tenemos la foto de Oliver enmarcada en casa", añade el padre.

placeholder Natalie y Manuel, durante la entrega de una cuna de abrazos al Hospital de Puerto Real, en Cádiz. (Cedida)
Natalie y Manuel, durante la entrega de una cuna de abrazos al Hospital de Puerto Real, en Cádiz. (Cedida)

Diversos estudios plantean que generar recuerdos con el bebé ayuda a sentar las bases para un duelo "saludable". "Si no lo conoces es como si fuera algo ficticio, como si no lo hubieras vivido", apunta Aroa Vaello, presidenta de la Asociación Andaluza de Duelo Perinatal Matrioskas. Los momentos compartidos con un ser querido, plantea, son una parte fundamental para superar su fallecimiento: "Llama la atención que alguien quiera pasar tiempo con el cuerpo de un bebé, pero tiene lógica: es el único momento en que vas a ponerle una imagen porque lo conoces ahí. Y si no lo aprovechas transitar el duelo será más duro".

El Servicio Andaluz de Salud (SAS) reconoce que la cuna de abrazos "puede ayudar mucho" a los pacientes y destaca su utilidad con madres "que pasen por una cesárea o estén en una Unidad de Cuidados Intensivos" o cuando los padres "están fuera trabajando en el momento del incidente". "La cuna mantiene el cuerpo de los bebés durante unas horas para que los padres puedan despedirse sin prisas ni presiones", explican.

Profesionales

En cualquier caso, el problema no depende solo de recursos como la 'cuddle cot': también es necesario un cambio de mentalidad del paciente. Ante el choque cultural que supone, es "muy difícil" conseguir que la familia esté más de dos horas con el bebé. Casi imposible sin el acompañamiento de un profesional concienciado.

Foto: iStock

Teresa Reyes, del hospital de Puerto Real, destaca la importancia de utilizar "el lenguaje que se necesita en ese momento". "La clave es acompañar a la familia con palabras dulces para animarlas a pasar tiempo con el bebé: '¿Quieres conocer a tu hijo?' '¡Se parece a ti!' '¡Tiene las mismas manos que tú!'. El lenguaje influye", explica Aroa Vaello, que también es matrona en el Hospital de Jerez. "Antes, cuando había menos conciencia, no nombrábamos al bebé por su nombre, sino como el feto. Tratarlo como un resto biológico generaba rechazo a los padres", reconoce.

Los hospitales han cuidado hasta el último detalle. Como ejemplo, las puertas de las habitaciones destinadas al duelo de las familias tienen una mariposa. El objetivo es que, si algún sanitario entra, sea consciente de la circunstancia que se vive dentro. Así se evitan confusiones incómodas en la vorágine del día a día. "A la familia le ayuda mucho ver un espacio habilitado y que el enfermero ofrezca toda la información disponible y las distintas posibilidades", añade Teresa Reyes.

Un duelo silenciado

El duelo tras la pérdida de un bebé suele ser silenciado. A la hora de afrontarlo, es habitual escuchar frases como "lo mejor que puedes hacer es olvidarlo" o "sois muy jóvenes, ya vendrán más". Después, se impone el silencio. "Nadie te habla del tema a pesar de que tenías una barriga y ahora no. Incluso el padre y la madre lo intentan ocultar porque piensan que así será mejor", explica Aroa Vaello, de Matrioskas.

Foto: Cementerio Viejo de Alcalá de Henares. (EFE/Fernando Villar)

De esta forma, el duelo se convierte en "patológico". En muchas ocasiones es "inhibido", lo que impide que haya "fases" y "evolución". "Nosotras planteamos que es necesario llorar al bebé, independientemente de la semana en que muera, y luego quedarnos en lo bueno de haber sido padres, incluso con un bebé fallecido", añade.

Para eso, desde la asociación se organizan actividades como la celebrada recientemente en el Parque Genovés de Cádiz, donde una escultura con una mariposa —símbolo internacional de esta causa— recuerda a todos los bebés fallecidos en la provincia. Durante el acto de presentación, se recordaron sus nombres.

Cádiz lidera esta causa que reclama avanzar en un problema social, de falta de sensibilización y de conocimientos, entre otros motivos, gracias al impulso de 'El Legado de Oliver'. "Debemos recordar a nuestros hijos como hacemos cuando suena una canción en la radio y nos acordamos de nuestras abuelas, de nuestras madres o del familiar que perdimos", plantea Natalie, que sigue recaudando fondos para donar cunas de abrazos a otras provincias andaluzas.

La muerte se ha colado donde nace la vida. Es un día negro en el área de Maternidad del Hospital de Puerto Real (Cádiz): una mujer embarazada ha perdido a su hijo tras un sangrado repentino a dos semanas del parto. "Toca acompañarlos en su dolor", adelanta la jefa de Enfermería, Teresa Reyes, que ofrece a la familia utilizar un servicio pionero en España. "Normalmente, se muestran reticentes", confiesa.

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