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María Jesús Montero, mujer para todo de Sánchez y referente del PSOE-A en la distancia
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La responsable de engrasar la coalición

María Jesús Montero, mujer para todo de Sánchez y referente del PSOE-A en la distancia

La ministra de Hacienda y número dos socialista es la voz andaluza más importante del partido, pero no se espera de forma inmediata un despliegue en su tierra que sirva como revulsivo o para confrontar con Juanma Moreno

Foto: La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en su escaño en el Congreso. (EFE/Kiko Huesca)
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en su escaño en el Congreso. (EFE/Kiko Huesca)
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"A María Jesús Montero la quiere todo el mundo". Esta consideración sale del bando morado del Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos. Pero se escucharon frases similares en el lado socialista. Y en el PSOE andaluz. No hace tanto, en la primera mitad de 2021, el nombre de la ministra de Hacienda aparecía constantemente en las quinielas cuando se abrió la sucesión de Susana Díaz. Su cercanía a Pedro Sánchez y su nula intención de liderar el partido en su comunidad descartaron esa posibilidad. El presidente del Gobierno no se lo llegó a pedir, de hecho. Pero es inevitable ver a la política sevillana como una referente indiscutible para su federación, que pasa por horas bajas. Quizá las peores de la historia autonómica andaluza.

Las reacciones en San Vicente cuando se supo de su ascenso fueron todas positivas. Montero tiene buena relación con Juan Espadas, que acabó siendo el candidato a las primarias para deponer a Susana Díaz y que sí tenía esa voluntad por dar el salto a la política autonómica desde el Ayuntamiento de Sevilla. Con el sevillano, nacido el mismo año que la ministra, el PSOE se quedó en su peor resultado histórico en Andalucía, pero todas las fuentes consultadas dan por hecha su continuidad. Al menos hasta que se celebren las elecciones municipales del 28 de mayo de 2023.

Foto: María Jesús Montero, Juan Espadas y Pedro Sánchez en un acto de la campaña andaluza en Jaén. (EFE/José Manuel Pedrosa)

Aunque Espadas vaya a seguir siendo secretario general del PSOE andaluz, a nadie se le escapa que María Jesús Montero es la andaluza con mayor poder en el partido del puño y la rosa. Hereda este título oficioso precisamente de Susana Díaz, que tuvo un papel crucial desde el final de la etapa de Alfredo Pérez Rubalcaba y hasta que perdió las primarias con Pedro Sánchez, en mayo de 2017. Un año después, el madrileño se convirtió en presidente gracias a una moción de censura y, de forma sorpresiva, llamó a María Jesús Montero para ser su ministra de Hacienda.

Pero esta médica sevillana nacida en 1966 se ha convertido en una figura básica del círculo de poder más estrecho del jefe del Ejecutivo y líder del PSOE. Alguien que conoce a Montero y su forma de trabajar en estos últimos años asegura que la confianza de Sánchez en Montero es incluso "mayor de lo que se ve". La tarea más importante de la dirigente socialista desde que llegó a Madrid ha sido la de engrasar la coalición. "Se lleva bien con todos los ministros", apunta otra fuente, que no hace distingos entre el color político de los miembros del gabinete.

El ascenso de Montero no debe leerse en clave andaluza, pero la opinión de la ministra sobre lo que pasa en su tierra es crucial para Sánchez

Hay una imagen que deja ver perfectamente esta realidad. María Jesús Montero fue quien se encargó de acercar a Nadia Calviño y Yolanda Díaz para fundirlas en un abrazo tras la aprobación de la reforma laboral. Se ha escrito mucho sobre el origen político de la ministra de Hacienda. Se bautizó en política de la mano de los movimientos cristianos de base y siempre ha sido cercana al PCE. El padre de sus hijas ha sido alto cargo en IU, abogado en CCOO y asesor en la actualidad de la coalición Por Andalucía.

Ningún presupuesto con mayoría absoluta

Y lo ha demostrado en la negociación de los siete presupuestos aprobados que han llevado su firma desde que en 2013 se convirtió en consejera de Hacienda del Ejecutivo de Susana Díaz. Ninguno de ellos con mayoría absoluta. Sus tres primeras cuentas las pactó con IU, que gobernaba con el PSOE en Andalucía. Después fue capaz de armar tres presupuestos con Ciudadanos, que fue el socio de Díaz en su última legislatura en San Telmo. Y tiene ya dos presupuestos generales del Estado en su haber, negociados con Unidas Podemos, pero también con el resto de socios de la investidura de Sánchez: del PNV a ERC, pasando por Teruel Existe y el PRC de Miguel Ángel Revilla.

El ascenso a vicesecretaria general del PSOE servirá para poner a prueba, de nuevo, esa capacidad negociadora y engrasar la correa de transmisión entre Moncloa y Ferraz después de la pugna que han mantenido su antecesora (y amiga) Adriana Lastra, y Santos Cerdán, secretario de Organización de los socialistas. La decisión de Sánchez y su confianza en Montero dejan claro que el nuevo papel de la sevillana no debe leerse en clave andaluza, sino en un movimiento pensado para intentar mejorar las expectativas del PSOE ante el ciclo electoral que se avecina.

placeholder Pedro Sánchez y María Jesús Montero, en un acto del PSOE. (EFE)
Pedro Sánchez y María Jesús Montero, en un acto del PSOE. (EFE)

Pero esta relevancia de Montero en el núcleo duro del presidente del Gobierno permite afirmar que todo lo que pase en Andalucía tendrá el visado de la ministra de Hacienda. A su conocimiento de la federación más grande del PSOE se suma la "intuición política" que se le atribuye. Hasta el momento, la presencia de la sevillana en su tierra no ha sido especialmente visible. La pandemia dificultó los viajes y la guerra abierta en el socialismo andaluz por la sucesión de Susana Díaz no ayudó a mejorar esta visibilidad.

"Está muy pendiente", cuenta una fuente que ha trabajado codo con codo con ella. Pero no se espera un despliegue inminente de Montero en Andalucía. La razón es sencilla, ya que tiene por delante la elaboración del que debe ser el último presupuesto de la legislatura, con una situación económica complicada y con los partidos tomando ya posiciones ante la doble elección de 2023: autonómicas y municipales en mayo y generales a final de año.

Una vez finalice el proceso de elaboración de los presupuestos, en diciembre, es probable que Montero empiece a dejarse ver más por Andalucía. Lo que no se espera es que se convierta en ariete contra el Gobierno andaluz, ya que su adversario es el jefe de Juanma Moreno. Las redes sociales de la ministra, que no es muy activa en Twitter, han empezado a tomar vuelo en las últimas semanas con duras afirmaciones sobre Alberto Núñez Feijóo y su discurso económico. "El señor Feijóo es un insolvente o actúa de mala fe", publicó recientemente en respuesta a una entrevista del líder popular.

Cosa distinta es que en el Gobierno andaluz sí vayan a poner el objetivo en las políticas de Montero. Su pasado como consejera de Hacienda la persigue, sobre todo, en materia de financiación autonómica. Ella fue quien impulsó, con la bendición de Susana Díaz, un acuerdo sobre el reparto de fondos entre las comunidades para erosionar al Ejecutivo de Mariano Rajoy. El PP, con Juanma Moreno como líder de la oposición, se sumó al pacto pergeñado por las izquierdas y ahora, con el PP en San Telmo y el PSOE en Moncloa, lo utilizan como punta de lanza para confrontar con Montero.

"A María Jesús Montero la quiere todo el mundo". Esta consideración sale del bando morado del Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos. Pero se escucharon frases similares en el lado socialista. Y en el PSOE andaluz. No hace tanto, en la primera mitad de 2021, el nombre de la ministra de Hacienda aparecía constantemente en las quinielas cuando se abrió la sucesión de Susana Díaz. Su cercanía a Pedro Sánchez y su nula intención de liderar el partido en su comunidad descartaron esa posibilidad. El presidente del Gobierno no se lo llegó a pedir, de hecho. Pero es inevitable ver a la política sevillana como una referente indiscutible para su federación, que pasa por horas bajas. Quizá las peores de la historia autonómica andaluza.

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