Un Juanma Moreno consolidado inicia su segundo mandato con perfil económico

El segundo mandato de Juanma Moreno al frente de la Junta de Andalucía echó ayer a andar. Había comenzado el 19 de junio, cuando logró una mayoría absoluta histórica para el PP. La magnitud de la victoria anticipaba una rápida conformación de su segundo Gobierno, que se conocerá este lunes. Tres años y medio después de su primer debate de investidura, Juanma Moreno salió del salón de plenos de la Cámara andaluza consolidado como el barón más influyente de su partido. Pero también como el responsable de manejar un mandato que comenzará nublado por los nubarrones económicos que se aproximan y sobre los que el malagueño advierte constantemente.

No es casualidad que en varios momentos de sus intervenciones aludiese a la decisión del BCE de subir los tipos de interés por primera vez en una década. Gran parte su discurso de investidura era de contenido económico e iba dirigido a "las familias" y los efectos que la crisis de precios está teniendo ya en los andaluces. Esa constatación de que vienen tiempos difíciles no está reñida con un enfoque "catastrofista", ya que Moreno alejó la posibilidad de que Andalucía entre en recesión ante la decisión del Banco Central Europeo de "enfriar" la economía para evitar el alza de la inflación.

Hay que tener en cuenta las diferencias que hay entre el proceso de investidura que terminó ayer en el antiguo Hospital de las Cinco Llagas y el de 2018. Juanma Moreno llegaba entonces con el peor resultado de la historia del PP y apoyado en un Ciudadanos casi en igualdad de condiciones. Pero, sobre todo, con un Vox que estaba dispuesto a ejercer su condición de llave de la mayoría del cambio andaluz. De dar la puntilla a 37 años ininterrumpidos de mandatos socialistas.

En ese contexto se entendió la tensión y la expectación que generó aquel proceso de investidura. Los contrastes fueron mucho más allá de la diferencia de temperatura de la actual ola de calor y el frío intenso que se deja notar en los pasillos del viejo hospital cuando es invierno. En el último mes, no ha habido ni rastro de líderes nacionales en Andalucía, al contrario que ocurrió en 2018. Habrá que esperar al acto de toma de posesión que se celebrará el sábado frente al palacio de San Telmo y donde acudirán Alberto Núñez Feijóo e Isabel Díaz Ayuso, entre otros dirigentes del PP.

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Allí estará también Macarena Olona, portavoz de Vox, que en este debate de investidura también estrenó su nueva estrategia. Moreno salió elegido con los 58 votos favorables del PP, pero contó con la abstención de los 13 diputados que comanda la política alicantina. Olona no había adelantado el sentido de su voto en un discurso muy ideológico y con guiños a la ultra italiana Giorgia Meloni. Pero, al mismo tiempo, hizo constantes llamadas a la colaboración —"aprovechemos esta mayoría absoluta"— que han dado pistas sobre el sentido del voto del partido de Santiago Abascal.

La abstención de los 13 de Vox no tenía efecto en el resultado de la votación, pero es una muestra de esa "generosidad" que Moreno reclamó antes de la constitución de Parlamento, después de cederle el PP un asiento a Vox en la Mesa. Además, el movimiento encaja con el cambio de fórmula de hacer oposición anticipado por la dirigente de Vox. Olona ofreció una oposición "leal, pero vigilante" ante una mayoría que espera que "no adopte el rodillo". Se entiende así que, cuando le llegó su turno para votar, ofreció a Moreno una "afectuosa abstención".

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El segundo debate de investidura de Juanma Moreno estuvo marcado por ese tono sereno con el que el presidente impregnó la campaña del 19 de junio. El malagueño cerró su intervención ensalzando el ambiente cordial que ha marcado las 10 horas de pleno y después, ya en la puerta del plenario, aseguró que el debate de este jueves fue "ejemplo" para el resto de España. La incógnita es saber hasta cuándo durará la tregua, ya que falta menos de un año para unas elecciones municipales que son primordiales para todos los partidos. Y, después, salvo sorpresa, habrá generales.

El PSOE tiene en ese nuevo ciclo electoral el reto de despertarse y de afianzar un nuevo liderazgo que todavía no se ha consolidado. Juan Espadas, que comenzó su andadura al frente del PSOE andaluz ofreciendo una oposición pactista, retomó la fórmula y le tendió la mano al presidente con cinco propuestas de acuerdo sobre un paquete de medidas contra la inflación, fondos europeos, servicios públicos, la mejora del medio ambiente y un "pacto por el ejercicio pleno de los derechos básicos de la ciudadanía", con medidas que van de la igualdad al acceso a la vivienda.

El intercambio entre Espadas y Moreno tuvo más voltaje que el resto. Y, aun así, no saltaron demasiadas chispas. "Nunca hacer tampoco fue tan rentable electoralmente"; espetó el exalcalde de Sevilla en su estreno en la tribuna del Parlamento. Esa crítica dejó ver al Juanma Moreno más crispado de todo el debate, ya que entendió la frase del socialista como una forma de restar inteligencia a los votantes. "¿Está usted diciendo que los andaluces no son lo suficientemente lúcidos para saber lo que votan?", cuestionó el político malagueño, que atizó a Espadas con su dependencia del Gobierno de Pedro Sánchez e, incluso, se permitió bromear con el nombramiento de María Jesús Montero como número dos del PSOE federal.

El fantasma del presupuesto de 2022

El recuerdo de la negociación del presupuesto de 2022, que naufragó el pasado noviembre, sobrevoló el intercambio entre Espadas y Moreno en un cruce de acusaciones sobre quién fue el culpable de la caída de ese proyecto de cuentas. "Su partido no le dejó hacernos esa foto", le dijo Espadas a un Moreno que dijo no saber por qué el PSOE acabó rechazando un texto que consideraba crucial. Y el político malagueño contraatacó con esa reforma de la financiación autonómica que él sí reclamó desde Andalucía cuando en la Moncloa gobernaba Pedro Sánchez y que, según Moreno, Espadas no reclama con suficiente tenacidad.

"No haré oposición, una oposición destructiva como la que hace muchas veces su partido", insistió Espadas. Esa voluntad, sumada al anuncio realizado por Macarena Olona sobre la "oposición leal, pero vigilante" de Vox, anticipa un arranque plácido de la legislatura. Los 58 escaños del PP son la clave de esta placidez parlamentaria que también incluye a Por Andalucía. La portavoz, Inma Nieto, recordó en su intervención la capacidad de llegar a acuerdos con el Ejecutivo saliente que ha demostrado en la legislatura que acaba de terminar. Ni siquiera el discurso de Teresa Rodríguez, que es quien está más lejos de Moreno en el arco ideológico, ha tenido un contenido excesivamente incisivo, más allá de las diferencias ideológicas.