Juanma Moreno revalida la presidencia andaluza con la abstención de Vox

El Parlamento andaluz ha vuelto a elegir presidente a Juanma Moreno, como estaba previsto dada la mayoría absoluta que el PP logró el 19 de junio. El malagueño ha recibido el apoyo de los 58 diputados populares, pero también la abstención de los 13 de Vox. La portavoz, Macarena Olona, no desveló el sentido de su voto en su intercambio con el jefe del Ejecutivo recién investido, que ha tenido un marcado componente ideológico. Pero las constantes llamadas a la colaboración -"va a tener la ayuda de Vox para proteger a los andaluces, nos va a tener a su lado- han dado pistas sobre el sentido del voto del partido de Santiago Abascal.

El gesto es una muestra de esa "generosidad" que Moreno reclamó antes de la constitución del Parlamento, el pasado 14 de julio, después de cederle el PP un asiento a Vox en la Mesa del Parlamento. Lo llamativo es que los 13 diputados de Vox no votaron al candidato popular a presidir la Cámara, Jesús Aguirre, y ahora sí han evitado rechazar la elección de Juanma Moreno como presidente de la Junta. Este movimiento encaja con el anuncio realizado por la propia Olona, que dijo que estaba deseando hacer una oposición "desde la más grande de mis sonrisas".

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Carlos Rocha. Sevilla

La política alicatina explicó que el cambio en su fórmula de hacer oposición responde al gobierno que tiene enfrente. Su discurso de este jueves en el Parlamento tuvo momentos cáusticos, que beben directamente de los mensajes de la líder ultra italiana Giorgia Meloni. Olona ofreció una oposición "leal, pero vigilante" ante una mayoría que espera que "no adopte el rodillo". Se entiende así que, cuando le llegó su turno para votar, ofreció a Moreno una "afectuosa abstención" sin efectos en el resultado de la votación, pero que sí anticipa momentos de entendimiento entre el PP y Vox, que fueron socios durante la pasada legislatura hasta que la formación de Santiago Abascal decidió cambiar de estrategia para erosionar a Moreno ante la aproximación de las elecciones.

El segundo debate de investidura de Juanma Moreno ha estado marcado por ese tono sereno con el que el presidente impregnó la campaña del 19 de junio. Él mismo cerró su intervención ensalzando el ambiente cordial que ha marcado las diez horas de Pleno y después, ya en la puerta del plenario, ha asegurado que el debate de este jueves es "ejemplo" para el resto de España. Al tono de Olona hay que sumar el de la oposición de izquierdas, a pesar de que PSOE, Por Andalucía y Adelante Andalucía sí han votado en contra de la elección del político malagueño.

Espadas fue el penúltimo portavoz en subirse a la tribuna del antiguo Hospital de las Cinco Llagas, ya que el debate lo cerró el intercambio entre Moreno y su lugarteniente en la Cámara, Toni Martín. El líder socialista, que comenzó su andadura al frente del PSOE andaluz ofreciendo una oposición pactista, retomó la fórmula y le tendió la mano al presidente con cinco propuestas de acuerdo sobre un paquete de medidas contra la inflación, fondos europeos, servicios públicos, la mejora del medio ambiente y un "pacto por el ejercicio pleno de los derechos básicos de la ciudadanía", con medidas que van de la igualdad al acceso a la vivienda.

El intercambio entre Espadas y Moreno ha sido el de más voltaje de los registrados este jueves. Y aún así no han saltado demasiadas chispas. "Nunca hacer tampoco fue tan rentable electoralemente"; espetó el exalcalde de Sevilla en su estreno en la tribuna del Parlamento. Con esa crítica dejó ver al Juanma Moreno más crispado de todo el debate, ya que entendió la frase del socialista como una forma de restar inteligencia a los votantes. "¿Está usted diciendo que los andaluces no lo suficientemente lúcidos para saber lo que votan?", cuestionó el político malagueño, que atizó a Espadas con su dependencia del Gobierno de Pedro Sánchez e incluso se permitió bromear con el nombramiento de María Jesús Montero como número dos del PSOE federal.

El fantasma del Presupuesto de 2022

El recuerdo de la negociación del Presupuesto de 2022, que naufragó el pasado noviembre, ha sobrevolado el intercambio entre Espadas y Moreno -igual que ocurrió entre el presidente y la líder de Vox unas horas antes- en un cruce de acusaciones sobre quién fue el culpable de la caída de ese proyecto de cuentas. "Su partido no le dejó hacernos esa foto", le dijo Espadas a un Moreno que dijo no saber por qué el PSOE acabó rechazando un texto que consideraba crucial. Y el político malagueño contraatacó con esa reforma de la financiación autonómica que él sí reclamó desde Andalucia cuando en La Moncloa gobernaba Pedro Sánchez y que, según Moreno, Espadas no reclama son suficiente tenacidad.

"No haré oposición una oposición destructiva como la que hace muchas veces su partido", ha insistido Espadas. Esa voluntad, sumada al anuncio realizado por Macarena Olona sobre la "oposición leal, pero vigilante" de Vox, anticipa un arranque plácido de la legislatura. Los 58 escaños del PP son la clave de esta placidez parlamentaria que también incluye a Por Andalucía. La portavoz, Inma Nieto, recordó en su intervención la capacidad de llegar a acuerdos con el Ejecutivo saliente que ha demostrado en la legislatura que acaba de terminar. Ni siquiera el discurso de Teresa Rodríguez, que es quien está más lejos de Moreno en el arco ideológico, ha tenido un contenido excesivamente incisivo, más allá de las diferencias ideológicas.