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El desencanto de las 'kellys': "Cuando empiece la campaña para el Gobierno, nos buscarán"
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El desencanto de las 'kellys': "Cuando empiece la campaña para el Gobierno, nos buscarán"

Las camareras de piso cuestionan las bondades de la reforma laboral y dicen que han sido relegadas al olvido. Su asociación en Málaga afirma que, al trabajar en subcontratas, muchas escapan al convenio de hostelería, algo que desmiente CCOO

Foto: Protesta de las 'kellys' de Benidorm pidiendo que se prohíba la externalización de servicios esenciales. (EFE/Morell)
Protesta de las 'kellys' de Benidorm pidiendo que se prohíba la externalización de servicios esenciales. (EFE/Morell)
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"Nos sentimos engañadas. Necesitamos una prueba de que realmente lo que están haciendo sirve de algo, que están preocupados por lo que nos pasa, porque lo que percibimos es que nos están chuleando". Han pasado seis meses desde que el Congreso aprobase el nuevo marco laboral del Gobierno y parte del colectivo de las camareras de piso, las llamadas 'kellys', sigue con una sensación agridulce. Sostienen que no ha sido la panacea que les prometieron y hay trabajadoras que afirman que no han sufrido cambios en sus condiciones de trabajo. Así lo explica la presidenta de la asociación Kellys Unión Málaga, Mari Trini Jiménez, que no oculta cierta decepción con la clase política — "cuando empiece la campaña para el Gobierno, nos buscarán"— y que reitera que "nos han dejado de lado". Frente a esta opinión, la de la secretaria general del Sindicato de Servicios de CCOO de Málaga, Lola Villalba, quien reconoce que "por supuesto que [la reforma laboral] se ha quedado corta", pero que defiende los logros que recoge el nuevo texto y entiende que se han producido importantes avances.

Jiménez recuerda que sus reticencias sobre el nuevo marco laboral no son nuevas. Cuando el Gobierno y las organizaciones sindicales mayoritarias lo bendecían, su asociación expresó serias dudas por una circunstancia que consideraba vital: la modificación de la contratación y subcontratación de obras y servicios. Estas quejas encontraron respuesta en CCOO y UGT, sindicatos mayoritarios en el sector de la hostelería, y principales avalistas de la reforma laboral impulsada por la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, que cargaron con dureza contra Kellys Unión Málaga, a la que acusaron de generar "alarma social y confusión" por unas manifestaciones que tildaron de “absolutamente falsas”.

Foto: Foto: J. S. I. Opinión

"El convenio colectivo de aplicación para las empresas contratistas y subcontratistas será el del sector de la actividad desarrollada en la contrata o subcontrata; es decir, para la actividad de camarera de pisos, se aplicará el de hostelería", sostuvieron las citadas organizaciones sindicales para restañar una herida abierta en el colectivo. Pero Mari Trini Jiménez recalca ahora que el tiempo "nos ha acabado dando la razón". Según explicó a El Confidencial, la mayoría de estas trabajadoras están empleadas por empresas de "multiservicio", que en un porcentaje elevado se acogen al convenio de limpieza. Pues bien, asegura que la circunstancia que se está produciendo es que, cuando las 'kellys' acuden a la vía judicial para que se les aplique el de hostelería, “están perdiendo en segunda instancia”. "Porque una empresa solo puede aplicar un convenio y, lógicamente, eligen el de limpieza", advierte Jiménez, que aseguró que esto genera y extiende una sensación de frustración en el colectivo.

Villalba desmiente esta situación e insiste en que las trabajadoras que tienen una función troncal en la actividad de un hotel, como son las camareras de piso, tienen el derecho a acogerse al convenio de hostelería. Y ha animado a la asociación a enseñar las sentencias o a acudir a los juzgados para denunciar a las empresas que estén vulnerando la normativa, "como hicimos nosotros cuando llevamos a la Inspección de Trabajo a 40".

"Yo soy camarera de piso. Trabajo en un hotel desde que tenía 24 años y, aunque esté liberada por el sindicato, sigo dada de alta en mi empresa. Por lo que sé lo que es trabajar en pisos, cocina…", recordó la representante de CCOO, que señaló que "tenemos más entidad para hablar porque negociamos los convenios y conseguimos que las 'kellys' pasáramos a ser profesionales".

La presidenta de la asociación Kellys Unión Málaga replicó que "nos quejamos" porque "luchamos para que se entrase, en concreto, en la cuestión del convenio", y cuando se ha derogado la reforma laboral de 2012 “se han olvidado de nosotras”. "Teníamos toda la razón, por mucho que nos hayan criticado los sindicatos", señaló con cierto tono de desquite, para seguidamente mostrar las supuestas debilidades de una legislación que —afirmó— “nos han reconocido hasta dirigentes del PSOE”. "Habrá compañeras a las que sí habrán hecho fijas o fijas discontinuas, y estén contentas", pero "a nosotras no nos paran de llover otras a las que han despedido después de haberlas hecho estos contratos, trabajadoras a las que han echado dos meses después del alta, sin explicaciones, ni motivos". El nuevo estatus contractual "igual te ayuda a pedir un préstamo en el banco", aunque Jiménez advierte que, siendo fija discontinua, "trabajas igual o menos que una eventual" y que la eliminación de los contratos de obras y servicios no está reduciendo la temporalidad como se esperaba.

Lola Villalba también discrepa en este punto y sostiene que se está fidelizando a las plantillas de las camareras de piso con los contratos fijos discontinuos. "Se ha dignificado el empleo y se evita la temporalidad", remarcó, para dudar de los despidos que la asociación esgrime porque "ahora hay más demanda que nunca de profesionales" en el sector.

Quejas y sospechas en Benidorm

¿Pero qué piensa el colectivo de otros puntos turísticos tras la entrada en vigor de la reforma laboral? Benidorm, la tercera ciudad de España en número de camas hoteleras tras Madrid y Barcelona, cuenta con unas 4.000 camareras y camareros de piso, cuyo trabajo está muy ligado a la estacionalidad del sector turístico. Pese a los esfuerzos por tratar de sostener la ocupación en los meses valle del año con programas como el Imserso o la captación de turismo extranjero, lo cierto es que para las 'kellys' hay meses de mucho trabajo y otros de menos en los hoteles. Eso explica que los empresarios hayan estirado en el convenio provincial de hostelería la posibilidad de que los contratos fijos discontinuos permitan estar a las camareras hasta seis meses sin empleo.

En Benidorm temen los contratos a prueba para cubrir las necesidades en temporada alta

Yolanda García, portavoz de Las Kellys de Benidorm, señala que, con la reforma laboral, los despidos no han sido la norma general. Pero cree que al disponer de seis meses para desvincularse laboralmente, los empresarios apurarán esa ventana al máximo. "La reforma nos ha dado el derecho adquirido al llamamiento, con el temporal tenías que estar buscando empleo otra vez cuando terminaba, pero podemos estar seis meses fuera".

El sector está viviendo un verano histórico, tras dos ejercicios muy condicionados por la pandemia del coronavirus. La previsión para el invierno no es buena, por la crisis que se anuncia como consecuencia de las tensiones inflacionarias de la guerra de Ucrania. García teme que esos meses malos impliquen períodos sin trabajo y sin ingresos.

La portavoz de las 'kellys' de la ciudad de los rascacielos señala que, aunque no es lo más extendido, hay empresarios hoteleros que están llevando al límite los contratos de prueba, que pueden ser de hasta dos meses. "Sobre todo en bares y restaurantes", dice. Teme que estén empleando este tipo de contratos para cubrir necesidades en los meses de julio y agosto, temporada alta, para luego dejarlos caer sin consolidar a los empleados. “Parece que hay más estabilidad, pero el empresario siempre encuentra un hueco. Y más en este sector, tan pendiente de la ocupación”, dice.

Foto: Imagen de archivo de una manifestación de 'kellys' en Málaga. (Reuters/Jon Nazca)

"Nos han dado de lado, cuando hemos sido quienes han machacado para que se hiciese la reforma laboral", insiste la voz de las 'kellys' malagueñas, que muestra cierta decepción cuando se le pregunta por la sensibilidad que están teniendo los partidos políticos con sus reivindicaciones, máxime cuando recientemente se ha cerrado un periodo electoral con los comicios andaluces. "Esto va por rachas", apunta, "cuando empiece la campaña para el Gobierno, nos buscarán". Pero les avisa de que ya no van a picar con otro "caramelito" que "nos enseñan y luego nos quitan".

Mari Trini Jiménez hace hincapié en que "necesitamos compromisos que nos motiven, que nos convenzan de que realmente lo están intentando", porque "lo que nos han dado hasta ahora no nos ha servido de nada". "Nos sentimos engañadas, nos están chuleando", por lo que "necesitamos una prueba de que realmente están preocupados por lo que nos pasa". Lola Villalba, por si parte, afirma que "por supuesto que la reforma laboral se ha quedado corta", pero recuerda que surge de una negociación en la que todas las partes deben ceder para llegar a un consenso, por eso considera injusta la posición beligerante de la asociación malagueña. “Nadie se ha olvidado de las 'kellys", asegura.

"Nos sentimos engañadas. Necesitamos una prueba de que realmente lo que están haciendo sirve de algo, que están preocupados por lo que nos pasa, porque lo que percibimos es que nos están chuleando". Han pasado seis meses desde que el Congreso aprobase el nuevo marco laboral del Gobierno y parte del colectivo de las camareras de piso, las llamadas 'kellys', sigue con una sensación agridulce. Sostienen que no ha sido la panacea que les prometieron y hay trabajadoras que afirman que no han sufrido cambios en sus condiciones de trabajo. Así lo explica la presidenta de la asociación Kellys Unión Málaga, Mari Trini Jiménez, que no oculta cierta decepción con la clase política — "cuando empiece la campaña para el Gobierno, nos buscarán"— y que reitera que "nos han dejado de lado". Frente a esta opinión, la de la secretaria general del Sindicato de Servicios de CCOO de Málaga, Lola Villalba, quien reconoce que "por supuesto que [la reforma laboral] se ha quedado corta", pero que defiende los logros que recoge el nuevo texto y entiende que se han producido importantes avances.

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