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Yolanda Díaz fracasa en su primer test con las urnas y choca con la desmovilización
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ELECCIONES ANDALUZAS

Yolanda Díaz fracasa en su primer test con las urnas y choca con la desmovilización

Los modestos resultados de Por Andalucía ponen en duda el tirón electoral de la vicepresidenta, a solo tres semanas del lanzamiento oficial de su 'proceso de escucha'

Foto: La vicepresidenta Yolanda Díaz, junto a la candidata de Por Andalucía, Inma Nieto. (EFE/Rafa Alcaide)
La vicepresidenta Yolanda Díaz, junto a la candidata de Por Andalucía, Inma Nieto. (EFE/Rafa Alcaide)

Por Andalucía no es el proyecto político de Yolanda Díaz, como se han encargado de subrayar desde su entorno ya durante la campaña de las elecciones en Andalucía, pero sí con el que más se ha identificado. La vicepresidenta segunda empujó la coalición andaluza para reunificar bajo el mismo paraguas a las fuerzas que se habían fragmentado a la izquierda del PSOE. Todas menos Adelante Andalucía, la candidatura liderada por Teresa Rodríguez. También fue la campaña electoral en la que más presencia ha tenido, tras limitarse en las de Castilla y León a una presencia testimonial y dejar claro su divorcio con la marca de Unidas Podemos. Por último, desde el primer momento saludó a Inma Nieto como su candidata y a Por Andalucía como un modelo a seguir. "Votó Andalucía. Es una noche difícil para las personas progresistas. Necesitamos abrir un nuevo tiempo que mire al futuro. La ciudadanía nos está esperando", reflexionaba anoche Díaz a través de las redes sociales entre el reconocimiento del fracaso electoral y el distanciamiento de su futuro proyecto con esta experiencia.

Con cinco escaños y el 7,68% de los votos —al 99,63% escrutado—, la coalición de Por Andalucía igualó el suelo histórico de IU, cuando obtuvo la misma representación en 2015. Entonces, Antonio Maíllo competía en el mismo espacio con Podemos, que triplicó los apoyos hasta sumar 15 diputados. Ahora, en este espacio competía Teresa Rodríguez, que se quedó con dos escaños. La pérdida de representación, por tanto, no tiene solo que ver con la fragmentación. El espacio a la izquierda del PSOE, en su conjunto, se quedó a cuatro puntos y 10 escaños de lo que obtuvo en los pasados comicios de 2018.

El tirón electoral de Díaz, el rostro con el que Por Andalucía celebró sus mítines más multitudinarios, queda en duda apenas tres semanas antes de que lance oficialmente el denominado 'proceso de escucha'. Fue precisamente un mitin de Por Andalucía en esta campaña el momento elegido por la vicepresidenta segunda para confirmar públicamente su paso adelante: "Estoy dispuesta a dar un paso para ganar España". La gira para presentar su proyecto y recabar apoyos se extenderá hasta diciembre, cuando tiene previsto oficializar su candidatura. Un proceso participativo "de abajo arriba" que priorice el potencial fuera de las organizaciones políticas, con vistas a recabar propuestas y establecer vínculos con la sociedad civil.

En su equipo ponen el foco en la desmovilización, en la necesidad de reflexionar y sacar conclusiones. La tarea, indican estas mismas fuentes, pasa por recuperar la pulsión del electorado de izquierdas. La unidad se sigue viendo imprescindible, tanto en la estrategia política como electoral, para evitar la dispersión del voto y la penalización que conlleva por el actual sistema de reparto de escaños.

La posibilidad de que la derecha llegue a la Moncloa ha quedado patente. Con todo, se intenta que el fracaso electoral de la coalición de izquierdas andaluza no salpique a su plataforma, asegurando que está concebida únicamente para las generales. Eso sí, sin el empuje de Andalucía, donde se reparten 61 escaños al Congreso, el proyecto de Díaz difícilmente podrá despegar. Al igual que en Cataluña cuenta con el soporte de los 'comuns' de Ada Colau y en la Comunidad Valenciana busca el de Compromís, Andalucía es un territorio clave en unos comicios generales. El 19-J dificulta que Por Andalucía se convierta en el trampolín para su proyecto estatal.

En el proyecto de Díaz, la principal incógnita sigue siendo el papel de los partidos políticos, y después del 19-J su posición no sale reforzada. Tras las dificultades para configurar la candidatura andaluza, en Podemos ya señalaron cierta sensación de 'vendetta' por parte del resto de partidos que conforman Unidas Podemos. De que los partidos pequeños se conjuren para restarles peso. Poner distancias para así contar ellos con una posición de más fuerza.

"Con todo, se intenta que el fracaso electoral de la coalición de izquierdas andaluza no salpique a su plataforma"

Lo ocurrido en Andalucía, donde hubo una fuerte batalla por quién encabezaba las listas, optando finalmente por la dirigente de IU Inma Nieto, en lugar del candidato propuesto por Podemos, Juan Antonio Delgado, encendió todas las alarmas al producirse sin primarias. Los morados reprocharon también que, durante la campaña, el líder de Más País, Íñigo Errejón, pudiese vetar actos con los morados. A pesar de ello, insisten en que su único plan pasa por Yolanda Díaz. Eso sí, sin perder su papel protagonista. El proyecto de esta última, sin embargo, pasa por superar la marca de Unidas Podemos.

El fracaso electoral de Por Andalucía el 19-J no alejará estos conflictos internos. En el equipo de Díaz, por su parte, confían en que las diferencias se vayan solventando a medida que avance el proceso de escucha y se vaya abriendo el debate estratégico en el seno de Podemos. El fracaso electoral en Andalucía supone un aviso y los diferentes actores del espacio que pretende aglutinar Díaz asumen que se debe abrir una reflexión.

La sensación de cambio de ciclo tras las andaluzas se suma a los crecientes conflictos en la coalición por el fuego amigo entre Yolanda Díaz y Podemos. Un problema añadido para el Gobierno de coalición, cuyo socio minoritario intenta diferenciarse de los socialistas a medida que se acerca el final de la legislatura, señalando las limitaciones de cogobernar con ellos y el escaso rédito en las urnas.

Por Andalucía no es el proyecto político de Yolanda Díaz, como se han encargado de subrayar desde su entorno ya durante la campaña de las elecciones en Andalucía, pero sí con el que más se ha identificado. La vicepresidenta segunda empujó la coalición andaluza para reunificar bajo el mismo paraguas a las fuerzas que se habían fragmentado a la izquierda del PSOE. Todas menos Adelante Andalucía, la candidatura liderada por Teresa Rodríguez. También fue la campaña electoral en la que más presencia ha tenido, tras limitarse en las de Castilla y León a una presencia testimonial y dejar claro su divorcio con la marca de Unidas Podemos. Por último, desde el primer momento saludó a Inma Nieto como su candidata y a Por Andalucía como un modelo a seguir. "Votó Andalucía. Es una noche difícil para las personas progresistas. Necesitamos abrir un nuevo tiempo que mire al futuro. La ciudadanía nos está esperando", reflexionaba anoche Díaz a través de las redes sociales entre el reconocimiento del fracaso electoral y el distanciamiento de su futuro proyecto con esta experiencia.

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