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La espera de Gavira: el portavoz de Vox que siempre pidió elecciones no sabe qué será de él
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ELECCIONES EN ANDALUCÍA

La espera de Gavira: el portavoz de Vox que siempre pidió elecciones no sabe qué será de él

Si la opción de Olona se descarta, al partido de Abascal le podría servir un perfil menos agresivo y con solvencia para mantener la marca y convivir con el PP

Foto: Gavira y Olona, durante la presentación de la campaña 'Devolved lo robado'. (EFE/Raúl Caro)
Gavira y Olona, durante la presentación de la campaña 'Devolved lo robado'. (EFE/Raúl Caro)

El hermetismo es absoluto, pero en el periodo de reflexión que Vox está realizando antes de designar a su candidato a las elecciones autonómicas hay dos cuestiones clave que intentan responder en el partido. Una discute si realmente Macarena Olona, la que parece que podría ser la opción A, está dispuesta a aterrizar en Andalucía si no es por imperativo mayor. Y la otra plantea la duda de si Vox necesita realmente a un candidato con personalidad propia cuando su marca ya tiene la fuerza suficiente como para revolucionar al electorado. Las respuestas a estos interrogantes irían deshojando la margarita, al menos, entre dos opciones: la diputada granadina o el actual portavoz parlamentario, Manuel Gavira.

Dos perfiles muy dispares para un futuro que, a día de hoy, es incierto para cualquiera de las opciones que suenan para liderar la carrera hacia San Telmo. Hasta que Juanma Moreno no apriete el botón electoral, el Comité Ejecutivo Nacional de Vox no designará al candidato. Decía esta semana Gavira que en Vox todos son “soldados” y, por tanto, cumplirán con el destino que les encomiende su presidente, Santiago Abascal. Cerraba así filas cuando le preguntaron si realmente podría ser la alternativa.

Foto: La diputada de Vox, Macarena Olona. (EFE/Mariscal)

Gavira es el tercer portavoz de Vox en el Parlamento de Andalucía. Tomó el relevo en mayo de 2021 a Alejandro Hernández, que fue cesado por sorpresa y a quien se le encomendaron otras funciones parlamentarias. Una operación que oficialmente se presentó como parte de la reorganización ordinaria del grupo y que, no obstante, se produjo después de varias salidas de tono del parlamentario, la más sonada cuando mandó “a tomar por culo” a la presidenta de la Cámara durante un tenso debate con Susana Díaz. Hérnandez había sustituido previamente al juez Francisco Serrano, primer portavoz y candidato a la Junta de Andalucía en las anteriores elecciones que dejó su escaño tras ser acusado por un presunto fraude en el cobro de subvenciones por 2,5 millones de euros. Un enredado capítulo que terminó con la retirada del exmagistrado de la política y con duras acusaciones de ataques y persecuciones por parte de Vox.

Ya en el ecuador de la legislatura, el inicio de una nueva etapa marcada por la incertidumbre, tras la crisis de Ciudadanos y la posibilidad de un adelanto electoral, la formación de Abascal apostó por Gavira, con un perfil fácil de tutelar por parte de la dirección nacional: educado, sin exaltaciones ni exceso de agresividad y con un discurso solvente en muchas ocasiones. Alguien ideal para defender la marca y su ideología sin estridencias ni protagonismos. Muy anónimo, como muchos otros en Vox y difícil de encasillar en el pasado. Cuando asumió la portavocía ya venía desarrollando su trabajo en las Cinco Llagas, donde es miembro de la Mesa del Parlamento de Andalucía, primer cargo institucional que logró Vox en España, y portavoz en varias comisiones. Aunque siempre se ha autodescartado de las quinielas, su elección coincidió con el inicio por parte de Vox de una nueva estrategia para marcar un estilo y distanciarse del PP después de la moción de censura en Murcia y la desconfianza generada por Ciudadanos. Y la de Gavira, como hombre fuerte en Andalucía, fue de las primeras voces que se alzaron para exigir un adelanto de las elecciones autonómicas.

Gavira es mucho más moldeable por parte de la dirección nacional que Macarena Olona

Gavira es un gaditano de un barrio con solera como es Santa María. En sus redes sociales se define como padre, esposo y hermano y quienes lo conocen aseguran que está muy preparado y es muy trabajador. Ejercía de abogado cuando se afilió en 2014 a Vox. En 2015 fue el número tres de la lista de su partido por Cádiz y encabezó la candidatura de esta provincia a las elecciones generales de 2015 y 2016. En 2018 fue uno de los doce diputados de Vox que consiguieron sentarse en el Parlamento andaluz. No obstante, su perfil es muy urbano, distinto al entorno rural en el que el partido quiere arrancar muchos votos en las próximas elecciones. Pero es mucho más moldeable por parte de la dirección nacional que Macarena Olona. Y también un candidato mucho más cómodo para el PP, tanto en la campaña como en la hipotética convivencia en un gobierno de coalición en el que los de Abascal ocupasen una vicepresidencia.

Todo lo contrario a la que hasta ahora se ha dado por hecho que es la opción A en Andalucía: Macarena Olona, a quien dentro del propio partido ven como alguien mucho más rentable a nivel nacional que autonómico, más útil en la oposición en Madrid, donde podría lucir mejor, que en un posible gobierno de derechas en Andalucía. En algunos círculos se apunta a que encabezar la candidatura a la Junta de Andalucía no es un deseo personal de la diputada que, no obstante, se sometería a las directrices de su partido. En la izquierda se apunta que con Olona como candidata sería más fácil movilizar a su electorado en un frente que intentara frenar el avance de los de Abascal y de la derecha en general.

Foto: Santiago Abascal, en un acto de Vox en Sevilla. (EFE/Raúl Caro)

El gran reto de Vox es consolidar y ampliar sus bases en Andalucía que ya fue una de las puertas de entrada del partido de Abascal a nivel nacional. Y su fuerza sería determinante en un escenario donde el PP lograra las adhesiones de un partido en desintegración como es Ciudadanos. Y, de hecho, éste ha sido uno de los objetivos de Gavira al frente de su grupo parlamentario.

Quizás el dilema de Vox ahora sea calibrar si su marca necesita algún refuerzo y, de entrada, tanto sus dirigentes como sus militantes muestran una confianza que despeja todas las dudas. El pasado Día de Andalucía, Vox celebró un acto en el Muelle de Nueva York de Sevilla donde Olona estuvo acompañada por Gavira. Y ambos coincidieron en el mismo discurso: es indiferente quién sea el candidato de un proyecto que ya consideran ganador.

El hermetismo es absoluto, pero en el periodo de reflexión que Vox está realizando antes de designar a su candidato a las elecciones autonómicas hay dos cuestiones clave que intentan responder en el partido. Una discute si realmente Macarena Olona, la que parece que podría ser la opción A, está dispuesta a aterrizar en Andalucía si no es por imperativo mayor. Y la otra plantea la duda de si Vox necesita realmente a un candidato con personalidad propia cuando su marca ya tiene la fuerza suficiente como para revolucionar al electorado. Las respuestas a estos interrogantes irían deshojando la margarita, al menos, entre dos opciones: la diputada granadina o el actual portavoz parlamentario, Manuel Gavira.

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