La innovación aplicada a la tradición: drones y mapas de calor en la Semana Santa de Sevilla
El Ayuntamiento introduce cada año novedades en el blindaje de sus fiestas mayores tras crear hace 20 años un centro de coordinación pionero
La innovación no está reñida con la tradición. Y una prueba de ello es que este binomio funciona muy bien en Sevilla, una ciudad de grandes eventos que ha recurrido a la tecnología para blindar sus fiestas mayores con experiencias que hoy son referente en otros puntos de España. Una unidad de drones, mapas de calor, cámaras de conteo para garantizar aforos, GPS en los cortejos, luces antipánico… La Semana Santa de Sevilla se convierte también en un excelente laboratorio urbano donde probar avances y soluciones innovadoras exportables a otro tipo de concentraciones y que se suman a la tarea de un dispositivo formado este año por 2.594 agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil y otros 6.000 efectivos de los servicios municipales y de emergencias.
Uno de los principales hitos de esta ecuación de éxito se dio en 2001, fecha en la que se puso en macha el Centro de Coordinación Operativo (Cecop), un instrumento contemplado ya por ley y que se adscribió al Ayuntamiento de Sevilla después de una Madrugada de pánico, carreras, desórdenes y turbamulta que obligaron a la ciudad a replantearse la seguridad de la Semana Santa. Veintidós años después, aquellos incidentes siguen sin aclararse, pero permitieron corregir errores y empezar a introducir tecnología punta para salvaguardar un patrimonio sin precio, apostando por un nuevo modelo de organización de esta fiesta mayor que ha vivido desde entonces hasta cinco episodios con incidentes de importancia: tras los del año 2000, hubo otros en 2005, 2009, 2015 y 2017.
La última medida ha sido la puesta en marcha este año de la Unidad de Drones de la Policía Local, un servicio que nace con vocación de continuidad para todo tipo de eventos en la ciudad. “Es una estrategia más junto a la instalación de cámaras, sistemas de luces antipánico, aforamientos o controles de flujo de personas que permite ofrecer imágenes de conflictos en tiempo real a los agentes acelerando su capacidad de respuesta”, explica el delegado municipal de Seguridad y Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera, confirmando que el de Sevilla es uno de los primeros ayuntamientos de España que recurre a estos sistemas, usados también por otros cuerpos de seguridad.
Los drones permiten alcanzar 300 metros de distancia en 10 segundos, cuentan con lentes de ampliación de imágenes de gran tamaño, cámaras térmicas que ofrecen imágenes nocturnas, paracaídas de seguridad para paliar impactos en caso de precipitación o megafonía capaz de proyectar señales y lanzar mensajes informativos a la población en caso de necesidad sobrevolando a unos 50 metros de altura sobre el público. Prestaciones más que útiles cuando se trata de vigilar grandes concentraciones de miles de personas en poco más de tres kilómetros cuadrados, así como la salida y entrada y recorridos de 71 hermandades de penitencia que afectan a más de 1.730 calles de la capital.
Es la novedad este año, en el que se mantienen otras medidas puestas en marcha como la aplicación de cámaras para conteos de aforos en tiempo real con mapas de calor que permiten saber cuándo hay que restringir el público en una calle o plaza sensible; o el sistema de encendido rápido de la luz, con las que se puede actuar en caso de emergencia o incidente grave.
La innovación también se aplica a otros servicios que presta el Consistorio. La empresa municipal de limpieza (Lipasam) puso en marcha hace unos años una investigación en colaboración con la Universidad de Sevilla para alterar la composición química de la cera de los cirios de los nazarenos y conseguir un producto de más fácil limpieza tras el paso de las procesiones por las calles. El proyecto no salió adelante porque el resultado encarecía mucho el coste de las velas, pero se sigue investigando y utilizando un sistema desarrollado por la propia empresa, una maquinaria que permite raspar y limpiar los residuos del suelo.
La retirada de cera del pavimento, un paso necesario para evitar el alto riesgo que supone para peatones y vehículos, es un proceso costoso y que se realiza cada madrugada durante estos días y durante varias semanas después de la fiesta. ¿En qué consiste? En la aplicación de agua fría a muy alta presión a través de un camión impulsor con bomba y depósito. Este vehículo está conectado a un carro con toberas giratorias desarrolladas por Lipasam que proyectan el agua a presión sobre el pavimento para desincrustar la cera.
Ingenios y tecnología que representan otra cara de la fiesta, estampas sin las que garantizar el éxito de la Semana Santa sería muy difícil.
La innovación no está reñida con la tradición. Y una prueba de ello es que este binomio funciona muy bien en Sevilla, una ciudad de grandes eventos que ha recurrido a la tecnología para blindar sus fiestas mayores con experiencias que hoy son referente en otros puntos de España. Una unidad de drones, mapas de calor, cámaras de conteo para garantizar aforos, GPS en los cortejos, luces antipánico… La Semana Santa de Sevilla se convierte también en un excelente laboratorio urbano donde probar avances y soluciones innovadoras exportables a otro tipo de concentraciones y que se suman a la tarea de un dispositivo formado este año por 2.594 agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil y otros 6.000 efectivos de los servicios municipales y de emergencias.