El Museo Ruso de Málaga entra en "hibernación": seguirá abierto pero sin renovar exposiciones

Algún reproche cruzado con el PSOE, una puya inesperada a su socia de Gobierno y el anuncio de que la sede del Museo Ruso de San Petersburgo continuará -de momento- con sus puertas abiertas a la espera de la evolución de la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Estas fueron algunas de las claves del pleno extraordinario celebrado este jueves por el Ayuntamiento de Málaga que se cerró con el apoyo unánime a una moción institucional de solidaridad con el pueblo ucranio y evidenció las distintas posiciones de los grupos municipales sobre el futuro de la pinacoteca.

Horas después de que el Ministerio de Cultura y Deporte difundiese un ambiguo comunicado sobre las medidas de veto a Rusia en el ámbito cultural, el alcalde malagueño, Francisco de la Torre, trataba de clarificar una situación condicionada por el desarrollo de los acontecimiento bélicos. Frente a la desaprobación de los socialistas por no romper el contrato suscrito con el Ejecutivo de Vladimir Putin para dotar de fondos a este espacio expositivo, el regidor destacó la importancia de un equipamiento que concede “prestigio” a la ciudad y recalcó otra vez la necesidad de separar la cultura de las acciones “condenables” del presidente ruso. El museo “permanecerá abierto” pero “no podrá renovar las exposiciones” ante el bloqueo de las transferencias bancarias con Rusia.

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El regidor, que afirmó contar con el respaldo del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, a quien señaló principal interlocutor en este asunto, agregó que este periodo de “hibernación” dependerá de cómo transcurra la guerra iniciada por Putin y expresó su deseo de que haya una pronta solución que permita retomar la normalidad. “No tengo una bola de cristal”, se excusó un De la Torre que parecía pedir tiempo para afrontar cuestiones como qué ocurrirá con los fondos actuales cuando el próximo 24 de abril expire el plazo de la actual concesión.

El alcalde aseguró que, en base a la información que le había proporcionado el director del Museo Ruso, José María Luna, el Consistorio no había abonado partida alguna al Gobierno ruso, algo en lo que habían hecho especial hincapié los representantes del PSOE. Begoña Medina, portavoz de esta formación en sustitución del titular, Daniel Pérez, soliviantó a De la Torre cuando le espetó que “no ha estado a la altura de lo que está pasando”. El regidor le reprochó que empleara ese tono y que utilizara un asunto tan complejo como mecanismo de “desgaste” del equipo de Gobierno. Pero la socialista volvía a la carga cuando le echaba en cara que, “ni siquiera lo ha abordado con su socia”, la única representante de Ciudadanos y concejala de Cultura y Deporte, Noelia Losada. El dirigente popular tomaba la palabra otra vez para tratar de suavizar un evidente enfrentamiento con la edil que le otorga la mayoría absoluta y que se había sentido aludida cuando el alcalde echó de nuevo en cara el “postureo” ante este problema. “Lo que he tenido, desde el principio, es postura, y no postureo”, remarcó Losada, quien fue la primera en advertir de la imposibilidad de renovar las exposiciones si la comunidad internacional había bloqueado cualquier pago a Rusia.

“¿Tendríamos que borrar todo el arte ruso por lo que está sucediendo?”, preguntó un interviniente

La concejal de Unidas Podemos por Málaga (UpporMálaga), Remedios Ramos, que junto a su grupo mantuvo una postura constructiva, sí afeó a Francisco de la Torre que la devolución de la polémica medalla que el presidente ruso impuso al regidor no se aprobase en el pleno para reforzar el gesto y porque fue una mención concedida a la ciudad.

Las intervenciones de los distintos portavoces municipales estuvo precedida por las realizadas por varios miembros del mundo de la cultura local, una representante de los aproximadamente 80 trabajadores que se verían afectados por el cierre de la pinacoteca y de asociaciones. El presidente de la Real Academia de Bellas Artes, José Manuel Cabra de Luna, hiló una emotiva alocución en la que recordó el montaje que Susan Sontag hizo de ‘Esperando a Godot’ en una Sarajevo devastada por las bombas. Una metáfora con la que quiso mostrar a los presentes que “la cultura es la mayor expresión de la libertad” y que “no se va a ayudar más por silenciarla”. “¿Tendríamos que borrar todo el riquísimo arte ruso por lo que está sucediendo?”, preguntó, antes de recordar que algunos de los artistas cuyos cuadros han colgado de las paredes del antiguo edificio de Tabacalera “fueron perseguidos y llevados a un gulag”. “Ustedes están obligados a encontrar un camino”, interpeló a los ediles para que aseguren la continuidad del museo.

Su cierre “sería como prohibir las películas de Buñuel o la música de Manuel de Falla”, añadió Olga, una ciudadana rusa que defendió la función de este espacio artístico como “un canal de diálogo y encuentro”.

La portavoz de los empleados, Ángeles Ramos, visiblemente emocionada, explicó que están viviendo estos días con “desazón” y que “un futuro incierto se ha adueñado de nuestras salas”. “El arte nos hace más libres”, porque es “expresión, diálogo, debate”, y “puede mejorar al mundo”. “Apelo a la razón para que no se cierre un espacio cultural como el que estamos construyendo”, concluyó entre aplausos.

Otro de los intervinientes, Jesús Burgueño, también se mostró a favor de la supervivencia del museo, pero apostó por convertirlo en un contenedor de obras de artistas eslavos para que pudiese dar cabida a muestras de países como Ucrania, Bulgaria o Polonia.

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Previo al debate sobre el futuro de este equipamiento cultural, la concejala de Participación Ciudadana, Migración, Acción Exterior, Cooperación al Desarrollo, Transparencia y Buen Gobierno, Ruth Sarabia, detalló las acciones solidarias con el pueblo ucranio que está canalizando el Ayuntamiento malagueño. “Creo que es importante la imagen de unidad, que llevemos a gala el ser ciudad refugio”, declaró, antes de señalar que “intentaremos estar siempre a la altura de las circunstancias”.

La vicecónsul de Ucrania en Málaga, Olga Mohylevych, mostró su agradecimiento del pueblo ucraniano a Málaga y la ciudadanía. “Siempre nos hemos sentido parte de esta ciudad valerosa y acogedora”. “La libertad de mi país es la de todos”, porque “somos el actual epicentro de la batalla mundial por la democracia”.

Una representante de la asociación Maydan dio las gracias por “la rápida respuesta” y pidió “denunciar lo que está pasando en Ucrania”. “Yo no estaba preparada para la guerra, ni para que me llamen esta mañana y me pidan, literalmente, sacos para muertos”, sentenció ante un público que enmudeció al escuchar sus palabras.