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El buscavidas que quería surtir de AK47 a los narcos de la Costa del Sol
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CRIMEN ORGANIZADO

El buscavidas que quería surtir de AK47 a los narcos de la Costa del Sol

El joven detenido en Eslovaquia por tráfico de armas pretendía hacerse con una decena de Kaláshnikov y armas cortas, posiblemente, procedentes de la Guerra de los Balcanes

Foto: Entre las armas que quería comprar estaban fusiles de asalto Kaláshnikov. (EFE)
Entre las armas que quería comprar estaban fusiles de asalto Kaláshnikov. (EFE)

Era un tipo que pasaba desapercibido. Sin ningún rasgo característico, ni un mote de esos que se quedan grabados en la memoria. Lo que se conoce como alguien normal. Unos 35 años, soltero, sin trabajo conocido y una rutina que transcurría entre su casa y alguna salida diaria. Solo unos cuantos antecedentes por lesiones y consumo de estupefacientes parecían vincularlo a un submundo delincuencial que lo ha llevado a una cárcel eslovaca. Porque este joven invisible era en el fondo un "conseguidor", un "buscavidas", que igual hacía de intermediario para conseguir importantes partidas de droga que vendía hachís al menudeo. Un comisionista que había decidido ampliar su 'cartera de negocios' traficando con armas procedentes de Europa del este para venderlas a los clanes del tráfico de hachís y marihuana que operan en la Costa del Sol y Granada.

La investigación se inició a principios de 2021 y ha culminado aproximadamente un año después con el arresto en Bratislava (Eslovaquia) de este individuo, cuando supuestamente se disponía a adquirir una partida de armas de guerra y pistolas que pretendía trasladar a España en dos dobles fondos habilitados en un turismo.

Foto: Imagen: EC.

Fue una comunicación de la Agencia Nacional contra el Crimen eslovaca la que puso sobre la pista a la Jefatura de Información (UCE3) de la Guardia Civil, cuyos agentes comenzaron a trabajar para saber quién era y qué pretendía ese español que se había desplazado a este país para presuntamente comprar "un importante número de armas".

El perfil bajo con el que se desenvolvía no facilitó el trabajo de identificación, pero los agentes acabaron dibujando a un personaje con amplias conexiones con el crimen organizado que le proporcionaban una interesante 'cartera' de clientes. "No pertenecía a ningún clan o grupo, aunque se relacionaba con redes de origen magrebí asentadas en la Costa del Sol y con los grandes cultivadores de marihuana de la zona norte. Se buscaba la vida. Si tenía droga, la vendía; y si no, ejercía de conseguidor, hacía de intermediario y se llevaba una comisión", explicaron a El Confidencial fuentes cercanas al caso, que agregaron que esta versatilidad le llevó a abrir una nueva vía para ganar dinero: el tráfico de armas.

Tenía contactos con redes magrebíes y los clanes que dominan el cultivo de marihuana en Granada

No se sabe a ciencia cierta quién le planteó esta posibilidad, pero lo que parece evidente es que rápidamente detectó un lucrativo nicho de negocio. Supo que en lo que era la antigua Checoslovaquia "se mueve mucho armamento procedente de la guerra de los Balcanes" y que se puede conseguir a muy buen precio. Así que se trasladó a Eslovaquia y comenzó a establecer relaciones para realizar la compra de una decena de armas ilegales, una operación que llevó a cabo tras supuestamente haber apalabrado su venta en España.

La principal línea de trabajo es que sus compradores serían grupos organizados que las emplearían para perpetrar vuelcos —robos de droga a otros clanes— o para defenderse. En su 'catálogo', dos ofertas muy concretas: "Fusiles de asalto AK47, en sus distintas versiones, y armas cortas, pistolas". Armas que le podrían reportar un gran beneficio. "Hay que tener en cuenta que un Kaláshnikov como estos, ilegales, sin ningún rastro en nuestro país, puede venderse por entre 3.800 o 4.000 euros; mientras que las otras pueden alcanzar en el mercado negro hasta los 3.000". Para comprobar la importancia de que esté 'limpia' y sea muy complicado rastrearla, solo hay que tener en cuenta que un arma corta de este tipo se puede adquirir legalmente por unos 600 euros. Eso sí, para ello hay que tener permiso y registrarla, lo cual no suele seducir a los malos.

Foto: Imagen del material incautado por la Guardia Civil tras detener al mayor traficante de armas cortas de la 'Dark Net'. (Guardia Civil)

Todo pintaba bien, así que se desplazó a la citada ciudad eslovaca, sin saber que estaba siendo controlado por los especialistas de Información y por la Agencia Nacional contra el Crimen eslovaca. Su detención se produjo "a finales de enero o principios de febrero", antes de que pudiese llevar a cabo la adquisición del arsenal y la inspección de su vehículo reveló la forma en la que pretendía transportarlo sin ser visto: con dos dobles fondos "en los bajos del coche y el maletero". "No eran hidráulicos, pero estaban muy bien hechos", confiesa la citada fuente, que precisó que en el interior de uno de los cubículos se descubrieron 3.000 euros que posiblemente se iban a utilizar para abonar las armas. Una cantidad que los investigadores consideran exigua y que los lleva a pensar que pudo haber realizado un pago previo como señal. Dinero que, evidentemente, habría perdido.

De manera coordinada y simultánea a dicha detención, agentes de Información de la Guardia Civil de Granada registraron el domicilio del investigado, donde hallaron dos kilos de hachís y marihuana, así como diferentes dispositivos informáticos y documentación para su estudio. Por lo que, además del tráfico de armas, se le imputa un delito contra la salud pública.

"Los fusiles de asalto que pretendía adquirir tienen capacidad de efectuar disparo automático y elevada potencia de fuego, y están catalogados como armas de guerra, siendo por ello unas de las más demandadas por las organizaciones criminales", señaló el Instituto Armado para recalcar la importancia de una operación que sigue abierta en tierras eslovacas, ya que aún se trata de determinar quién era su proveedor. Mientras se tramita su posible extradición, el joven se encuentra encerrado en una prisión de este país.

Casi 5.000 armas ilegales incautadas en seis años

En los últimos seis años, el Servicio de Información ha desarrollado más de 97 operaciones contra redes de tráfico de armas con el resultado de 448 personas detenidas, más de 4.871 armas de fuego incautadas —muchas de ellas de guerra— y 609.802 cartuchos metálicos intervenidos, 588 kilos de sustancias explosivas, más de 709.000 euros en metálico y 20 talleres clandestinos desmantelados.

 

 

Era un tipo que pasaba desapercibido. Sin ningún rasgo característico, ni un mote de esos que se quedan grabados en la memoria. Lo que se conoce como alguien normal. Unos 35 años, soltero, sin trabajo conocido y una rutina que transcurría entre su casa y alguna salida diaria. Solo unos cuantos antecedentes por lesiones y consumo de estupefacientes parecían vincularlo a un submundo delincuencial que lo ha llevado a una cárcel eslovaca. Porque este joven invisible era en el fondo un "conseguidor", un "buscavidas", que igual hacía de intermediario para conseguir importantes partidas de droga que vendía hachís al menudeo. Un comisionista que había decidido ampliar su 'cartera de negocios' traficando con armas procedentes de Europa del este para venderlas a los clanes del tráfico de hachís y marihuana que operan en la Costa del Sol y Granada.

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