Los bolsos de lujo falsificados en Ubrique que se lucían en los saraos en Madrid

Sus precios en el mercado oscilan entre los 2.000 y 3.000 euros, pero pagando 10 veces menos podían colgarse uno exactamente igual. Una copia perfecta que únicamente podía ser descubierta por expertos. Un símbolo de exclusividad que se transformaba en asequible gracias a una red organizada con conocimientos en marroquinería. Bolsos de diseño que se fabricaban de forma clandestina en Ubrique (Cádiz) y que podían acabar luciéndose en algún sarao madrileño.

La Policía Nacional ha detenido a tres personas —todos varones— e investiga a otras dos —un hombre y una mujer— como presuntos miembros de un entramado que, según explicaron fuentes del cuerpo, tenía como epicentro un taller de fabricación ubicado en la localidad gaditana que “tenía otro tipo de actividad” como tapadera.

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Los implicados en esta red de falsificación tenían un perfil muy concreto: “Conocimiento del oficio y recursos” para elaborar los bolsos; a lo que se podría sumar contactos para conseguir los distintivos de las marcas, que se piensa que adquirían en el extranjero. Posiblemente, “en Oriente”.

Las fuentes consultadas detallaron a este periódico que los investigados solían trabajar por encargo, pero acumulaban un 'stock' de los modelos “con más tirón” para satisfacer una demanda cada vez más creciente. Como demuestra que, solo en los últimos meses, habían enviado a Madrid 35 paquetes que contenían entre cinco y 10 bolsos.

Las investigaciones que concluyeron en la operación Palomitas comenzaron en diciembre de 2019, cuando distintas marcas informaron sobre la comercialización de productos falsificados muy bien realizados que estaban siendo distribuidos en la capital de España. Las gestiones policiales permitieron la identificación del distribuidor y las siguientes pesquisas condujeron hasta Ubrique, un municipio estrechamente vinculado con la industria de la marroquinería y en cuyo término se asientan importantes empresas que comercializan productos de cuero.

Allí lograron conocer el emplazamiento exacto del taller principal y varios almacenes con los accesorios necesarios para la confección de cualquier tipo de bolso de diversas y conocidas marcas de lujo, así como efectos listos para ser distribuidos. “Todos ellos —resaltó la Policía Nacional— destacaban por su extraordinaria calidad de acabado”.

Las informaciones obtenidas revelaron que estas falsificaciones eran muy demandadas, valoradas y comentadas en el mercado fraudulento

El desarrollo de la fase de explotación permitió la detención de los principales investigados y el registro de siete inmuebles, incluido el domicilio de uno de ellos, en el que se intervinieron bolsos listos para ser vendidos, más de 25.000 euros y otros productos de marroquinería falsificados. Durante las inspecciones se encontró todo el material necesario para la producción, incluidos los troqueles de las marcas, patrones, 63 bolsos listos para su distribución y material y accesorios para la ornamentación. Además, se intervinieron más de 3.000 elementos distintivos falsificados correspondientes a estas empresas de lujo.

Los efectos intervenidos son productos “con una similitud extraordinaria con los originales”. Esto hacía que el precio de venta de los bolsos falsificados también fuese elevado, pudiendo oscilar entre los 300 y los 400 euros cada uno. Se trataba de productos cuyo precio original suele superar los 1.000 euros, siendo frecuente que el valor de los bolsos oscile de los 2.000 a los 3.000 euros, dependiendo del modelo. Las informaciones obtenidas revelaron que estas falsificaciones eran muy demandadas, valoradas y comentadas en el mercado fraudulento.

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El total de bolsos intervenidos supondría un perjuicio para las marcas de más de 150.000 euros. Si a ello se le añade el material intervenido disponible para la confección de nuevos bolsos falsificados, el perjuicio superaría holgadamente el millón de euros.

Las citadas fuentes apuntaron que los agentes de la Unidad Central de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) y de la Comisaría Provincial de Cádiz acusan a los arrestados de un delito contra la propiedad intelectual al que se podría sumar el de asociación ilícita.