El movimiento de los pueblos que no quieren ser parque natural: "Está surgiendo algo"

El alcalde de Las Navas de la Concepción (Sevilla, 1.581 habitantes) asegura que no va cejar en su empeño. El Consejo de Ministros le denegó el pasado enero la autorización correspondiente para la organización de una consulta popular en la que pudiera preguntar a sus vecinos si querían seguir perteneciendo al Parque Natural de la Sierra Norte de Sevilla. El Gobierno central razonó en su rechazo que no era una competencia exclusivamente local y que la decisión de pertenecer o no al enclave tenía incidencia en otros municipios colindantes. “Repercusiones y consecuencias más allá de su territorio”, escribieron desde Moncloa para invitarle a que pasara página, además de incidir en que no tiene competencia alguna para montar el referéndum.

El socialista Andrés Barrera está al frente de este municipio y asegura que no se rinde. No por él, traslada a El Confidencial, porque no tiene “razones políticas”, su color es el mismo que el del Gobierno, sino por sus vecinos. “Yo lo hago por la gente del pueblo, que está ya que no puede más”, asegura el regidor. Desde que le negaron la consulta, ha surgido “algo”. “Hay un movimiento, algo está pasando y nos vamos a reunir, a trabajar unidos”, señala Barrera. El día que trascendió el portazo a su solicitud de consulta popular recibió llamadas desde distintos puntos de Andalucía. Un alcalde de la Sierra de Cazorla, desde Jaén, algunos de las comarcas de Huelva. “Vamos a hacer un grupo de alcaldes y vamos a seguir trabajando juntos. Es una preocupación de más pueblos. Se está moviendo algo”, insiste el alcalde.

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Precisamente ese argumento de que pertenecer a un Parque Natural no puede ser percibido como una carga o un obstáculo para sus vecinos y que para proteger un entorno hay que contar con el territorio y con sus habitantes ha estado en boca del presidente de Andalucía, Juan Manuel Moreno (PP), y del líder del PSOE en la comunidad, Juan Espadas. Casi con palabras idénticas para defender el plan que amplía el regadío en la corona norte de Doñana, para escándalo de la Comisión Europea, la Unesco, el Gobierno y los ecologistas, que anuncian multas, acciones para frenar el plan y consecuencias por esa decisión política. Ambos tienen alcaldes que llaman a sus puertas y les trasladan que “no pueden seguir así”, contaron en su momento.

Barrera asegura que ellos en su pueblo "no han tenido beneficios" por formar parte del Parque Natural de la Sierra Norte de Sevilla. Se queja del éxodo de población. “Apenas quedaremos unos 500 vecinos de verdad viviendo en el municipio”, señala el alcalde, frente a los más de 2000 que eran cuando se integraron en el Parque, en 1989. “No digo que todo sea por eso, por supuesto que no, pero que no nos ayuda, eso sí lo digo claro”, asegura. Relata trabas que alejan las inversiones y entierran los proyectos. Están sometidos al PORN y al PRUG. Son las siglas de los Planes de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) y los Planes Rectores de Uso y Gestión (PRUG), regulados por la ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad de 2007. Los instrumentos que les obliga moverse en un espacio natural.

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El alcalde pone ejemplos. Si un agricultor quiere talar, 'chuponar' (podar) o quemar tiene que emprender toda una aventura burocrática, narra. Tan larga y tediosa que cuando le llegue el permiso, dice el alcalde, ya será tarde para lo que necesita. Él ha abierto una ventanilla en el pueblo para facilitar los trámites pero aún así se hace eterno. Deben rellenar un papel, registrarlo en ventanilla, que el impreso cumplimentado llegue a la oficina del Parque Natural, que está en Sevilla capital, que venga al pueblo un guarda forestal a inspeccionar y por fin, que le den la autorización. “Verá que ágil no es, ¿verdad?”, pregunta el regidor con retórica. Lo mismo para la ganadería. Olivo, alcornoque y ganado son el 'modus vivendi' del pueblo. “Lo mismo con las casas rurales. Vienen emprendedores y los cansan. Se van espantados y hartos”, dice Barrera. Cuenta el caso de un inversor que quiso abrir un alojamiento y está pensando ahora tirar la toalla después de cinco años. “Lo última ya ha sido que como está en vía pecuaria hay que montar un lío para que tenga la luz. Es imposible todo”, dice el alcalde. “Se eterniza y se aburren”.

El resultado es que no hay alternativas y “la gente sale del territorio”. El regidor tiene la sensación de que se están “desangrando”. Insiste además en varios momentos de la conversación en que los planes por estar en un Parque Natural conllevan contraprestaciones en modo de inversiones al municipio que no se están cumpliendo. “Ellos están en sus despachos a espaldas de la población”, se queja y es él quien está cada día poniéndole la cara a sus vecinos, que están “hartos”, “no les interesa, se quieren salir”. “Además es que nosotros sabemos cuidar del terreno. Si esto está ahora peor cuidado que antes, cuando no éramos del Parque Natural. Si hay alguien que sabe como cuidarlo son los vecinos y sin tantas leyes”, defiende Barrera.

No hay relevo generacional en el campo y las casas se van quedando vacías sin que se puedan dedicar al turismo rural, aunque el enclave no puede ser más privilegiado. Eso sí, la comunicación para llegar al pueblo deja mucho que desear. Las Navas de la Concepción no es un lugar de paso, como dice su alcalde, allí hay que ir. El alcalde es claro: “Yo lo entiendo todo, pero así no podemos seguir. Estamos asfixiados. Deberían de darnos alternativas y no solo son Las Navas, somos muchos pueblos y algo está moviéndose”.