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El PP andaluz planea una campaña al margen de Génova: "Nuestra marca es Juanma"
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Casado tendrá su agenda paralela

El PP andaluz planea una campaña al margen de Génova: "Nuestra marca es Juanma"

Su espejo es Feijóo. El modelo de Castilla y León, avisan los populares, no es exportable a Andalucía y las diferencias entre ambas comunidades son muchas

Foto: Juanma Moreno y Pablo Casado. (EFE/Pepe Torres)
Juanma Moreno y Pablo Casado. (EFE/Pepe Torres)
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El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, se arrancó el viernes en la campaña de Mañueco en Castilla y León con un chiste poniéndole voz de Chiquito de la Calzada. “Que voy después. Esto es como el que se va a examinar, cuando uno va a una prueba, que está nerviosito ‘perdío’, que le tiemblan las piernas y dice... pasa tú delante que a mí me da la risa. Yo estoy así, pero ya que vas primero que vaya bien, a ver si me voy a encontrar yo con un susto el 13 de febrero, hombre por Dios, por compañerismo, me tienes que ayudar también a mí”. Además de cosechar las carcajadas de los presentes, en un mitin del PP en Salamanca, la chanza esconde mucho.

Es indudable que lo que ocurra en esa comunidad será definitivo en el ambiente del ciclo electoral, pero los populares en Andalucía ya avisan de que lo que pase en Castilla y León no es exportable al cien por cien. El debate nacional eclipsa la agenda regional de Castilla y León y Pablo Casado planteó este fin de semana que las elecciones castellanoleonesas podrían ser "un ‘match point’ para Pedro Sánchez". Pero en el PP andaluz niegan con rotundidad que ese planteamiento vaya a articular la campaña andaluza.

Los populares creen firmemente que les perjudicaría que Casado eclipsara a Moreno. Eso no va a ocurrir, zanjan

Desde Sevilla, planean una estrategia electoral con Moreno como protagonista, convencidos de que ahora mismo “la marca Juanma”, de centro moderado, amable, que cae bien, está más fuerte que las siglas. El modelo, avisan, es la campaña de Alberto Núñez Feijóo en Galicia. En aquella cartelería de las gallegas el logo del PP era una pequeña mancha en una esquina, arrinconado por “Galicia, Galicia, Galicia”. Moreno repite ya mucho eso de que Andalucía estará por delante de los intereses de su partido, que no va a convocar pensando en el PP sino en los andaluces. Ese mensaje de “Andalucía, lo primero”, que repitió hasta la saciedad en el congreso regional del pasado mes de noviembre en Granada y será el 'leitmotiv' de la campaña.

Foto: El líder del PP, Casado, junto a Juanma Moreno. (EFE/Torres)

Por eso, quienes están en la fontanería del partido con Moreno en Andalucía marcan las diferencias con la campaña de Castilla y León. No se trata, explican, de que Pablo Casado no aparezca por los actos. No hay ningún problema con Génova, insisten. Esta misma semana, por Madrid estuvo Elías Bendodo, hombre fuerte de Moreno, con Teodoro García Egea. Sin embargo, ya marcan su territorio y su estilo. Si las andaluzas se convierten en un plebiscito contra Pedro Sánchez, avisan, lo liderará Moreno y será en clave de que el sanchismo perjudica o menoscaba los intereses de Andalucía.

En las últimas andaluzas, Casado, recién llegado a la presidencia del PP, se montó una caravana propia, con agenda particular y sus periodistas desembarcados desde Madrid, en paralelo a los mítines de Moreno. ¿Va a repetirse ese esquema? “Ya veremos”, deslizan.

El andalucismo del PP

El PP sabe bien que los socialistas encadenaron muchas mayorías y 37 años de gobiernos ininterrumpidos porque el PSOE de Andalucía logró ser identificado por los ciudadanos como el partido del avance, el cambio y la modernización de la comunidad. Moreno, que no ha tenido ningún empacho en coger las banderas históricas del socialismo andaluz y copiarles aquello que funcionaba, lleva ya mucho tiempo practicando su “andalucismo constitucional” como eje de su discurso. En su equipo dejan muy claro que la identidad andaluza nada tiene que ver con lo que se respira en Castilla y León. “Con todos nuestros respetos, somos dos comunidades muy distintas”, avisan desde el PP en Sevilla. Aquí la batalla va a ser por quién defiende más a Andalucía, advierten.

Foto: El presidente de Andalucía, Juanma Moreno. (EFE/Ángeles Ródenas)

En los análisis del equipo de Moreno surgen elementos claros que permiten saber por dónde va a ir la campaña del PP andaluz. Insisten en que el nuevo líder socialista, Juan Espadas, no logra una movilización superior a la que conseguía Susana Díaz. El objetivo será no despertar ese voto. Además, dan por hecho, en el estudio minucioso de las encuestas, que el voto ‘forofo’, es decir, el que se identifica al cien por cien con las siglas del partido, llega aproximadamente a un 15%. Ese voto de marca representa para las siglas de PP y PSOE un porcentaje bajo, aseguran, y eso permite pensar que los bloques de izquierda y derecha no son tan rocosos como hasta hace poco y que puede darse un mayor flujo de votantes. Basta oír a Moreno mencionar a Felipe González y añorar al PSOE clásico, asegurando que el socialismo ahora es solo sanchismo, para tener claro que el líder del PP andaluz aspira a recoger votos de socialistas desencantados que en otros momentos cogieron esa papeleta y ahora votarían, no al PP, advierten, sino a Moreno.

El PP andaluz tratará de no despertar el voto desmovilizado del PSOE e ignorar a Vox

El PP andaluz además descarta que la situación de partida sea la de las últimas elecciones generales. Fue en noviembre de 2019 la última vez que los andaluces acudieron a las urnas y la foto fija fue muy mala para el PP en Andalucía. Moreno no había cumplido entonces ni el año en la presidencia de la Junta. Si en las generales de abril Ciudadanos adelantó al PP en Andalucía, en la repetición de noviembre fue Vox el que quedó pisando los talones a los populares, tanto que dio el sorpaso en cuatro provincias y se aupó a la tercera posición. En las filas de los populares andaluces subrayan que nada tienen que ver las generales con las autonómicas y precisamente insisten en esto para dejar claro que no cabe en esta comunidad una campaña planteada en clave nacional. Creen firmemente que les perjudicaría que Casado eclipsara a Moreno. Eso, dejan claro, no va a ocurrir. Ni Andalucía es Castilla y León ni es Madrid. Tiene identidad propia, zanjan.

El PP en Andalucía respira aliviado porque sea Alfonso Fernández Mañueco el que continúe el ciclo electoral tras Madrid. El adelanto en esta comunidad relajó de forma importante la presión de Génova sobre las andaluzas y de camino dará pistas importantes sobre a qué se enfrenta el presidente andaluz. Posiblemente, influirá en la decisión del presidente andaluz sobre la fecha de la cita electoral. La atención está puesta en Vox, principalmente. Los populares quieren ver si se pincha la burbuja y, como sostienen, es todo esteroide demoscópico.

Foto: El candidato del PP a la presidencia de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco. (EFE/Raúl Sanchidrián)

Los barones del PP dejan claro que no formarán un Gobierno con Vox en ningún caso. En Andalucía, nadie imagina ir a una campaña con un Gobierno en Castilla y León con PP y Vox coaligados en la Junta. “Eso no va a pasar”, zanjan fuentes populares. Moreno sabe lo que supondría para su relato de hombre de centro moderado, que de joven fue a algunos mítines de Felipe González, soportar un pacto de gobierno con Vox en Castilla y León. Si una de las principales bazas para los populares es la desmovilización del electorado socialista, saben que eso podría sacar de la dormidera a muchos de los 400.000 electores que se quedaron en casa con Susana Díaz en diciembre de 2018.

Las diferencias con Castilla y León son muchas, sociológicas, de tamaño de la comunidad, de autonomismo histórico. En Andalucía, el fenómeno de la España Vaciada apenas se atisba en Jaén y, algo menos, en Huelva. El PP cree que esos votos se irán del PSOE y que no lo perjudicarán esas nuevas marcas. En el PSOE sostienen precisamente lo contrario, que esas marcas están lideradas por perfiles “muy de derechas”. Los socialistas también avisan de que en Andalucía está mucho más fuerte que en Castilla y León y avisan de que si presentan como candidata a Macarena Olona, a diferencia del perfil desconocido y recién llegado elegido para las elecciones del 13 de febrero, Vox puede llevarse muchos más votos. No se sabe aún cuál será la apuesta, si Olona o el actual portavoz parlamentario, Manuel Gavira. Hasta ahora, Vox ha tirado mucho de su marca nacional. En Andalucía puede cambiar si eligen a alguien con un perfil propio. En el PP están convencidos de que Vox se desfondará tras Castilla y León y creen que el techo en Andalucía de este partido está en el 20%. Consideran que cuanto más alarguen, sin arriesgar el crédito de Moreno y de la gestión de la Junta, más tiempo ganarán para que Vox se erosione y no tienen indicios de que el PSOE esté empezando a movilizar a su electorado. No hay prisas, insisten en el PP andaluz. Génova no piensa lo mismo.

El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, se arrancó el viernes en la campaña de Mañueco en Castilla y León con un chiste poniéndole voz de Chiquito de la Calzada. “Que voy después. Esto es como el que se va a examinar, cuando uno va a una prueba, que está nerviosito ‘perdío’, que le tiemblan las piernas y dice... pasa tú delante que a mí me da la risa. Yo estoy así, pero ya que vas primero que vaya bien, a ver si me voy a encontrar yo con un susto el 13 de febrero, hombre por Dios, por compañerismo, me tienes que ayudar también a mí”. Además de cosechar las carcajadas de los presentes, en un mitin del PP en Salamanca, la chanza esconde mucho.

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