Detenido el exmilitar cubano rescatado en el Estrecho tras estrellarse su helicóptero

El exmilitar cubano que fue rescatado con vida tras sufrir un accidente de helicóptero y flotar durante seis horas en aguas del Estrecho ha sido detenido por la Policía Nacional y la Guardia Civil acusado del homicidio imprudente de la persona que lo acompañaba y que permanece desaparecida desde entonces. La investigación conjunta ha podido demostrar que, a pesar de ofrecer versiones contradictorias, supuestamente era la persona que se encontraba a los mandos de la aeronave durante un vuelo de “circunstancias clandestinas”.

Las pesquisas, realizadas por agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Comisaría de Algeciras y efectivos del Área de Personas de la Policía Judicial de Guardia Civil de la misma localidad gaditana, permitieron obtener documentos gráficos que ponían de manifiesto una relación personal que el superviviente negaba.

El caso se inició el pasado 7 de mayo, cuando la tripulación de una embarcación localizó a unas siete millas de la costa de La Línea de la Concepción a un varón de nacionalidad cubana flotando y agarrado a parte del fuselaje de un helicóptero en el que viajaba y que había sufrido un accidente horas antes. El Instituto Armado y Salvamento Marítimo iniciaron una búsqueda para localizar a un segundo ocupante que había desaparecido y al que no lograron identificar.

Tres días más tarde, en la Comisaría de Algeciras se denunció la desaparición de un varón que había sido visto por última vez la noche del 6 de mayo, horas antes del accidente aéreo. Se activó el protocolo de personas desaparecidas y la UDEV I se hizo cargo del caso.

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Las primeras gestiones hicieron pensar que pudiera ser la persona que acompañaba al piloto rescatado y que en esos momentos se recuperaba en un hospital de las lesiones sufridas. Sin embargo, sus datos no coincidían con los aportados por el superviviente, quien no solo no lo reconoció como su acompañante, sino que afirmó no conocerlo de nada.

Como adelantó este periódico, en su declaración trazó una secuencia de hechos que variaba en aspectos importantes según fuese el investigador. Explicó que era un “exmilitar cubano que ofrecía sus servicios como piloto e instructor a través de un portal de anuncios”. Así fue como conoció al desaparecido en el accidente, el presunto propietario de un helicóptero Robinson R44 que “tenía gran interés en aprender a pilotarlo”, aunque no llegó a impartirle ninguna clase, aseguró a la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (Ciaiac).

El superviviente ofreció versiones contradictorias sobre quién pilotaba la aeronave

El hombre prosiguió su relato con un sorprendente desenlace: “Pasados los meses, y una vez formado por otro instructor, el propietario de la aeronave volvió a contactar con el rescatado y, en su afán por mostrarle sus avances en el manejo del aparato, realizaron el vuelo del accidente”, recoge el informe del departamento dependiente del Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, en el que se precisa que el helicóptero despegó de “una finca particular de Estepona” entre las 9:00 y las 10:00 del pasado 7 de mayo y se precipitó a unas siete millas de la playa de Torrenueva de La Línea.

Del accidente precisó que “experimentaron un fallo en el motor y cayeron al mar”, pero ofreció versiones contradictorias sobre quién pilotaba. El documento del Ciaiac, adelantado por este periódico, destacó que en su declaración ante la Guardia Civil, en la Comandancia de Algeciras, afirmó que era él quien estaba a los mandos de la aeronave; mientras que en su comparecencia ante el investigador del mencionado organismo manifestó que era el pasajero y pilotaba el desaparecido.

"Circunstancias clandestinas"

La investigación preliminar de la Comisión concluyó que “no se ha podido determinar la causa” del siniestro, pero, después de tres meses de pesquisas, los agentes de ambos cuerpos de seguridad han arrojado algo más de luz a un asunto muy misterioso.

La Policía Nacional y la Guardia Civil han informado de que sus agentes consiguieron relacionar ambos sucesos después de recabar numerosos indicios que culminaron con un registro en la finca de Estepona de la que parte el helicóptero siniestrado. Allí obtuvieron pruebas gráficas tanto del aparato como de la relación del superviviente con el desaparecido. Diligencia, coordinada por el Juzgado de Instrucción número 5 de La Línea de la Concepción, que se pudo llevar a cabo a pesar de las reticencias a colaborar mostradas por las personas relacionadas con el caso. Este hecho hace pensar que el vuelo se lleva a cabo en “circunstancias clandestinas” y sospechan del propósito que se perseguía con el mismo.

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Durante las indagaciones también se recabaron datos sobre la situación climatológica en las que se realizó el trayecto aéreo, así como datos técnicos de la aeronave y habilitación cómo piloto del superviviente entre otros, que permiten determinar las condiciones extremadamente peligrosas e incompatibles con un vuelo seguro con las que la aeronave despega.

El exmilitar cubano “no disponía de la licencia adecuada para pilotar el helicóptero accidentado”, según la Ciaiac, y fue incapaz de ubicar la finca desde la que partieron. Tampoco llevaba instalado un “registrador de vuelo”, aunque aclara que “no es preceptivo para este tipo de aeronaves”.

El detenido alegó en todo momento no conocer a la persona desaparecida con la que viajaba

Por todas estas pruebas e indicios, los responsables del caso sostienen que el investigado manejaba los mandos del aparato y lo consideran presunto autor de un delito de homicidio por imprudencia. Su arresto se produjo en la provincia de Ourense, donde pasó a disposición del Juzgado de Instrucción número 3.

La Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil plasmó en su informe que “se desconoce la naturaleza del vuelo” y abría con su conclusión un abanico de hipótesis entre las que se encuentra la posibilidad de que el vuelo estuviese relacionado con actividades de narcotráfico. Porque no se puede obviar que las fuerzas de seguridad han detectado que las organizaciones delictivas, cada vez con más asiduidad, utilizan medios aéreos para introducir alijos procedentes del norte de África.