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La integración de Cs con el PP domina las primarias andaluzas y eleva la tensión
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LA LARGA PRECAMPAÑA ANDALUZA

La integración de Cs con el PP domina las primarias andaluzas y eleva la tensión

Los populares asisten con estupefacción al guirigay interno de sus socios en la Junta. Desde Andalucía, callan sobre una suma electoral para no dañar al vicepresidente Marín mientras Génova lo descarta

Foto: La líder de Cs, Inés Arrimadas, y el vicepresidente del Gobierno andaluz, Juan Marín. (EFE/Julio Muñoz)
La líder de Cs, Inés Arrimadas, y el vicepresidente del Gobierno andaluz, Juan Marín. (EFE/Julio Muñoz)

Las primarias de Ciudadanos en Andalucía estaban pensadas para ser un proceso interno controlado y con alfombra roja para el vicepresidente de la Junta, Juan Marín, que llevaba ya más de un mes de intensa campaña aunque el proceso no estuviese oficialmente convocado. Un capítulo con final cierto y el ruido preciso en un momento en que Cs se juega su supervivencia. Sin embargo, la convocatoria exprés, en una semana y con 11 aspirantes, ha estado llena de sobresaltos y dominada por un debate que ni siquiera dentro de la formación creen que sea oportuno, la integración electoral o no con el PP en las próximas elecciones autonómicas. Hay división de opiniones sobre la oportunidad de abordar la gran pregunta, cómo puede sobrevivir el partido. El debate ha arrastrado a los populares además a una situación incómoda.

Foto: El diputado de Ciudadanos en el parlamento andaluz, Fran Carrillo. (Javier Zapata)

Algunas voces dentro del partido liberal creen que Marín se ha aferrado a esa coalición con el PP, que alimentó la propia Inés Arrimadas dos días antes de convocarse las primarias, para dejar claro a los suyos que habrá tabla de salvación y que de la mano de los populares no está todo perdido. “Si te fijas, la mayoría de militantes que lo apoyan son altos cargos en el Gobierno. Es un mensaje tranquilizador para los suyos saber que el PP está dispuesto a darles cobijo”, señala precisamente un cargo de Cs en el Ejecutivo regional. Sin embargo, hay afines al vicepresidente que admiten que no interesaba que este asunto capitalizara la pugna interna cuando muchos militantes viven este momento como una rendición hacia un partido mucho más fuerte, que ha engullido a sus socios y que ha sabido sacar mucha más rentabilidad electoral a la coalición. “Inés [Arrimadas] se explicó fatal. Esto no interesa a nadie”, aseguran desde el equipo de Marín, convencidos de que “no era el momento de hablar de esto”.

Un "falso debate" en el PP

Sea o no el momento, es de lo que más ha hablado Marín en sus múltiples intervenciones públicas estos días de campaña. Una de las últimas, en una entrevista en COPE, donde volvió a defender que Cs está dispuesto a “explorar cualquier posibilidad que diera estabilidad a este Gobierno”. Este dilema sobre si habrá o no coalición electoral entre las dos fuerzas, si los populares van a renunciar a sus siglas en su mejor momento en Andalucía para ir con los naranjas, un escenario que es “política ficción”, admiten en las filas conservadoras, o si se planteará una integración por absorción, ha arrastrado de nuevo al partido de Juan Manuel Moreno a un "falso debate", admiten los suyos, y a un nuevo enfrentamiento con Génova. De nuevo, el líder de Cs en la comunidad arremete contra los planteamientos de la dirección nacional del PP y la cúpula andaluza guarda un estruendoso silencio.

Foto: El presidente andaluz, Juanma Moreno (i), y el consejero andaluz de Turismo, Juan Antonio Marín (d). (EFE/Fernando Villar)

Hasta ahora, el PP andaluz descartaba, al menos en privado con rotundidad, la posibilidad de un Andalucía Suma, y aseguraba que cualquier integración de cargos de Cs en sus listas electorales pasaría por la renuncia a las siglas naranjas. Incluso durante el congreso del PP-A, a finales de noviembre, este debate estuvo presente y todos los cargos consultados dijeron que eso pasaría por una renuncia previa de los que más tienen que perder, es decir, de los naranjas, según las encuestas. Eso ha mantenido públicamente con rotundidad la dirección nacional de Pablo Casado, que asegura que plantear una coalición entre iguales es absurdo.

Sin embargo, el PP de Moreno ha optado por el silencio frente a las afirmaciones múltiples de Marín, dando por hecho que sí habrá suma electoral. La mayoría de los presidentes provinciales de los populares, consultados por este periódico, no ven en absoluto esa operación con Cs. “No tenemos nada que ganar”, zanjan con rotundidad, admitiendo desconcierto por el silencio de Moreno o de su número dos, Elías Bendodo, presidente de la formación conservadora de Málaga, pero hombre fuerte del partido en la región. “No estamos en eso. No es el momento”, repiten desde el equipo del dirigente autonómico. “Es un tema del que deben pronunciarse la dirección andaluza y no los presidentes provinciales. Cuando llegue el momento, veremos. La última palabra es de la dirección nacional a propuesta de la regional”, asumen fuentes próximas al presidente andaluz.

¿Puede perder Marín?

En el PP, admiten que no quieren desautorizar a Marín, que quieren ahorrarle el daño de rechazar públicamente sus planteamiento de coalición, que no es el momento, y guardan silencio sobre si han cambiado de opinión. Hasta hace dos semanas, nadie en el entorno de Moreno veía esa operación, más allá de integrar en las listas populares a altos cargos de Cs para garantizarles sitio en el futuro Gobierno. Este silencio y esa “sobreprotección” a Marín, en palabras de un dirigente nacional, molestan a Génova de nuevo, que ya vivió con inquietud el papel protagonista del vicepresidente de la Junta en el congreso regional después de que hubiera atacado directamente a Teodoro García Egea, acusándolo de estar detrás, junto a Fran Hervías, de la filtración del audio que dinamitó la negociación de los presupuestos autonómicos.

Foto: Inés Arrimadas, junto a Juan Marín. (EFE/Román Ríos)

El PP ha vivido las primarias de Cs con estupefacción. Hasta con temor, admiten algunos dirigentes, al comprobar el guirigay interno de sus socios de coalición en la Junta. “¿Es que puede perder Marín?”, preguntaban dirigentes populares con desconcierto cuando en el primer asalto la dirección nacional dejó fuera al rival más fuerte de una terna de rostros muy desconocidos, el diputado andaluz por Córdoba Fran Carrillo. Se le sacó de la carrera por una supuesta deuda al no haber depositado su porcentaje de sueldo como cargo público, pero el pago de 4.000 euros, que el propio Carrillo sigue sin reconocer como deuda porque asegura que se trata de una donación voluntaria, le permitió seguir en el proceso.

La mitad de afiliados

La verdadera rival interna de Marín, la consejera andaluza de Igualdad, Rocío Ruiz, una gestora con buen balance en su área, que hasta hace muy poco tenía el apoyo de Inés Arrimadas y que era la única con posibilidades serias de plantar cara al vicepresidente, se retiró prudentemente de la carrera hace ya muchos meses. Sin embargo, la convocatoria de primarias para elegir candidato a la Junta de Andalucía ha destapado las miserias de un Ciudadanos que camina a paso rápido hacia el precipicio.

Eso es lo que dicen las encuestas, que se mueven en una horquilla entre los cero y tres diputados, frente a los 21 que obtuvieron en la última cita autonómica. Los nervios, el juego sucio y las acusaciones de alto voltaje han contaminado un proceso descarnado que ha dejado ver lo peor de una formación que supuestamente había nacido para la regeneración democrática tras años de bipartidismo en España y a la que muchos ya escriben el epitafio.

Foto: Juan Marín, junto a Juanma Moreno. (EFE/Raúl Caro)

El mensaje más claro que llega desde dentro de Cs a horas de que se cierren las urnas es que es “imposible” que Marín pierda las primarias, pero que la militancia está “muy enfadada”. En el equipo del líder de Cs en Andalucía, nadie da como posible una derrota. Según los datos oficiales, están llamados a las urnas 2.589 afiliados, aunque el último dato ofrecido a los candidatos es de 2.264. En 2018 había 5.697, casi el doble, aunque solo cumplían los requisitos para votar 3.337 y ejercieron su derecho menos de la mitad. Obtuvo 1.245 votos Marín y 435, Elena Bago, que vuelve a optar en el proceso.

Desde la candidatura de Carrillo, el rival más fuerte frente a Marín, aseguran que también tienen moral de victoria. “La militancia está ilusionada con recuperar las esencias de un partido libre, fuerte y autónomo. No somos el PP ni queremos ir con el PP”, defienden. El voto, telemático, se cierra este martes a las 20:00.

Las primarias de Ciudadanos en Andalucía estaban pensadas para ser un proceso interno controlado y con alfombra roja para el vicepresidente de la Junta, Juan Marín, que llevaba ya más de un mes de intensa campaña aunque el proceso no estuviese oficialmente convocado. Un capítulo con final cierto y el ruido preciso en un momento en que Cs se juega su supervivencia. Sin embargo, la convocatoria exprés, en una semana y con 11 aspirantes, ha estado llena de sobresaltos y dominada por un debate que ni siquiera dentro de la formación creen que sea oportuno, la integración electoral o no con el PP en las próximas elecciones autonómicas. Hay división de opiniones sobre la oportunidad de abordar la gran pregunta, cómo puede sobrevivir el partido. El debate ha arrastrado a los populares además a una situación incómoda.

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