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El PP cierra filas con Casado en Andalucía: "Esto no es un 'talent show' de megalomanías"
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CIERRE DEL CONGRESO ANDALUZ

El PP cierra filas con Casado en Andalucía: "Esto no es un 'talent show' de megalomanías"

Moreno arropa al presidente del Partido Popular dejándole claro que tendrá en Andalucía "el empujón" definitivo para que gane las generales y llegue a Moncloa

Foto: Pablo Casado en el congreso del PP en Andalucía. (EFE/Pepe Torres)
Pablo Casado en el congreso del PP en Andalucía. (EFE/Pepe Torres)

Pablo Casado salió del congreso del PP andaluz en Granada con un aviso para navegantes: "Nunca un mar en calma hizo buenos marineros". El partido cerró filas con el líder del PP en un momento delicado y de cuestionamiento interno, con un rumbo y una meta, llegar a la Moncloa. En Andalucía, el viento sopla a favor. En un momento de embestidas internas, Casado dejó claro que nadie va a distraerle de su objetivo, que es gobernar España, y sus dardos contra Cayetana Álvarez de Toledo e Isabel Díaz Ayuso fueron firmes, después de que el pasado viernes la presidenta madrileña aconsejara a Moreno volar libre para convocar las elecciones andaluzas.

Casado agradeció el chute de energía y ánimo que le dieron en Granada y menospreció a "esos que enredan". En el PP, dijo, "no caben personalismos", el partido no es de “solistas” ni una "una hoguera de las vanidades que no conducen a ninguna parte", "esto no es un talent show de megalomanías". Avisó de que él tiene "su propio manual de resistencia", jugando con el título del libro de Pedro Sánchez. "Ninguna insidia ni injuria va a apartarnos del camino", aseguró en el cierre del 16 congreso del PP andaluz. En el fondo vino a decir a sus enemigos internos que están ayudándolo a tener "más aplomo y más resistencia" y que le vendrá muy bien cuando sea presidente del Gobierno.

Foto: El secretario general del Partido Popular, Teodoro García Egea. (EFE/Torres)

El PP sabe que Andalucía, salvo sorpresa, será la próxima en abrir las urnas antes de las elecciones generales. Las andaluzas serán dentro de un año, como muy tarde. En primavera, como fecha más posible. Juan Manuel Moreno, según las encuestas, podría repetir en el Gobierno casi doblando sus resultados respecto a lo que obtuvo en diciembre de 2018, que fueron malos. Sabe también que una victoria del PP en Andalucía, el tradicional granero de votos del PSOE, puede ser el empujón definitivo para que Casado llegue a Moncloa en las próximas elecciones generales. De eso iba a ir este congreso y de eso fue su clausura, que quiso salvar todo el ruido que se apoderó de las dos jornadas anteriores por la tumultuosa vida interna del PP.

El PP gobierna en Andalucía con el peor resultado electoral de su historia, pero en estos tres años Moreno ha dejado de ser un candidato fracasado para convertirse en un presidente aplaudido y querido, por los suyos, claro, pero también por muchos que no le votaron entonces. Con esa ambición de convertirse en el partido mayoritario de los andaluces camina el PP andaluz y también el nacional. Moreno cerró filas con Casado. Le aseguró que "toda la energía" del PP andaluz está a su disposición para que gane las elecciones generales. El "buen rollo", la "ilusión" y la "cohesión" que vive el PP andaluz, en un momento dulce, por primera vez en el Gobierno autonómico, estará al servicio de Casado para que cuanto antes sea el próximo presidente del Gobierno.

Sus palabras cobran especial relevancia cuando la propia dirección nacional del PP ha admitido que hay una especie de motín, una maniobra dirigida contra Casado para desestabilizarlo que comparan a lo que ocurrió en el congreso de Valencia de 2008 contra Mariano Rajoy. Una estrategia detrás de la que sitúan a los mismos que entonces trataron de debilitar a Rajoy, a Esperanza Aguirre, Miguel Ángel Rodríguez, mano derecha de Isabel Díaz Ayuso, o Cayetana Álvarez de Toledo. Entonces Rajoy salvó los muebles, ganó las elecciones y se terminó lo de discutir su liderazgo. Con Casado, en su equipo, creen que ocurrirá igual. Con Moreno ya ocurrió. Cuando muchos preparaban su salida en diciembre de 2018, Andalucía abrió paso al cambio político y su liderazgo se ha consolidado como muchos de sus fieles ni siquiera imaginaban. Sale de este congreso con un apoyo del 98,98% de la militancia.

Manos libres

Casado recordó que él hizo campaña en las últimas elecciones andaluzas cuando muchos le dijeron que estaba recién llegado y se arriesgaba a llevarse una bofetada en la primera cita con las urnas. El líder del PP hizo una campaña propia por Andalucía y después, recordó, dejó a Moreno negociar y decidir sobre su investidura. Lo recordó para asegurar que volverá a dejarle al presidente andaluz manos libres para decidir sobre la fecha de las elecciones andaluzas. “Nunca hemos hablado para hablar de la fecha de las elecciones y cuando ha salido el tema, cuando la moción de censura en Murcia”, una operación de la izquierda para desestabilizar a Castilla y León, Madrid y también Andalucía, sostuvo Casado, “le dije por teléfono, desde el despacho del Congreso, tienes todo mi apoyo para hacer lo que consideres, piensa primero en Andalucía y después en el partido”. "Tienes las manos libres para hacer lo que consideres que es mejor", insistió el presidente del PP. "A mí es que me da igual cuando sean porque tengo la plena convicción de que vas a arrasar, no sé si es mayoría aplastante o una mayoría absoluta", aseguró. "Estoy convencido de que el camino a la Moncloa pasa por San Telmo", concluyó en la misma línea que antes le había dicho Moreno.

El presidente andaluz no dio pistas sobre la fecha de las elecciones andaluzas. Sí dijo que su etapa "es finita, limitada, tendré que hacer otras cosas", dando por hecho que no estará más de dos legislaturas, como siempre sostiene públicamente hasta ahora. Pero quiere una nueva legislatura. "Quiero que el cambio continúe" y necesita tiempo, dijo, para cambiar "inercias que son profundas".

El miércoles, el Gobierno andaluz verá como la oposición tumba su Presupuesto de 2022. "Seguiremos trabajando hasta el último momento", sostuvo Moreno, aunque los populares asumen que no hay ya margen. "Tengo hambre de cambio, de reforma y de mejorar nuestra tierra", sostuvo Moreno ante el plenario. "En Andalucía ya hay una mayoría que no piensa como el señor (Pedro) Sánchez", advirtió. "Ese cuento se ha acabado en Andalucía, ese cuento de que el PP es malo, insolidario, que solo la izquierda puede hacer políticas medioambientales, feministas, en defensa de la tierra", defendió el presidente de la Junta. En ese proyecto de centro, moderado y andalucista, con el que quiere ganar en Andalucía ya tiene un apoyo abrumador de las bases de su partido. Ahora le queda el de las urnas.

Pablo Casado salió del congreso del PP andaluz en Granada con un aviso para navegantes: "Nunca un mar en calma hizo buenos marineros". El partido cerró filas con el líder del PP en un momento delicado y de cuestionamiento interno, con un rumbo y una meta, llegar a la Moncloa. En Andalucía, el viento sopla a favor. En un momento de embestidas internas, Casado dejó claro que nadie va a distraerle de su objetivo, que es gobernar España, y sus dardos contra Cayetana Álvarez de Toledo e Isabel Díaz Ayuso fueron firmes, después de que el pasado viernes la presidenta madrileña aconsejara a Moreno volar libre para convocar las elecciones andaluzas.

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