La Junta de Andalucía planta cara a Calviño por el oscurantismo con los fondos europeos

Andalucía no se fía, alega no tener la letra pequeña del plan de recuperación remitido a Bruselas por el Ejecutivo de Pedro Sánchez y se queja de desconocer qué proyectos se priorizarán al entregar a las comunidades los fondos de recuperación Next Generation, 70.000 millones de euros para España en el próximo ejercicio. Por eso se niega a aceptar la orden del Gobierno de seleccionar de uno a tres proyectos para destinar ese dinero.

El presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, ha remitido una carta a la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, en mitad de este pulso abierto por la selección de proyectos que tendrán financiación de los fondos europeos. A finales del pasado septiembre, el Gobierno autonómico recibió una misiva en la que el ministerio solicitaba la selección “de entre uno y tres proyectos estratégicos o emblemáticos” para la comunidad que pudieran ser desarrollados dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno. La vicepresidenta Calviño visitó Andalucía el pasado 20 de septiembre y mantuvo una reunión con el presidente andaluz en la que la Junta reivindicó la necesidad de una mayor participación de las comunidades en el reparto de los Next Generation. Una semana más tarde, el ministerio remitió una carta en la que decía a la Junta que le tocaba seleccionar de uno a tres proyectos. Sin más datos. El Gobierno dio un plazo de 15 días hábiles.

Ese ultimátum ha sido respondido por una nueva carta del presidente andaluz, a la que ha tenido acceso El Confidencial, con fecha de 19 de octubre. Moreno insiste en la necesidad de “trabajar de forma coordinada” y en “la cogobernanza” para la gestión de estos fondos europeos para la recuperación económica. El presidente andaluz reprocha al Gobierno que enviara a Bruselas el pasado 30 de septiembre el plan de recuperación sin contar con las comunidades y sin que se les permitiera realizar aportación alguna. “Sin ni siquiera conocerlo con detalle y de forma pormenorizada”, se queja Moreno a Calviño.

Un centenar de proyectos

Pese a que la Junta no conocía la letra pequeña de ese plan, reivindica que sí cumplió con los plazos y remitió los proyectos desde Andalucía a incluir en el plan de recuperación. El Gobierno andaluz puso en marcha una selección de propuestas a través de una Oficina Next Generation, que recabó proyectos de dentro y fuera de la comunidad y que fueron estudiados por un grupo de trabajo. Se recibieron 317 proyectos y se valoraron finalmente un total de 151, recoge la información remitida a la vicepresidencia económica. Además, se sumaron proyectos que llegaron desde la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP), de los ayuntamientos y diputaciones.

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El Gobierno, una vez que ha recibido esta información, vuelve a reclamar a las comunidades una criba muchísimo mayor. El escrito remitido desde el ministerio asegura que se han analizado las propuestas, pero no da más información sobre cuáles son sus consideraciones. “Me resulta sorprendente que esta afirmación de su escrito no venga acompañada de la adecuada información acerca de las conclusiones y decisiones tomadas al respecto, o al menos una valoración de las mismas. A día de hoy, seguimos sin tener información alguna del devenir de los proyectos enviados”, reprocha en esta carta Moreno a Calviño.

Las grandes incógnitas

El Gobierno andaluz denuncia que le falta información para hacer esa selección. De hecho, pone de relieve que se pide esa nueva criba a la comunidad sin dar más indicaciones cuando por ejemplo el Ejecutivo de la nación ya aprobó el pasado 13 de julio el Perte (Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica) del vehículo eléctrico y tiene otros tres en estudio.

Andalucía no se atreve a cerrar el círculo de sus proyectos alegando que no sabe bien para qué habrá fondos. Los proyectos de la cadena agroalimentaria, el aeroespacial o el de medicina personalizada son interesantes para la comunidad, abunda la Junta en estos tres folios de escrito, pero también el plan de educación y formación profesional o el impulso de un campus tecnológico para la creación de microchips. Al margen, claro, prosigue el Gobierno andaluz, de la reivindicación de infraestructuras ferroviarias, hídricas y eléctricas.

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El Ejecutivo de Moreno insiste en que es necesario consensuar los proyectos estratégicos a que se vayan a destinar los fondos UE y se resiste, pese al ultimátum del gabinete de Pedro Sánchez, a fijar qué propuestas son más emblemáticas para Andalucía. Moreno pide “un mecanismo de coordinación robusto y que se agilice la transferencia de información”, pero no concluye qué proyectos prioriza Andalucía.

"Agravio" con el paro juvenil

No es este el único frente que tiene abierto Andalucía con el Gobierno por los fondos europeos. La Junta ha elevado también la voz frente a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, por el reparto de fondos europeos para hacer frente al desempleo juvenil. Un total de nueve millones de euros de ayudas directas que han ido a parar a Extremadura, la Comunidad Valenciana y Navarra, las tres gobernadas por el PSOE, además de al País Vasco, socio prioritario del Gobierno para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado.

Las cifras del paro juvenil en España llegaron al 38,38% al cierre del segundo trimestre de 2021. Un dato que en Andalucía se disparó entre los menores de 25 años al 47%, por encima de Extremadura (44%), la Comunidad Valenciana (41,6%) o Navarra (26%), y muy por delante también del País Vasco (37,8%). El Gobierno andaluz arremetió contra ese reparto “arbitrario” de los fondos y denunció el “agravio” y el “maltrato” de Pedro Sánchez a Andalucía. El consejero de Presidencia, Elías Bendodo (PP), denunció que el Ejecutivo central les “hace un corte de manga” a los 342.000 desempleados andaluces menores de 35 años. El País Vasco tiene 41.800 jóvenes en paro, ocho veces menos. Andalucía ha emplazado por carta a la ministra de Trabajo a una reunión para que explique con qué criterios se han dado esas ayudas directas que han salido de los fondos enviados por Bruselas.