Espadas ve "zafio" el trato a su esposa: "Que busquen a los responsables y les pregunten"

El secretario general del PSOE andaluz y alcalde de Sevilla, Juan Espadas, se pronunció por primera vez sobre la citación y comparecencia de su esposa, la técnica de la Consejería de Empleo, Carmen Ibanco, el pasado viernes en la comisión de investigación en el Parlamento andaluz. Ibanco fue citada a declarar por el presunto nepotismo en la extinta fundación de empleo Faffe, que investigan los tribunales.

“Es evidente que se la llamó por ser quien es, por ser mi esposa. Si no, hubieran llamado a muchos otros trabajadores que entraron con los mismos procesos de selección”, consideró Juan Espadas en una entrevista en el programa ‘Acento Andaluz’ de 7TV. Durante esa comparecencia, a preguntas de PP, Cs y Vox, se reveló que Ibanco había sido contratada, en 2007, en un proceso selectivo que se abrió un 21 de enero y que se cerró el 1 de febrero, cuando firmó su contrato, aunque la oferta pública, difundida en un periódico, decía que permanecería abierta hasta el 22 de febrero.

Espadas habló de “una cacería política” de Cs, PP y Vox, que “llevan mucho tiempo en el deterioro permanente del PSOE y una especie de enmienda a la totalidad de los años socialistas en todos los sentidos”. Consideró que le parece “una vergüenza política” que el Parlamento diera a una trabajadora pública que no milita en ningún partido ese trato, agregando que Ibanco es una técnica de Empleo que “se defiende por sí sola”.

"Lo más zafio es hacerlo dañando la imagen de una trabajadora en un puesto base"

“Hay una fundación que con arreglo a principios, se quieran ver o no, de publicidad y libre concurrencia hace una convocatoria a la que se presentan una serie de personas. La responsabilidad le corresponderá a quienes seleccionaron. Echaron su currículum, que en su caso se adapta exactamente al puesto, y si se hizo más pronto, más tarde, en más tiempo o en menos tiempo, pues que sencillamente se busque a los responsables de la selección y se les pregunte por qué lo hicieron”, zanjó Espadas. “Lo hacen por supuesto para aprovechar que soy el secretario general del PSOE-A, pero lo más dañino y lo más zafio es hacerlo dañando la imagen de una trabajadora que lleva muchos años en un puesto base”, concluyó el también alcalde de Sevilla en sus primeras declaraciones sobre este asunto.

El PP modera el discurso

El consejero de Presidencia, Elías Bendodo (PP), también se refirió a este asunto en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno y lo hizo en un tono muy moderado y sin querer entrar en el asunto. Preguntado sobre cómo valoraba la comparecencia de la esposa de Espadas en el Parlamento, señaló: “Creo que hay determinadas situaciones que son incómodas y que se tienen que evitar. No hay que llegar a esos extremos de crispación política”. Bendodo apostó por “rebajar la tensión” y centrarse en “construir un mejor futuro para todos”. Además, se mostró convencido de que en estos momentos “la crispación no da rédito electoral”.

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Isabel Morillo. Sevilla

Tal y como contó este periódico, el PP andaluz ha dado orden de utilizar la comparecencia de la mujer de Espadas en la comisión de la Faffe para atacar al líder socialista. Ni PP ni Cs han pedido la dimisión del secretario general del PSOE andaluz, como ha hecho Vox.

El partido de Santiago Abascal, que pide elecciones anticipadas en Andalucía, advirtió en sus redes sociales contra la estrategia del Gobierno andaluz y la vinculó a la negociación de los presupuestos de 2022, que deben negociarse. “El mismo PP cobarde de siempre. Protege a la mujer enchufada de Juan Espadas para no enfadar al líder del PSOE andaluz. Es indudable que Juanma Moreno desea pactar los presupuestos con los socialistas. Para política carroñera, la vuestra. Con los corruptos no se negocia”, señalaron desde Vox.

Este periódico ha sabido que hubo una llamada a Elías Bendodo desde el entorno de Espadas quejándose de que se hubiera metido a su mujer en la lista de comparecientes de la Faffe una vez que se ratificó que se presentaba a las primarias. Se consideró “una descortesía”. Acordaron “juego limpio” y desde el PP se les trasladó a los socialistas que ellos consideraban que "era innecesaria" esa citación. Al líder del PSOE se le aseguró que no harían sangre con este asunto. La única salida hubiera sido que se ausentara y no hubiese ido a declarar, como ha ocurrido con otros cargos socialistas como los expresidentes Manuel Chaves o José Antonio Griñán. La mayoría ha declinado prestar declaración o directamente no ha acudido. La solicitud de comparecencia la formuló Cs.