Incautada una tonelada de cocaína vinculada al exmilitar de la Royal Navy de Sotogrande

Un año después de iniciar las investigaciones, y con varias aprehensiones de por medio, la Policía Nacional y el Servicio de Vigilancia Aduanera han puesto la guinda a la operación Candado con la incautación de casi una tonelada de cocaína que se vincula con el exmilitar de la Royal Navy detenido semanas atrás en la lujosa urbanización de Sotogrande.

El abordaje de la embarcación Windwhisper se realizó en aguas del Atlántico desde el buque de operaciones especiales Fulmar y se saldó con la detención de los tres tripulantes y la captura de otras cuatro personas en suelo español.

Las pesquisas del Grupo de Respuesta Especial para el Crimen Organizado (GRECO) se centraron desde un principio en un ciudadano británico, ya detenido, que resultó ser un exmiembro de la Royal Navy británica con extensos conocimientos náuticos y que residía en la exclusiva urbanización de Sotogrande, en el municipio gaditano de San Roque. “Esta persona, de la que se conocía su estrecha relación con el tráfico internacional de drogas, tenía fuertes vínculos con otras organizaciones criminales asentadas en países como Reino Unido y Ucrania”, según ha informado este miércoles la Policía Nacional.

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Además del contacto previo con posibles receptores de droga, contaba con varias empresas dedicadas a la compraventa y alquiler de embarcaciones, con las que “orquestaba de forma fraudulenta la adquisición del transporte” de los alijos. También facilitó la creación de sociedades pantallas para introducir en el circuito económico legal el dinero procedente del tráfico de estupefacientes. En las redes sociales, como informó este periódico, promocionaba negocios inmobiliarios en su lugar de residencia, donde ofrecía viviendas en alquiler cuyos precios alcanzaban varios miles de euros al mes.

Como consecuencia de la investigación, se pudo determinar que esta persona estaría en disposición de llevar a cabo diferentes transportes de droga para diversas organizaciones criminales, siempre utilizando embarcaciones de recreo y veleros. Al mismo tiempo, el investigado se relacionaba también con individuos afincados en Ceuta, integrantes de un grupo suministrador de hachís.

Intervenciones previas

Fruto del control sobre los investigados, en el mes de agosto de 2020 la red preparó un envío a bordo de un velero llamado Suka, que fue intervenido en el puerto deportivo de Ceuta cuando habían cargado en su interior casi 600 kilogramos de hachís.

Meses después, concretamente en noviembre, los investigados organizaron una nueva operación. En esta ocasión, emplearon la embarcación de recreo Alauro, interceptada en el puerto deportivo de Sotogrande con una carga de 1.000 kilos de la misma sustancia.

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A raíz de estas intervenciones, el pasado mes de mayo se acordó, junto con la autoridad judicial, explotar la rama de la organización criminal dedicada al tráfico de hachís y se procedió a la detención de 10 personas, con entradas y registros en Cádiz, Málaga y la ciudad autónoma de Ceuta.

La investigación prosiguió centrada en una segunda trama de este grupo delictivo dedicada al tráfico internacional de cocaína, después de recopilar datos que apuntaban a que los sospechosos dispondrían de la logística para introducir grandes alijos de esta droga en el continente europeo.

Los agentes consideran que el cabecilla facilitó sociedades pantalla para blanquear

A principios de este mes de junio, fruto de las pesquisas, “se tuvo conocimiento de la salida del velero Windwhisper, que habría zarpado desde el mar Caribe, poniendo rumbo hacia Europa”. En ese momento, se decidió establecer un dispositivo que desembocó en su abordaje el pasado día 13 y, tras arrestar a los tres tripulantes, se trasladó al puerto de Cádiz.

Otros cuatro individuos fueron atrapados en la zona del Campo de Gibraltar y en la provincia de Málaga por su presunta relación con estos hechos. Dos de ellos se encuentran actualmente cumpliendo condena en prisión.

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Estrictas medidas de seguridad

La citada fuente ha destacado “el alto grado de profesionalidad” de los miembros de la organización ahora desarticulada, ya que adoptaban “numerosas y estrictas medidas de seguridad” en sus comunicaciones y durante sus desplazamientos. Además, elegían concienzudamente los lugares de sus reuniones y encuentros personales para no ser detectados.

La operación se llevó a cabo con la colaboración de la NCA británica y bajo la coordinación del Juzgado de Instrucción número 1 de San Roque (Cádiz) y de la Fiscalía Especial Antidroga del Campo de Gibraltar.

Hípicas y fusiles de guerra M16A1

Este miércoles se ofrecieron más detalles de la operación que la semana pasada llevaron a cabo la Policía Nacional y la Guardia Civil y que posibilitó la detención de algunos de los elementos más importantes del tráfico de cocaína en Marbella.

Participaron más de 350 efectivos de distintas especialidades de ambos cuerpos, llevándose a cabo un total de 18 registros, la mayoría de ellos en la localidad marbellí. Fueron arrestadas un total de 14 personas, de las que 11 ingresaron en prisión, y se intervinieron 12 vehículos, algunos de los cuales tenían sofisticados sistemas de ocultación de armas, dinero y droga.

Durante la investigación, los agentes constaron que la organización, con el paso de los años, fue forjando un importante entramado empresarial con diferentes y variadas líneas de negocio, todo ello con el único fin de blanquear los beneficios obtenidos con el narcotráfico, basándose para ello en la restauración y el sector hípico como principales actividades empresariales.

Los responsables del caso, además, localizaron un importante arsenal de armas en el interior de un vehículo de la misma organización, entre las que destacaban especialmente dos fusiles de asalto modelo M16A1, perfectamente equipados con elementos de ayuda a la puntería de última generación. Este tipo de armas es de uso exclusivamente militar y se considera de guerra.