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El 'software' para evitar que copien en los exámenes que reveló un pinganillo indiscreto
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El 'software' para evitar que copien en los exámenes que reveló un pinganillo indiscreto

Expertos de la UMA crean un programa que genera infinitas pruebas de similar dificultad y que cuenta con un sistema de autocorrección. Otras universidades ya se han interesado

Foto: Luis Felipe Romero (izquierda) y Gerardo Bandera. (El Confidencial)
Luis Felipe Romero (izquierda) y Gerardo Bandera. (El Confidencial)

La rápida y dolorosa propagación de la pandemia en sus inicios obligó a suspender las clases presenciales y abocó a un nuevo espacio educativo en el que el ordenador era el nexo entre el profesor y el alumno. Luis Felipe Romero fue uno de esos docentes que de la noche a la mañana se vio inmerso en la educación online. Un sistema nuevo para todos... Y un campo abonado para la picaresca y las trampas aderezadas con tecnología.

"El 13 de marzo [del año pasado] nos informaron de que nos confinaban y dos semanas después tenía un examen de Fundamentos de Computadores", la asignatura que imparte en tercero de Ingeniería Industrial en la Universidad de Málaga (UMA). Entonces se estableció un protocolo para realizar los controles y evitar que el alumnado copiase, pero ese día pudo comprobar que el sistema tenía lagunas.

Foto: Se presentaron 15 aspirantes y solo ella superó los 15 aciertos (EFE/Eliseo Trigo)

Se las 'mostró' un estudiante al que tenía calado y que, sin quererlo, iba a despertar una pulsión innovadora que acabaría suponiendo una evolución en la realización de exámenes. "Cuando arrancó la prueba pedimos a los alumnos que tuviesen encendido el micrófono durante todo el tiempo. En el silencio, comenzamos a escuchar un ruido nítido que se colaba. Era alguien que dictaba las respuestas", relata el catedrático de Arquitectura de Computadores, que explica que finalmente localizaron a un alumno al que le estaban soplando las contestaciones a través de un pinganillo. "Tenía el volumen tan fuerte, que pudimos detectarlo".

Esta fue la singular forma con la que este profesor se dio cuenta de que, ante la incertidumbre sobre la duración de la pandemia, tenía que buscar un método infalible para evitar que el alumnado copiara. Así que comenzó a trabajar con su compañero Gerardo Bandera en un 'software' capaz de generar un número inimaginable de exámenes, con un nivel de dificultad similar y capaz de corregirlos en el instante. El resultado fue Casium, una página web y plataforma lectiva por la que ya se han interesado otras universidades.

"Tenía el volumen tan fuerte, que el sonido se colaba y pudimos detectarlo"

El sistema acabaría con la tradicional división de las aulas en filas o columnas a las que se repartía uno de los dos modelos de preguntas que habitualmente confeccionaban los docentes para las pruebas presenciales. Con su programa, cada estudiante tendría un examen único, con lo que las posibilidades de copiar se reducen prácticamente a cero.

"En los exámenes online estás completamente expuesto a que los alumnos intercambien información entre ellos y pensamos que la única solución era que cada uno de ellos tuviese su propio examen. Pero tengo 100 estudiantes en clase y, aunque sean las mismas preguntas con distintos datos, hay que hacer un centenar de enunciados; y lo que conlleva más tiempo, resolverlos", explica el catedrático, que relata que, "entonces, llegamos a la conclusión de que había que crear un programa que, no solo cambiase los parámetros de las preguntas para cada alumno, sino que calculase automáticamente la respuesta correcta".

placeholder Portada de la web Casium, creada por los dos expertos universitarios. (El Confidencial)
Portada de la web Casium, creada por los dos expertos universitarios. (El Confidencial)

Romero sostiene que Casium es capaz de crear "1.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000 exámenes", por lo que "es imposible que haya una coincidencia". "En esta asignatura ya no tengo que poner más nuevas pruebas". "Tenemos hasta que me jubile", bromea, para justificar su aseveración con una singular revelación: "En el mundo hay 8.000 millones de personas, pues si cada una de ellas se pusiese a hacer un examen desde el comienzo del universo hasta su extinción dentro de 20.000 millones de años, aún nos sobrarían. No solo para este, sino para otro millón de universos más".

El docente añade que otra de las grandes ventajas del 'software' es que permite aplicar unos condicionantes para que todos los controles académicos tengan una "dificultad similar", porque "sería injusto que un estudiante se enfrentara a uno extremadamente sencillo y su compañero a unas cuestiones muy complicadas".

Para materias de ciencias

Aclara que, por su propia concepción, y la necesidad de "pasar por un programador", el 'software' "es más aplicable a materias de ciencia". "Informática, Matemáticas, Ingeniería, Física... son más susceptibles de adaptar este modelo, que ahora queremos exportar para que una persona que quiera reutilizarlo únicamente tenga que inscribir sus funciones". "Días atrás estuve con unos profesores de la misma área de conocimiento de la Universidad de Almería y me preguntaron si lo podían usar", señala, para seguidamente explicar que "cualquier centro universitario del mundo podría usar esta web, únicamente deben saber los DNI de sus alumnos para identificarlos y evaluarlos automáticamente". Un sistema que, además, registra la "fecha y hora de entrega" de las respuestas para evitar que se presenten fuera de plazo.

Foto: Foto: EFE.

Gerardo Bandera hace hincapié en que, lo que originariamente se concibió como "un arma para evitar que los alumnos copiasen durante las pruebas online, se ha convertido en una herramienta lectiva". Esto ha sido posible porque, al generar el programa una cifra casi inimaginable de pruebas, el alumno puede utilizar Casium para practicar cada vez que quiera. Como el que quiere obtener el carnet de conducir y realiza test constantemente. "Es un 'modo entrenamiento' en el que se muestra la respuesta de cada apartado", aclaran.

No obstante, "nos percatamos de que algunos alumnos habían mecanizado el proceso de resolución". "Sabían hacer el problema, pero no por qué", así que optaron por incluir la función "revelar traza", que explica cómo obtener las respuestas correctas. Lógicamente, "cambia con cada examen".

"Los niveles de reclamación son muy bajos porque el alumno puede ver dónde falló"

Esta es una de las circunstancias por las que, a pesar de contar con un sistema de autocorrección, "los niveles de reclamación son muy bajos porque el alumno puede ver dónde han fallado", apunta el profesor de la UMA, que añade que la nota se conoce de forma instantánea. Casium fue concebido para un entorno educativo a distancia, pero Romero señala que el próximo curso, con el previsible retorno total a las aulas, "lo usaremos presencial". El copiar se va a acabar. O no.

La rápida y dolorosa propagación de la pandemia en sus inicios obligó a suspender las clases presenciales y abocó a un nuevo espacio educativo en el que el ordenador era el nexo entre el profesor y el alumno. Luis Felipe Romero fue uno de esos docentes que de la noche a la mañana se vio inmerso en la educación online. Un sistema nuevo para todos... Y un campo abonado para la picaresca y las trampas aderezadas con tecnología.

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