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El PP asfixia al alcalde de Granada y se 'fuga' con dos ediles de Cs para forzar su salida
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CRISIS MUNICIPAL

El PP asfixia al alcalde de Granada y se 'fuga' con dos ediles de Cs para forzar su salida

Los seis ediles populares comunican que se marchan del equipo municipal con otros dos de Cs y dejan a Luis Salvador en minoría en una maniobra para poner a un regidor del PP

Foto: El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida (d), en una reunión con el de Granada, Luis Salvador (i). (EFE)
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida (d), en una reunión con el de Granada, Luis Salvador (i). (EFE)

Era un anuncio —según Ciudadanos, una amenaza—, y ahora es una realidad. Los concejales del PP en Granada han comunicado su marcha del Gobierno municipal en una maniobra inédita y desesperada para intentar que el alcalde, Luis Salvador (Cs), se rinda y ceda el paso a los populares al frente del Ayuntamiento. A la marcha de los ediles del PP se suman dos concejales de Cs, Manuel Olivares y Lucía Garrido, que se suman a la estrategia de los populares. Eso deja al alcalde con solo otro edil y sin capacidad ninguna para convocar ni siquiera una junta de gobierno. El ayuntamiento queda absolutamente paralizado, según la propia ley de grandes ciudades. Pero Salvador se atrinchera en el cargo después de que se cerrara sin acuerdo la reunión y ha pedido, en una convocatoria de prensa en el Ayuntamiento, que reflexionen y vuelvan al equipo que gestiona el Ayuntamiento.

El divorcio estaba más que anunciado. El presidente del PP de Granada, Francisco Rodríguez, certificó este martes que los seis ediles del PP van a renunciar a sus competencias y abandonarán el Ejecutivo municipal. Un par de horas después se sumaron a la fuga los dos ediles de Cs, Eso deja a Salvador con un Gobierno en minoría con dos de los 27 concejales. En su investidura contó también con el apoyo de los tres concejales de Vox que ya no tiene.

Foto: El concejal del Ayuntamiento de Granada, Sebastián Pérez. (EFE)

La crisis se precipitó el pasado 26 de mayo. Entonces quien fue candidato del PP y presidente del partido en Granada, Sebastián Pérez, anunció que abandonaba las filas populares tras 35 años de militancia y se convertía en concejal no adscrito. De camino abría un pulso. O el alcalde de Cs daba un paso a un lado y se investía a un regidor del PP o él mismo estaría dispuesto a suscribir una moción de censura que entregara la alcaldía al PSOE, que ganó las últimas elecciones.

Desde entonces, el PP granadino, con el impulso de Génova y la autorización de la dirección andaluza, empezó una ronda de contactos para relevar a Salvador. El alcalde estuvo en una reunión en Madrid el pasado viernes y volvió a Granada con el mensaje de que tenía el apoyo de la dirección de su partido e Inés Arrimadas y que no pensaba ceder el bastón de mando.

El PP admitía que cedía en el Ayuntamiento granadino para mantener el poder en la diputación de Málaga

La consecuencia es esta dimisión en bloque del PP del Gobierno municipal. La alcaldía de Granada es la más importante que ahora mismo tiene Cs, un partido tocado de muerte tras los últimos batacazos electorales. Se pactó la investidura del alcalde, pese a que Cs tenía solo cuatro concejales frente a siete del PP, ahora seis tras la marcha de Pérez. Fue un acuerdo cerrado por arriba que conllevaba un cambalache de sillones. El PP admitía que cedía en el Ayuntamiento granadino para mantener el poder en la Diputación de Málaga.

Sebastián Pérez, entonces líder del PP en Granada, asegura que el acuerdo cerrado implicaba la alternancia a los dos años. Una fórmula de 2+2 que obligaría a Cs a retirarse y entregar el bastón de mando en breve, cuando se entra en el ecuador del mandato municipal. El alcalde Luis Salvador siempre ha negado ese acuerdo. Quien fue secretario de Organización de Cs y hombre fuerte en Andalucía, Fran Hervías, ahora en el PP y con despacho en Génova junto al secretario general, Teodoro García Egea, asumió públicamente hace un par de meses que el pacto era de 2+2, a lo que se sumó uno de los ediles de Cs en el Ayuntamiento, que ahora también se marcha, dejando por embustero a Salvador y empezando a sacudir los pilares de la estabilidad en el Gobierno local.

Efectos en Andalucía y Madrid

El PP andaluz siempre ha frenado cualquier intento de desalojar a Ciudadanos de la alcaldía de Granada. Priorizaba la estabilidad en la Junta de Andalucía, donde PP y Cs gobiernan en coalición. La dimisión de Sebastián Pérez y la amenaza de que podría investir a un alcalde socialista cambió el escenario. El PP de Juan Manuel Moreno autorizó los contactos para el relevo como quería Génova.

El PP andaluz siempre ha frenado cualquier intento de desalojar a Ciudadanos de la alcaldía de Granada

El vicepresidente andaluz, Juan Marín, ha defendido estos días que Salvador era un alcalde "intocable" y, como Arrimadas, cerró filas con quien un día fue su enemigo interno. Marín recuerda que, tras la moción de Murcia y el adelanto electoral en Madrid, PP y Cs sellaron en Andalucía un acuerdo de estabilidad que impedía el trasvase de cargos de Cs al PP o maniobras que hicieran daño a la formación naranja como la que se está desarrollando en Granada. El líder autonómico de Cs ha considerado que no solo se vulnera el pacto antitransfuguismo sellado en Madrid, sino también los acuerdos cerrados en Andalucía. El otro protagonista de esos pactos, el consejero de Presidencia, Elías Bendodo, hombre fuerte del PP en Andalucía, lleva días guardando silencio. Fuentes del PP aseguran que Marín ha estado al corriente de todo "desde el primer momento".

Foto: Felipe VI, durante un viaje oficial reciente. (EFE)

Se desconoce el alcance de los efectos que Granada pueda tener en la relación de los socios de Gobierno en Andalucía, en un momento delicado tras la amenaza de Vox de dejarlos en minoría y la exigencia de un adelanto electoral. Hasta ahora, PP y Cs se han “encapsulado” y blindado su estabilidad, pero este terremoto político llega con mucha intensidad a los despachos de San Telmo, sede del Gobierno andaluz.

Se desconoce el alcance de los efectos que Granada pueda tener en la relación de Moreno y Marín

Tampoco se sabe con claridad qué supondrá la ruptura de Granada en las relaciones entre las cúpulas nacionales de PP y Cs, después de que, como avanzó este periódico, Pablo Casado e Inés Arrimadas hubieran empezado el deshielo de sus relaciones con un almuerzo informal en Madrid.

Todo indica que Génova sigue adelante con su plan para atraer cargos de Cs al PP antes de las próximas elecciones y empezar desde ya la reconstrucción del centro derecha dentro de las siglas populares, en una especie de fusión por absorción que una parte de Ciudadanos rechaza de frente. Granada puede ser un punto importante en este plan. Las consecuencias pueden llegar más allá del Ayuntamiento granadino.

El alcalde de Granada, Luis Salvador (Cs), se mantiene en el cargo después de que se cerrara sin acuerdo la reunión que mantuvo este pasado lunes con la dirección provincial del PP, formación con la que ha cogobernado desde el principio del mandato y que este martes ha roto este acuerdo pues pedía asumir la Alcaldía en la segunda parte del mandato.

Este martes han renunciado a sus competencias en el gobierno local los seis ediles del Grupo Popular, a los que Luis Salvador, en compañía del edil naranja José Antonio Huertas, ha pedido, en una convocatoria de prensa en el Ayuntamiento, que reflexionen y vuelvan al equipo que gestiona el Ayuntamiento, y dos de Cs, uno de ellos el que ha sido su portavoz en el Consistorio, Manuel Olivares, que ha dejado el partido, que entiende que ha "virado al sanchismo".

Era un anuncio —según Ciudadanos, una amenaza—, y ahora es una realidad. Los concejales del PP en Granada han comunicado su marcha del Gobierno municipal en una maniobra inédita y desesperada para intentar que el alcalde, Luis Salvador (Cs), se rinda y ceda el paso a los populares al frente del Ayuntamiento. A la marcha de los ediles del PP se suman dos concejales de Cs, Manuel Olivares y Lucía Garrido, que se suman a la estrategia de los populares. Eso deja al alcalde con solo otro edil y sin capacidad ninguna para convocar ni siquiera una junta de gobierno. El ayuntamiento queda absolutamente paralizado, según la propia ley de grandes ciudades. Pero Salvador se atrinchera en el cargo después de que se cerrara sin acuerdo la reunión y ha pedido, en una convocatoria de prensa en el Ayuntamiento, que reflexionen y vuelvan al equipo que gestiona el Ayuntamiento.

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