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El fin de las fiestas apaga los fuegos: la pirotecnia en Andalucía pide auxilio
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su facturación ha caído un 90%

El fin de las fiestas apaga los fuegos: la pirotecnia en Andalucía pide auxilio

Por segundo año consecutivo no habrá luces en el cielo porque no hay días de fiesta. Es la muerte de esta industria pirotécnica. El sector reclama que ellos son una oferta de ocio segura

Foto: Foto: Pirotecnia San Bartolomé.
Foto: Pirotecnia San Bartolomé.

Andalucía no es la Comunidad Valenciana, el centro neurálgico de la industria de la pirotecnia en España. Pero en una comarca colindante entre Sevilla y Huelva, en el Aljarafe sevillano, hay dos pueblos, Umbrete y Benacazón, con una larguísima tradición en la fabricación de explosivos. En la localidad umbreteña, su alcalde, Joaquín Fernández (PSOE), habla de una tradición de cuatro siglos. “Un historiador de la localidad sitúa en 1.738 indicios de esta tradición de la mano de una militar de artillería que se afincó aquí”, asegura.

Rocío y Eduardo son primos, ambos Campos de apellidos. Ella estudió finanzas, y él imagen y sonido. Ninguno trabaja en su campo profesional. O sí, porque ambos forman parte de la quinta generación familiar en Pirotecnia San Bartolomé. Ella dejó su trabajo en 2015 cuando su padre, fallecido este año, se jubiló para ponerse al frente de la empresa. Él casi ni probó suerte en el medio audiovisual y tiró hacia el negocio familiar.

placeholder Foto: Pirotecnia San Bartolomé.
Foto: Pirotecnia San Bartolomé.

Es viernes y ambos acuden a la fábrica con Antonio Márquez, que trabaja en la pirotecnia desde 1992. Hace meses que no van allí a trabajar. La plantilla está en ERTE. Pero el sector en Andalucía, con empresas también en Almería, Granada o Jaén, no han sido incluidos como beneficiarios de las ayudas directas aprobadas por la Junta. Así lo ha hecho saber la Asociación Española de la Pirotecnia (AEPIRO) con una carta dirigida al Gobierno andaluz, para que se replantee la exclusión. La Junta y el Ayuntamiento de Sevilla si han prestado auxilio a otros sectores castigados por el fin de las fiestas, como la moda flamenca o las luces de Navidad.

Rocío cuenta que ha caído en un año entre el 90 y el 95% de su facturación. “El año pasado vendimos solo las dos últimas semanas de diciembre”, asegura. Son sus momentos álgidos. Las Navidades, con una tienda de venta al público que se anima en esos días, y la primavera. Este mismo sábado la Feria de Abril de Sevilladebería despedirse de la ciudad con un espectáculo de fuegos artificiales. Por segundo año consecutivo no habrá luces en el cielo porque no hay días de fiesta. Es la muerte de esta industria pirotécnica. Sin ferias ni romerías, sin el peregrinaje de las hermandades a El Rocío no hay fuegos ni cohetes. El sector reclama que ellos son una oferta de ocio segura, “se pueden disfrutar los fuegos artificiales desde la puerta de casa o un balcón, tras las ventanas y sin necesidad de grandes aglomeraciones de gente”, defiende la directora de Pirotecnia San Bartolomé.

En un año ha caído entre el 90 y el 95% de su facturación. "Vendimos solo las dos últimas semanas de diciembre"

Umbrete sí apostó el año pasado por mantener la tradición de su pirotecnia recreativa aunque para evitar aglomeraciones no pudo contratar el tradicional toro de fuego. Bajo un armazón de hierro con forma de toro lleno de bengalas el pueblo celebra una de los elementos más distintivos de sus fiestas tradicionales. El alcalde insiste en que lo seguirá haciendo para proteger no solo “una tradición muy arraigada y que forma parte del ADN del umbreteño” sino también para proteger a dos fábricas afincadas en el pueblo que, en temporada alta, puede tener en nómina “a 30 o 40 personas”.

Antonio explica cómo se fabrica un trueno, un volador o un cohete. “Todo es a mano, no hay máquinas, nosotros lo hacemos todo de forma artesanal”, cuenta mientras rellena el dispositivo de pólvora. Cada artefacto lleva una pegatina donde se especifica el lote y el registro. Las exigencias y los controles de calidad son máximos. Es lo más caro del proceso.

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Foto: Pirotecnia San Bartolomé.

Rocío Campos remarca que hay un elevado monto de costes fijos haya o no actividad en la industria. Hay que pagar seguros de responsabilidad civil de elevada cuantía para la cobertura de posibles siniestros, auditorías y controles de calidad imprescindibles para optar a contratos... Todo el material está ahora mismo almacenado en las naves perfectamente embalado. Hay un dispositivo de seguridad privada que rodea todo el recinto, las alarmas están directamente conectadas con la Guardia Civil por una cuestión de seguridad ciudadana. Un eventual robo de explosivos en el radar.

Además, toda la industria ha tenido que acometer obras y ajustes recientes para adaptarse a una estricta normativa europea. En el caso de la Pirotecnia San Bartolomé han acudido a préstamos y financiación externa para poder realizar esas reformas.

Foto: Mascletà de Fallas en Valencia

Antes de que el covid acabara con las ferias, las romerías, las verbenas, las grandes bodas, los hoteles llenos de clientes a los que animaban a la última copa con pequeños espectáculos de fuegos artificiales en sus jardines... Antes de que la mayoría de los ayuntamientos congelaran sus partidas de festejos, la industria pirotécnica ya contaba con el rechazo de asociaciones animalistas, que han denunciado reiteradamente el daño a los animales que hacen los cohetes y petardos. También de otros colectivos vulnerables como los niños con autismo.

¿Está abocada esta tradición de la pirotecnia a desaparecer? ¿Podrán las empresas remontar tras la crisis del coronavirus? Los empresarios confían en que sí. El alcalde de Umbrete lo tiene claro: "Podremos regular en las ordenanzas municipales el ruido para facilitar la convivencia, hemos hecho cambios porque ahora por ejemplo el día que sale la Hermandad del Rocío solo se pueden tirar cohetes desde el amanecer y antes duraba toda la madrugada, pero eliminar una tradición que está en el ADN de nuestras fiestas no, eso no va a ocurrir, cuando alguien se viene a vivir a Umbrete debe saber cuáles son nuestras costumbres y vamos a mantenerlas", subraya.

Andalucía no es la Comunidad Valenciana, el centro neurálgico de la industria de la pirotecnia en España. Pero en una comarca colindante entre Sevilla y Huelva, en el Aljarafe sevillano, hay dos pueblos, Umbrete y Benacazón, con una larguísima tradición en la fabricación de explosivos. En la localidad umbreteña, su alcalde, Joaquín Fernández (PSOE), habla de una tradición de cuatro siglos. “Un historiador de la localidad sitúa en 1.738 indicios de esta tradición de la mano de una militar de artillería que se afincó aquí”, asegura.

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