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Los respiradores 'low cost' que Andalucía no usó pero dieron oxígeno a Ecuador
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la junta ofreció el dispositivo a las CCAA

Los respiradores 'low cost' que Andalucía no usó pero dieron oxígeno a Ecuador

Los 300 dispositivos impulsados por la Junta no han llegado a emplearse en ninguno de sus hospitales. Su uso fue autorizado por la Aemps en caso de emergencia, pero aún carecen del marcado CE

Foto: Foto: Instituto de Investigación Biomédica de Málaga.
Foto: Instituto de Investigación Biomédica de Málaga.

Allá por el mes de abril del pasado año, cuando la dentellada de la pandemia era más potente, cuando doblegar la curva de contagios parecía una misión imposible y las UCI se colapsaban entre las denuncias de falta de medios para los sanitarios, la Junta de Andalucía anunciaba una imaginativa solución: ‘Andalucía Respira’. Un recurso ‘low cost’ para solventar la amenaza de falta de respiradores en los centros sanitarios, que la Administración autonómica publicitó como ejemplo de innovación, pero que —afortunadamente— no se ha utilizado. Al menos, en territorio español, ya que 30 de los 300 respiradores que se han fabricado hasta el momento se enviaron a Ecuador, en un momento en que “el mundo entero se peleaba por una mascarilla”.

Surgido de la convergencia de talento de dos cirujanos, un intensivista y dos ingenieros, y con el impulso del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (Ibima), este dispositivo tiene un tiempo de ejecución aproximada de dos horas y no lleva componentes móviles, reduciéndose el riesgo de fallo mecánico o fatiga de materiales. El controlador eléctrico del sistema está basado en autómatas comerciales diseñados para uso continuado con muy bajo riesgo de fallo. “Es decir, permite modificar sencillamente varios parámetros respiratorios, como la frecuencia de respiración, presión y la relación inspiración-espiración, ofreciendo una alternativa real a los actuales respiradores homologados que se encuentran en las unidades de cuidados intensivos para pacientes graves con la sintomatología del covid-19”, detalló en su momento el citado instituto.

Foto: l cirujano cardiovascular del Hospital Regional de Málaga Ignacio Díaz de Tuesta en las pruebas del 'Málaga Respira' (EFE).

El proyecto se difundió intensamente como muestra de fortaleza del I+D+i andaluz. Ante los medios, pasaron los creadores del respirador. Y políticos, muchos políticos. Con el momento culmen de la visita del presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla, a la fábrica de Fujitsu en Málaga donde se estaban confeccionando los dispositivos. Hasta el actor Antonio Banderas y el cantante Pablo Alborán anunciaron que apoyarían al equipo investigador aportando 100.000 euros cada uno.

¿Pero qué pasó desde entonces? El secretario general de Investigación, Desarrollo e Innovación de la Administración autonómica, Isaac Túnez, explicó a este periódico que, “desde que se anunció el proyecto hasta el momento, se han fabricado 300 respiradores” en la planta malagueña, pero precisó que “aún no se ha utilizado ninguno”. Entre otros motivos, porque “su aprobación por parte de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) se realizó para cuando no hubiera ningún otro en los hospitales, puesto que este respirador no cuenta con marcado CE”. “En estos momentos, precisamente, se está trabajando en la consecución de ese requerimiento”, añadió.

placeholder Foto: Instituto de Investigación Biomédica de Málaga.
Foto: Instituto de Investigación Biomédica de Málaga.

"Ser poseedores de un respirador era salvar una vida"

La Junta de Andalucía ofreció el dispositivo a cualquier comunidad con escasez de respiradores, pero ninguna lo solicitó y permanecieron inactivos. En julio de 2020, el presidente autonómico anunciaba la firma de un protocolo de colaboración con el Sistema de la Integración Centroamericana y la inminente entrega de 30 de ellos a Ecuador.

Cristóbal Roldán, embajador de este país en España, nueve meses después, ha querido poner en valor este gesto de solidaridad: “Nunca dejaremos de estar agradecidos con el pueblo español y, particularmente, con la Junta de Andalucía. Nos ayudó mucho”.

Foto: Un técnico trabaja en la fabricación, en impresoras 3D, de componentes para un respirador. (EFE)

En declaraciones a El Confidencial, en un momento en el que no recordamos las carencias de los primeros días de la pandemia, el diplomático echó la vista atrás y se trasladó a un momento en el que “ser poseedores de un respirador era salvar una vida”.

Ahora la sociedad está tranquila y asiste con cierta “pasividad” al tema de los respiradores, “pero recordemos que hace un año el mundo entero se peleaba por una mascarilla”. “Era un privilegio, un tesoro”. “Por eso asumimos la responsabilidad y acudimos a la Junta. Firmamos un acuerdo con Juanma Moreno, que muy generosamente nos recibió y cedió estos 30 respiradores”, declaró Roldán, quien destacó la labor de mediación del cónsul honorario de Ecuador en Sevilla, Alejandro Salgado.

placeholder El embajador de Ecuador en España, Cristóbal Roldán. (EFE)
El embajador de Ecuador en España, Cristóbal Roldán. (EFE)

Los dispositivos “se trasladaron a Quito y se repartieron por varios hospitales, no solo de la capital, para beneficiar a aquellas personas que estaban padeciendo por el contagio del covid-19”, informó el embajador, que añadió que “se destinaron, sobre todo, a los centros públicos donde había más carencia de equipos”.

Carlos Roldán insistió en sus muestras de agradecimiento y mostró su orgullo por que dos “países hermanos” colaborasen “sin pensar en fronteras, sin pensar en edades, sin pensar en hombres y mujeres”.

‘Andalucía Respira’ ha tenido un coste aproximado de unos 600.000 euros, destinados en su mayoría a la adquisición de los materiales, “dada la disponibilidad de Fujitsu para el ensamblaje a través de un simbólico acuerdo”. No obstante, “si fuera necesario”, otras compañías de la comunidad estarían dispuestas a producir estos respiradores, “lo que pone en evidencia el nivel de las empresas andaluzas de base tecnológica y su implicación en el desarrollo de herramientas en la lucha contra la pandemia”.

placeholder Juanma Moreno observa a un trabajador durante la visita a la sede de Fujitsu en Málaga. (EFE)
Juanma Moreno observa a un trabajador durante la visita a la sede de Fujitsu en Málaga. (EFE)

El proyecto “sigue vivo” y “se está trabajando en distintas innovaciones”, como “la adaptación del respirador” para que sea “lo suficientemente autónomo como para identificar la situación del pulmón del paciente”. “Esta mejora podría estar, previsiblemente, en un mes, y equipararía en gran medida el ‘Andalucía Respira’ a los respiradores convencionales que se usan en la actualidad”, manifestó el secretario general de Investigación, Desarrollo e Innovación, que recalcó que se persigue “dotarlo de mayores funcionalidades”.

Allá por el mes de abril del pasado año, cuando la dentellada de la pandemia era más potente, cuando doblegar la curva de contagios parecía una misión imposible y las UCI se colapsaban entre las denuncias de falta de medios para los sanitarios, la Junta de Andalucía anunciaba una imaginativa solución: ‘Andalucía Respira’. Un recurso ‘low cost’ para solventar la amenaza de falta de respiradores en los centros sanitarios, que la Administración autonómica publicitó como ejemplo de innovación, pero que —afortunadamente— no se ha utilizado. Al menos, en territorio español, ya que 30 de los 300 respiradores que se han fabricado hasta el momento se enviaron a Ecuador, en un momento en que “el mundo entero se peleaba por una mascarilla”.

Antonio Banderas
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