Las restricciones de Semana Santa se comen el final de temporada en Sierra Nevada

Las restricciones de movilidad aprobadas esta semana por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud para el puente de San José y la Semana Santa, aunque eran previsibles, han caído como un jarro de agua fría entre los empresarios de la estación de esquí granadina deSierra Nevada.

El mantenimiento del cierre perimetral de Andalucía hasta después del Domingo de Resurrección impedirá la llegada de esquiadores de algunas regiones tradicionalmente emisoras como Portugal o Madrid -que cuentan desde el pasado año con AVE directo a Granada- y dará la puntilla a la peor temporada que se recuerda en la estación invernal de deporte, turismo y ocio más meridional de Europa.

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José Luis Losa Fotos: Fernando Ruso

Curiosamente, sí podrán llegar a Sierra Nevada turistas extranjeros que vuelen a Andalucía, aunque vengan de países con mayor incidencia de covid, ya que las normas aprobadas por el Gobierno con las comunidades autónomas permiten esas excepciones.

Sierra Nevada y algunas pistas del Pirineo catalán son, junto con las suizas, de las pocas estaciones europeas que han abierto este año, ya que en la mayor parte de los países vecinos se impusieron las tesis de la canciller alemana, Angela Merkel, contraria a permitir la apertura de estos recintos durante este invierno.

La estación andaluza es pública, propiedad de la Junta de Andalucía a través de la sociedad Cetursa, dependiente de la Consejería de Hacienda que dirige Juan Bravo, y decidió abrir el pasado mes de diciembre para facilitar la actividad económica de la zona, muy dependiente de este sector.

Solo la estación de esquí factura cada año cerca de 40 millones de euros, pero su impacto en la economía de la zona es superior a los 500 millones de euros. Cuenta con una actividad muy diversificada, desde hoteles y apartamentos a bares y restaurantes, desde material deportivo (esquís, tablas de snowboard, etc.) a ropa y complementos (gorros, gafas, botas, etc.), desde transportes a alimentación, desde suvenires a servicios de salud…

En Pradollano, pedanía del municipio de Monachil donde se ubica la estación -a 35 kilómetros de Granada- hay más de 100 empresas que dan empleo habitualmente a más de 6.000 personas. Sin embargo, este año, el número de trabajadores contratados no llega ni a una cuarta parte de esa cifra, según confirma a El Confidencial el presidente de los empresarios de Semana Santa, Enrique de la Higuera.

Solo la estación de esquí factura cerca de 40 M de euros anuales, pero su impacto en la economía de la zona es superior a los 500 millones de euros

Entre los sectores más afectados está el de los alojamientos turísticos, que apenas alcanzan un 20% de ocupación, según De la Higuera, también dueño del Gran Hotel Monachil y de numerosos apartamentos, que suman un total de 500 camas. La mayor parte de los edificios de Pradollano son inmuebles que acogen hoteles, hostales y albergues, con más de 3.000 plazas, y también bloques de pisos y apartamentos que suman más de 10.000 camas.

“La situación empieza a ser dramática porque nos jugamos los ingresos de todo el año en estos cinco meses que van de diciembre a abril, y ya solo nos queda uno por llegar”. Los empresarios confiaban en que la temporada fuera de menos a más pero la situación se mantiene igual, lo que está ya provocando una guerra de precios por la desesperación del sector. “Se pueden encontrar habitaciones de hotel de cinco estrellas por 80 euros la noche”, asegura.

Aún peor es la situación en los más económicos, cuyos propietarios no saben si podrán aguantar esta falta de clientes y de liquidez para volver a abrir sus puertas el próximo año. Una buena muestra de la actual situación se percibe en el Albergue juvenil de la empresa pública Inturjoven, también dependiente de la Junta de Andalucía. Se trata de unas populares instalaciones con más de 350 plazas que muchos días apenas acoge a 20 personas, ya que no ha vuelto a recibir las concurridas y bulliciosas excursiones escolares desde que hace hoy un año se decreto el estado de alarma.

La situación no está mejor en el sector de la hostelería. Y es que Sierra Nevada se encuentra en una de las zonas de Andalucía que aún se mantiene de alerta sanitaria de nivel 3, con incidencia acumulada de entre 500 y 1.000 casos por cada 100.000 habitantes. Eso supone el cierre de todos los comercios, bares y restaurantes a las 6 de la tarde.

Es precisamente a esa hora de la tarde, al cerrar las pistas, cuando comenzaba “el tercer tiempo” para los esquiadores, que se reunían en muchos de esos locales para beber y comentar la jornada, permitiendo unos importantes ingresos para los propietarios. Tampoco los restaurantes pueden ofrecer cenas, al estar obligados a cerrar por la tarde.

Por ello, confían en que la buena evolución de la pandemia permita a la Junta de Andalucía declarar para el mes de abril el nivel 2, que autoriza alargar todas esas actividades comerciales y hosteleras hasta las 21:30 horas. “Serían tres horas fundamentales para nosotros”, asegura Sebastián (conocido popularmente como “Nichi”), dueño de uno de los históricos lugares de reunión de esquiadores y trabajadores de la estación.

También puede ayudar a mejorar la situación la controvertida decisión del Gobierno de Juanma Moreno de permitir la movilidad entre provincias andaluzas si es para acudir a la estación de Sierra Nevada a esquiar, de manera que la compra del forfait (ticket de entrada a las instalaciones deportivas) se convierte en un salvoconducto de viaje.

La estación granadina prevé mantener abiertas sus puertas hasta el puente del 2 de mayo, apurando todo lo posible la presencia de nieve y la llegada de un buen tiempo que, unido a una buena evolución de la pandemia, puedan “maquillar” el desastre económico de este año. En la temporada 2018-19, última completa, se superó el millón de esquiadores, a los que hay que sumar otras 200.000 personas que subieron a disfrutar de las instalaciones y actividades para los no esquiadores. Además, la pasada temporada avanzó muy bien hasta la llegada del estado de alarma. De hecho, en 2020 registró el mejor febrero de su historia con la asistencia de 300.000 esquiadores.

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Cetursa no quiere hacer públicas las cifras de este año y se remite al balance que hará a final de temporada, pero nadie duda de que el “roto” será considerable en una de las joyas de la corona del entramado de empresas públicas andaluzas. La firma cuenta con más de 700 trabajadores, de los que un centenar son fijos y el resto fijos discontinuos y temporales. En enero, Cetursa presentó un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que afecta al 82% de la plantilla, de los que un 10% está al 50% de actividad y el resto en sus casas”.

Esto ha levantado las críticas de los sindicatos, que acusan a su director, Jesús Ibáñez de una mala gestión y de tener una estrategia para privatizar la gestión de Sierra Nevada, por lo que el conflicto seguirá creciendo en las próximas semanas.

Ajeno a esto, la situación en las pistas es más tranquila de lo habitual por esa falta de esquiadores. Fermín Fernández es el director de la Escuela Española de Esquí, una de las más antiguas y conocidas de las casi 40 empresas dedicadas a esta actividad que han proliferado en los últimos 20 años, y reconoce que jamás ha vivido algo así. En su empresa cuenta con más de 50 profesores y este año solo ha podido contratar a cinco la mayoría de los días, aunque algún fin de semana ha tenido que llamar a 10. El resto están en ERTE y con una compleja gestión administrativa para contratarlos por horas.

Según explica, “este año no vienen grupos organizados, ni escolares o universitarios ni de otra índole, y solo nos están saliendo clases particulares a algunos esquiadores solitarios o familias que han podido subir a la Sierra”.

El turismo familiar es otro de los grandes ausentes de Sierra Nevada este año. Todas las instalaciones y actividades que solían reunir a padres y pequeños están cerradas este año, por lo que no es posible tampoco ver a los niños tirándose con sus trineos por algunos puntos tan populares como la Hoya de la Mora.

Solo las pistas para esquiar permanecen abiertas, eso sí, con una situación inmejorables tanto por la calidad de la nieve como por su extensión, con más de 72 kilómetros de pistas esquiables.

Todas las instalaciones se han adaptado para evitar aglomeraciones en puntos calientes de subida/bajada de esquiadores y, en general, se nota una gran concienciación en las pistas. La inmensa mayoría de los visitantes esquía con sus mascarillas en un año en el que es casi imposible distinguir a ninguna persona, ya que el casco, las gafas y la mascarilla cubren completamente la cara.

Aún así, siempre hay “algún despistado” o “alguien que cree que por estar al aire libre puede relajarse y no usar esta prenda obligatoria”. Así lo explica Paco, Policía Nacional que patrulla esquiando junto a su compañero para “informar o recordar” a algunas personas de esa obligatoriedad.

Sin embargo, reconoce que se encuentra con casos excepcionales pero preocupantes que pone a prueba su paciencia, como el de algún esquiador de alto poder adquisitivo al que simplemente no le importa pagar la multa de 100 euros y pretende seguir sin usarla. Aunque si hay algo que le sorprende es encontrarse con que “todavía hay personas negacionistas de la pandemia, después de miles de muertos”.

También se han empleado a fondo este fin de semana los policías locales, debido a la excepcional afluencia de visitantes que ha atrañido el buen tiempo. Además de las tareas para control de tráfico de vehículo, en esta ocasión han tenido que estar muy atentos a las posibles aglomeraciones de público, tanto en las taquillas de la estación a primera hora de la mañana, como en las terrazas al aire libre a la hora de comer.

Además, una pareja de agentes con un perro adiestrado parta detectar drogas ha registrado a numerosas personas cuando el animal señalaba la posible tenencia de estupefacientes. "Algunos chavales quieren subir a la sierra con algunas sustancias, cosa que no solamente es ilegal, sino que además impulsa a actitudes peligrosas desde el punto de vista de la salud pública ya que después es fácil quie se quiten mascarillas o se den a los abrazos efusivos y la exhaltación de la amistad", ironiza uno de ellos.

El oasis de este invierno

La sorpresa de la temporada se ha producido precisamente este fin de semana, en el que las buenas temperaturas han animado a miles de esquiadores a acudir a Sierra Nevada. La estación agotó su aforo Covid (el 60% del normal) y, con 9.000 usuarios, registró el primer lleno desde que acabaron las vacaciones navideñas en una jornada con 73 kilómetros esquiables en todo el desnivel.

Se trata del primer lleno desde los registrados los días 2 y 3 de enero y después de que Sierra Nevada redujera en febrero su oferta esquiable por las restricciones aprobadas para frenar la expansión de la pandemia. Sierra Nevada abrió ayer más de 73 kilómetros esquiables repartidos por 78 pistas y los 1.200 metros de desnivel y ha activado 16 remontes para que los usuarios disfrutaran de nieve primavera, con espesores de hasta un metro, en una jornada soleada.

La estación puede recibir a usuarios de todo el territorio andaluz siempre que procedan de un municipio que no tenga cierre perimetral por su incidencia covid y que hayan adquirido de manera previa y online su pase. Sin embargo, ayer se podían escuchar distintos acentos y muchas personas reconocían haber llegado desde fuera de Andalucía. De ellos, la mayoría lo hizo a través de carretera en vehículo propio, ya que era la mejor fórmula para evitar los controles. De hecho, agentes de la Policía Nacional pedían en la estación de tren a todos los viajeros que llegaban su DNI o motivo del desplazamiento. Sin embargo, no había problema alguno para subir en coche a Sierra Nevada.

Los empresarios de la estación se alegraban de esa afluencia pero aseguraban que era "un espejismo" que no deja dinero. "La mayoría son jóvenes de Granada y Málaga que vienen a pasar el día esquiando y vuelven por la tarde a casa sin consumir", explican. Posiblemente, hoy domingo se repita la operación y las colas, que esta mañana obligaron a la Policía Local de Monachil a intervenir para ayudar al personal de seguridad de Cetursa a controlar las colas de miles de personas que se produjeron a primera hora para comprar los pases de día (forfait).

La estación de esquí de Sierra Nevada aspira a remontar algo sus cifras en el mes y medio que queda hasta su cierre y para ello insiste en ofrecer a los andaluces una escapada perfectamente legal para esquiar y olvidarse por unas horas de la actual pandemia con una vistas únicas y unas instalaciones de primer nivel con un ambiente alegre que la ha convertido en lugar de referencia para los amantes de los deportes invernales.