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PP y PSOE pactan un "cordón sanitario" contra Vox en su feudo de El Ejido
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DIVISIÓN EN LA DERECHA

PP y PSOE pactan un "cordón sanitario" contra Vox en su feudo de El Ejido

Los socialistas salen al rescate del Partido Popular, un mes después de que la formación de Abascal rompiese el acuerdo de gobierno y lo dejase en minoría

Foto: Un joven en bicicleta pasa junto a una pared llena de carteles de Vox en una calle de El Ejido (Almería). (EFE)
Un joven en bicicleta pasa junto a una pared llena de carteles de Vox en una calle de El Ejido (Almería). (EFE)

El 22 de octubre, Pablo Casado subió a la tribuna del Congreso y le espetó a Santiago Abascal: "No somos como usted". Desde entonces, las relaciones entre los líderes del PP y Vox están rotas, pero los populares siguen gobernando con el apoyo de la ultraderecha en Madrid, Andalucía o Murcia. No así en El Ejido, donde Vox rompió el pacto hace un mes. Pero al PP ya no le hace falta: este viernes, el equipo de gobierno ha anunciado un acuerdo con el PSOE para asegurarse la estabilidad de la legislatura. Los socialistas no han dudado en meter el dedo en la llaga al calificarlo de "cordón sanitario a la ultraderecha".

El Ejido no es un lugar cualquiera. La localidad almeriense, con un 30% de población inmigrante y una intensa actividad agrícola, constituye el gran feudo urbano del conservadurismo radical en España. Allí ganó Vox por primera vez unas elecciones, las andaluzas, en diciembre de 2018. Solo dos meses después, Casado y Abascal se fotografiaron en la madrileña plaza de Colón para sellar una entente contra el Gobierno del socialista Pedro Sánchez: nacía el bloque de la derecha. Esta vez, El Ejido puede volver a convertirse en un laboratorio de tendencias para la política española.

Foto: La carretera de Las Norias, en El Ejido, cuenta con mayoría de negocios regentados por inmigrantes. (David Brunat)

Mientras el líder del PP repudia a los de Abascal y negocia con el Ejecutivo la renovación de las principales instituciones del Estado, Vox pone condiciones cada día más difíciles para apoyar a los gobiernos regionales, como el pin parental en Andalucía. Las elecciones catalanas han destensado la relación entre populares y socialistas. El Ejido es solo un ejemplo de las tímidas grietas que empiezan a surgir en la política de bloques; pero, sobre todo, de la división definitiva de la derecha.

En este caso, Vox inició la guerra. El pasado 27 de enero, los de Abascal rompieron el pacto de gobierno que otorgaba al alcalde Francisco Góngora (PP) una cómoda mayoría absoluta. Según publicó entonces el diario 'Ideal', el movimiento fue auspiciado desde Madrid. El número dos de Abascal, Javier Ortega Smith, dio la orden, consciente de que la Alcaldía, en manos del PP, estaba capitalizando todos los logros en un feudo que considera suyo. De las últimas cinco elecciones, Vox ganó tres. Además de las europeas, la otra excepción fueron las municipales de 2019.

Foto: Santiago Abascal. (Reuters) Opinión
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Con siete concejales, la extrema derecha se convirtió en un socio indispensable para la mayoría conservadora. Una vez roto el pacto, el PP se quedó en minoría, con solo nueve ediles. Ahora, el alcalde Góngora ha hallado en los cinco representantes socialistas la tabla de salvación para la legislatura.

El acuerdo, firmado este viernes, no contempla que el PSOE asuma concejalías, pero crea una Mesa de Diálogo Institucional Permanente entre ambos grupos municipales que, según ha explicado el Ayuntamiento en un comunicado, servirá para "garantizar la gobernabilidad". En el horizonte, el diseño de un plan estratégico que impulse a una ciudad que mantiene un 14% de paro y una deuda pública disparada.

Enseguida, el PSOE se ha querido apuntar el tanto. Los socialistas consideran que el entendimiento con los populares supone establecer "un cordón sanitario a la extrema derecha". Vox, que a partir de ahora ejercerá el monopolio de la oposición, coincide con ese argumento, pero para presentarse como víctima de un "ataque frontal" del PP. El portavoz municipal de la formación ultraderechista, Juan José Bonilla, ha sido implacable con sus antiguos socios: "¿Esto es lo que pretende el Partido Popular? ¿Implantar las políticas de Sánchez que están llevando a la ruina a España?", se ha preguntado.

Foto: El líder de Vox, Santiago Abascal, arropado por diputados de su grupo en las afueras del Congreso. (EFE) Opinión

La verdadera cuestión es otra muy distinta: ¿estamos ante el primer cordón sanitario del PP a Vox? El grupo municipal de los populares en El Ejido no ha querido dar explicaciones este viernes. Fuentes del Gobierno local consultadas por El Confidencial también ha declinado responder a esta pregunta, que dejan a la interpretación de los partidos. Sin embargo, puntualizan que el pacto con el PSOE no significa un apoyo automático de los socialistas en todas las votaciones.

Góngora va a tener que seguir sudando en El Ejido para que la nueva geometría variable del PP tenga éxito. Casado toma nota en Madrid, mientras Sánchez le tiende la mano y Abascal amenaza con cogerle el brazo.

El 22 de octubre, Pablo Casado subió a la tribuna del Congreso y le espetó a Santiago Abascal: "No somos como usted". Desde entonces, las relaciones entre los líderes del PP y Vox están rotas, pero los populares siguen gobernando con el apoyo de la ultraderecha en Madrid, Andalucía o Murcia. No así en El Ejido, donde Vox rompió el pacto hace un mes. Pero al PP ya no le hace falta: este viernes, el equipo de gobierno ha anunciado un acuerdo con el PSOE para asegurarse la estabilidad de la legislatura. Los socialistas no han dudado en meter el dedo en la llaga al calificarlo de "cordón sanitario a la ultraderecha".

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