Andalucía pide el autoconfinamiento para salvar los hospitales del colapso

Autoconfinamiento voluntario. Lo ha pedido ya, a las claras, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno. Y lo hace cuando la situación sanitaria andaluza se encuentra en el peor pico posible de contagios, hospitalizados y enfermos de UCI. Cuando todavía todos estos podrían aumentar y admitiendo “problemas graves en asistencia hospitalaria”.

No, todavía no hay colapsos en los centros sanitarios, pero el personal sanitario andaluz está al límite y el contexto es mucho peor que en la primera o segunda ola. Ahora mismo, no se ve una salida clara a la situación. El cierre perimetral de los municipios andaluces con una incidencia superior a los 500 casos por cada 100.000 habitantes está ayudando, pero no de una manera tan clara como se preveía. Y en otras ciudades como Málaga capital se han sobrepasado los 1.000 casos, y eso supone no solo el cierre perimetral, sino todo el cierre de la actividad no esencial a partir de la próxima madrugada.

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En hospitales como el Virgen de las Nieves de Granada, ya se está utilizando la capilla del centro como UCI y la cafetería del Hospital Universitario se incorporará como hospital de día. En el Regional de Málaga, disponen de zonas comunes para habilitar más camas para enfermos de covid. Por ahora, no se plantea que se ponga en marcha del Pabellón de Carranque, situado frente al hospital, para pacientes afectados de coronavirus. En Sevilla, hay ya un alivio al utilizar el hospital militar.

Expertos consultados por este periódico confirman que los ingresos hospitalarios y en la UCI no se prevé que paren hasta dentro de dos o tres semanas. “La realidad de Andalucía es muy preocupante y demasiado elevada”, confirma a este diario un prestigioso médico especializado en salud pública. El aumento en el número de ingresos indica que se producirá un crecimiento de los fallecidos.

El Gobierno andaluz no ha querido actuar antes y de manera más contundente, con cierres más severos, para no perjudicar a la economía

La Junta de Andalucía no ha querido actuar antes y de manera más contundente, con cierres más severos y de la actividad, para no perjudicar a sectores tan castigados como la hostelería. El turismo, que en provincias como Málaga supone más del 40% del PIB, no está y no se le espera al menos hasta que no haya un volumen importante de vacunados.

El Gobierno andaluz también se queja de que no ha podido adelantar los toques de queda. Plantearlos a las ocho de la tarde de lunes a viernes y los fines de semana a las 18:00 “sería muy buena noticia para que vaya bajando esta mala tendencia. Porque no nos engañemos: no se producen tantos contagios en los bares y restaurantes, pero desde luego que los hay también, de eso no hay ninguna duda”, sostiene un experto.

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Andalucía es una de las comunidades autónomas que menos pruebas PCR realiza (la cuarta por la cola con datos de finales de 2020). El aislamiento en hoteles en vez de en hogares con más de un miembro de la unidad familiar contagiado también podría ayudar a mitigar las cifras y a que esos positivos no acaben la cuarentena y puedan transmitir el virus en sus entornos educativos o laborales.

Alfonso Carmona, presidente del Colegio de Médicos de Sevilla, el cuarto más importante de España en número de miembros, lamenta los datos “catastróficos” de la pandemia en Andalucía. “Si no se cumple con las medidas de aislamiento, mucha gente va a morir de covid. Es preferible pasar de una vez por todas por un confinamiento que ese constante sube y baja. La verdad a medias es peor que la mentira”, apunta.

El presidente del Colegio de Médicos de Sevilla no ve muy claro que antes de dos semanas se note el retroceso en la pandemia

“Lo que debemos tener en Andalucía es el mayor número de dosis de vacunas posible; por algo somos la comunidad con más población de España. Y es verdad que no tengo una bolita mágica, pero veo muy claro que antes de dos semanas será muy difícil que notemos el retroceso en la mala evolución de la pandemia”, explica Carmona.

En la mayoría de los hospitales andaluces, se ha vacunado a más del 90% del personal, pero el problema es que se ve lejos la luz al final del túnel. “La meta está tan lejana, que no se sabe cuándo va a terminar esto…”, lamenta una profesional sanitaria andaluza. “Todavía tenemos margen. Estamos en condiciones de evitar el colapso”. La pregunta es: ¿por mucho tiempo más?