Vox busca no perder el foco: agita una gira antimigración en Canarias y su propio 6-D

Tenerife, Gran Canaria, Fuerteventura, Lanzarote y Barcelona. Ese es el itinerario fijado por Santiago Abascal hasta el próximo domingo. Vox se está moviendo para tratar de no perder el foco que logró ganar con la moción de censura y mantenerlo al menos hasta el próximo febrero, cuando las elecciones catalanas darán paso a un periodo sin comicios a la vista. Tras varios meses haciendo gala de su discurso antiinmigración con la crisis canaria, el líder del partido caldea estos días el debate con las consignas que acostumbra y el próximo domingo, Día de la Constitución, no acudirá al acto oficial y sí a una de las manifestaciones que han convocado en todo el país.

Vox afronta así este final de semana con movilizaciones en Canarias y la Ciudad Condal para agitar dos banderas que le han funcionado hasta el momento: cargar contra la llegada irregular de inmigrantes y contra el independentismo y el Gobierno de Pedro Sánchez. Con el 'modo campaña electoral' activado, el objetivo es demostrar su músculo frente a un PP que definen desde hace semanas como "ministerio de la oposición" y con las encuestas dando opciones de sorpaso el 14-F.

El incremento exponencial en los desembarcos por vía irregular en el archipiélago canario ha tensado las costuras del sistema de acogida en las islas, hasta el punto de que más de 2.000 personas han tenido que dormir hacinadas en un campamento improvisado en el muelle de Arguineguín (Gran Canaria). Tras acoger en torno a 5.000 recién llegados en alojamientos turísticos, el Gobierno central comenzó en las últimas semanas a ofrecer otras alternativas de acogida en nuevos campamentos provisionales y vació el muelle.

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La nueva crisis migratoria, la mayor desde la de 2006, ha elevado la crispación en un contexto en que las islas se están viendo afectadas especialmente por el derrumbe del turismo en tiempos de pandemia. Aunque con la mira puesta en la temporada turística de invierno, la sociedad canaria se ha visto golpeada por el parón del covid-19 y afronta un aumento en los desembarcos de casi el 900% respecto al año anterior, si bien el incremento a nivel nacional por vía marítima y terrestre es del 25,7%.

En este contexto, Vox ha visto una oportunidad, un caldo de cultivo, para explotar su discurso contrario a la inmigración irregular en un territorio en el que su éxito había sido por el momento muy reducido. En las últimas fechas, ya habían organizado alguna visita de sus dirigentes a las islas y sus diputados canarios habían secundado o impulsado manifestaciones para rechazar lo que consideran una "invasión migratoria". Desde el pasado septiembre, han entonado consignas como que Moncloa llevaba a los migrantes a hoteles de lujo con todo incluido mientras los españoles iban a las colas del hambre, en referencia a las plazas de acogida improvisadas en complejos turísticos que se encontraban vacíos, precisamente, por la pandemia. Ahora es Abascal el que busca elevar la apuesta con su viaje.

El próximo sábado, el propio líder de la formación acude a una concentración en Lanzarote para clamar contra la llegada de personas a España por vías irregulares. Este jueves, se reunió con empresarios en Santa Cruz de Tenerife, hace lo propio este viernes con actores del sector turístico en Las Palmas. Antes se manifiesta junto a vecinos en Puerto Rico (Gran Canaria).

El propio portavoz, Jorge Buxadé, volvió a vincular el pasado lunes la llegada de inmigrantes con el terrorismo y criticó al Gobierno por orquestar un supuesto 'efecto llamada' con, entre otros elementos, el ingreso mínimo vital, una prestación de la que si algo se ha criticado es precisamente la complejidad para acceder a la misma. El partido lleva semanas proponiendo, además, el despliegue de la Armada para frenar pateras, algo que según las fuentes y expertos consultados no tendría sentido si el objetivo es un "bloqueo naval".

Abascal no acudirá a la sede de la soberanía popular para rendir homenaje a la Carta Magna y participará en un acto en Barcelona

El crecimiento del partido a nivel nacional en las últimas elecciones generales y la situación de crisis migratoria y económica en las islas les hace tener buenas expectativas de crecimiento, pese a que no hay elecciones a la vista en Canarias. Vox tiene como reto en las islas forjar una estructura orgánica que le permita en 2023 estar en disposición de multiplicar su representación municipal y regional en este territorio, algo de lo que carecía en 2019, cuando no logró cargos en estos ámbitos y tuvo que esperar a la repetición electoral nacional para obtener sus dos primeros escaños canarios en el Congreso.

Más allá de la crisis migratoria, Vox se ha caracterizado desde sus inicios por ser un partido atípico en su funcionamiento institucional. Si recientemente lo que ha llamado la atención ha sido su decisión de no presentar enmiendas parciales a los Presupuestos y optar por una campaña de vídeos en redes sociales, la formación ha optado en sus dos primeros años en el Congreso de los Diputados por no llevar a su líder al acto oficial con motivo del Día de la Constitución.

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Este domingo, como el curso pasado, Abascal no acudirá a la sede de la soberanía popular para rendir homenaje a la Carta Magna y participará en un acto en Barcelona junto con su candidato a la Generalitat, Ignacio Garriga, al que ya arropó la pasada semana en la inauguración de la precampaña para los comicios de febrero. Desde la formación, ya avanzan que el próximo paso será volcarse en este territorio con el objetivo de conseguir grupo propio en el Parlament, aunque el sondeo del CEO (el CIS catalán) le da entre siete y ocho escaños, muy cerca del PP.

Con motivo del aniversario de la Constitución, Vox ha convocado manifestaciones frente a los ayuntamientos de toda España para clamar contra el Gobierno que llaman "socialcomunista" y por la defensa de la unidad nacional. Aunque el éxito que tenga la convocatoria está aún por ver, los de Abascal buscan hacer una nueva demostración de fuerza en las calles y llaman a los detractores del Ejecutivo a movilizarse en su contra, como ya hicieran en mayo y el pasado 12 de octubre.