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La hostelería andaluza se ahoga: "El viernes solo tuvimos dos pedidos de 'take away"
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ANDALUCÍA SOLO LO PERMITE HASTA LAS 21:30

La hostelería andaluza se ahoga: "El viernes solo tuvimos dos pedidos de 'take away"

Los empresarios de restauración de Málaga y la Costa del Sol lamentan el escaso impacto de la medida de la Junta en sus ventas. Vaticinan que cerrará uno de cada tres negocios

Foto: Dos carteles de la asociación de hosteleros de Málaga, reclamando ayudas, ayer, en la puerta del cerrado bar Negro. (Agustín Rivera)
Dos carteles de la asociación de hosteleros de Málaga, reclamando ayudas, ayer, en la puerta del cerrado bar Negro. (Agustín Rivera)

Pablo Gonzalo es el gerente de Bodegas El Pimpi, negocio hostelero de absoluta referencia del centro de Málaga y ya conocido en media España por sus tapas y excepcional ubicación junto al Museo Picasso y frente al Teatro Romano y la Alcazaba. Entre su accionariado, se encuentra Antonio Banderas. “Nosotros podemos aguantar más, pero habrá pequeños que están en el límite y no podrán seguir abiertos”, explica Gonzalo. Las pérdidas no hacen sino acumularse y el endeudamiento galopa sin freno.

Los hosteleros no creen que la medida puesta en marcha la semana pasada por la Junta de Andalucía para poder recoger comida en bares y restaurantes hasta las 21:30 les sirva para algo. “El viernes solo tuvimos dos pedidos de ‘take away”, lamenta el gerente, aunque las comandas para repartir en domicilios sí lograron ese día elevarse a 35, sobre todo de sushi, “lo más demandado, porque es lo más difícil de elaborar en casa”.

Foto: La terraza de un bar en Córdoba. (EFE)

Al igual que sus compañeros hosteleros, a Gonzalo no le convence la idea de un cierre a las seis de la tarde. ¿Qué ocurre cuando el horario es tan limitado? “Pues que la gente hace fiestas en casa y eso al final resulta más peligroso. Al menos, aquí las mesas están alejadas del resto de los comensales y se respeta la distancia de dos metros para fumar”. Para Gonzalo, ahora mismo no queda otra opción que “hibernar, aguantar todo lo posible y recuperar poco a poco la normalidad”.

La Asociación Malagueña de Hosteleros (Mahos) la componen más de 500 miembros de toda la provincia. Su presidente es Javier Frutos. “Es un poco absurdo que no podamos abrir y se pueda recoger la comida en nuestros locales”, resalta. Desde el inicio de la pandemia, se ha producido una bajada del 65% en la facturación de sus asociados. A este ritmo, vaticina que uno de cada tres negocios tendrá que cerrar. Resalta que no es cuestión de pedir ayudas, sino de conseguir trabajar a jornada completa.

"Estamos haciendo bien las cosas"

No entiende cómo existe la misma vara de medir en la capital malagueña, uno de los territorios de Andalucía con menor incidencia de contagiados por covid, que en otras ciudades y provincias donde el coronavirus ha causado muchos más estragos. “Se ha demostrado que la hostelería no era la culpable y, es más, podemos ser parte de la solución con solo el 3% de los contagios directos. Estamos haciendo bien las cosas”.

Los hosteleros malagueños tienen como referencia la Comunidad de Madrid. Argumentan que la apertura de los bares y restaurantes hasta las 12 de la noche no ha propiciado un aumento de los casos de coronavirus y que es la región madrileña el modelo a seguir.

placeholder Miguel Maldonado, con su equipo.
Miguel Maldonado, con su equipo.

Miguel Maldonado regenta el asador Casa Miguel (comida andaluza tradicional) desde febrero de 2019, un restaurante en Arroyo de la Miel que se encarga de repartir comida a domicilio. Durante el confinamiento, ‘disparó’ sus ventas. Un domingo de abril llegó a servir 73 comidas en apenas dos horas y media, gracias a su equipo de cinco personas y varias motos. “No tiene sentido que nosotros cerremos y los supermercados no. ¿El virus sale a las 18:05, cuando tenemos que cerrar la cocina?”, se pregunta Maldonado, que ya triunfó con este negocio en Andújar (Jaén), su ciudad natal.

En Teatinos, el barrio universitario, junto al Hospital Clínico, que fue en la primera oleada la zona cero de hospitalizados del covid en toda Andalucía, está el restaurante japonés Asako, que lleva en funcionamiento desde 2007. “Esto de la recogida nocturna de comida no está dando resultado. Al final, pagan justos por pecadores. Si no vienen a los bares y restaurantes, al final se pueden contagiar en casas o en el transporte público”.

placeholder Vinoteca Pa Vernos Matao, en la zona de Echevarría de El Palo, Málaga. (Agustín Rivera)
Vinoteca Pa Vernos Matao, en la zona de Echevarría de El Palo, Málaga. (Agustín Rivera)

Es martes y son las nueve de la noche. En la zona de Echevarría de El Palo, en la zona este de Málaga, solo están abiertos un restaurante que ofrece comida tailandesa y el local de Telepizza. En la zona, abundan restaurantes clásicos de 'pescaítos' como Hermanos Alba o Juanito Juan. Cerrados. La vinoteca Pa Vernos Matao se traspasa. En la zona de la playa, tampoco está abierto el restaurante Gabi.

Un veinteañero acaba de recoger un par de pizzas. Llega con el tiempo justo. Las motos de los repartidores tienen trabajo esta noche, más o menos como un día normal. “Lo de ampliar el horario solo beneficia a los sitios de comida rápida”, vaticina el presidente de los hosteleros malagueños. Dicho y comprobado.

Francisco Muñoz tiene 50 años y lleva ocho temporadas al frente del restaurante 'gourmet' L’Expérience, en la plaza del Obispo, frente a la Catedral. No han abierto el local para recogida de comida porque no les compensa ni siquiera para cubrir costes. Calcula que acabarán el año con más del 80% de bajada en sus ventas.

placeholder El restaurante Gabi, a pie de playa de El Palo, cerrado por la noche. (Agustín Rivera)
El restaurante Gabi, a pie de playa de El Palo, cerrado por la noche. (Agustín Rivera)

“En el casco histórico, se factura más de tarde/noche que al mediodía. Sin turismo y solo concentrados en el día, te queda muy poco margen. Todo el sector del ocio está muy dañado, pero en especial a la hostelería se nos ha estigmatizado”, indica Muñoz. Ahora mismo, tiene a 10 personas en ERTE y solo tres trabajan. Su objetivo es llegar “vivos” a mayo. El socio de Muñoz lleva más de 30 años de experiencia en el sector y dice que no ha habido una crisis igual para la hostelería. “Al menos, nosotros tenemos un colchón, hemos podido acceder a créditos ICO, pero cuando ves cada mes cómo te estás ‘comiendo’ los ahorros y baja la cuenta del banco…”.

Hay una temperatura de 20 grados y el bar Negro, cerrado, debería estar lleno a las 15:45. "¡Nos arruinan! Sin ayudas. #Salvemoslahostelería"

Hay otros negocios del centro de la ciudad que no han tenido tanta suerte, como la cercana Taberna del Obispo, que llevaba más de 15 años abierta y que cierra de modo temporal. "Abriremos en abril o cuando se vea que la situación mejora", apunta Damián Caneda, su dueño. A la mayoría de los empresarios hosteleros les ha sorprendido la pandemia sin capitalización y con escasos recursos propios. El bar Negro, situado junto a un Burger King y frente a los cines Albéniz, está cerrado. Hay una temperatura de 20 grados y debería estar lleno a las 15:45. "¡Nos arruinan! Sin ayudas. #Salvemoslahostelería", reza un cartel rojiblanco que pide a gritos ser leído y escuchado.

Pablo Gonzalo es el gerente de Bodegas El Pimpi, negocio hostelero de absoluta referencia del centro de Málaga y ya conocido en media España por sus tapas y excepcional ubicación junto al Museo Picasso y frente al Teatro Romano y la Alcazaba. Entre su accionariado, se encuentra Antonio Banderas. “Nosotros podemos aguantar más, pero habrá pequeños que están en el límite y no podrán seguir abiertos”, explica Gonzalo. Las pérdidas no hacen sino acumularse y el endeudamiento galopa sin freno.

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