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BRONCA EN EL PARLAMENTO ANDALUZ

Moreno blinda su legislatura y planea alejarse de Vox hasta las elecciones

El Gobierno de PP y Cs en Andalucía saca sus terceras cuentas con Vox, pero garantiza que no habrá más pactos y admite que creyó que el PSOE iba a permitirles romper con su socio

Foto: El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno. (EFE)
El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno. (EFE)

“A tomar por culo”. Fue la airada respuesta del portavoz de Vox en el Parlamento andaluz a la presidenta de la Cámara después de que Susana Díaz asegurara que “Pedro Sánchez no ha pactado con Bildu”, pero Juan Manuel Moreno sí “abraza a los herederos del franquismo en Andalucía”. Fue posiblemente también lo que les pasó a muchos diputados de PP y Cs por la cabeza cuando vieron cómo su estrategia de bajar el foco y el ruido sobre Vox y su tercer pacto para sacar un Presupuesto en Andalucía saltaba por los aires ante el espectáculo más extremo en la Cámara.

“Sacar tres Presupuestos en dos años desde el punto de vista de la estabilidad institucional y reputacional merece la pena”, sostienen sin dudas desde San Telmo. El Gobierno andaluz ha blindado su legislatura, pero con Vox en el foco del tablero político. A partir de ahora, marcarán distancias. Fuentes próximas a Moreno aseguran que no habrá un nuevo pacto de Presupuestos con el partido de Santiago Abascal, porque las elecciones estarán cerca y no será necesario, sostienen.

El portavoz de Vox abandona el Parlamento andaluz mandando ''a la porra'' a su presidenta

En realidad, ya lo dijeron al cerrar el Presupuesto de 2020, cuando todas las lecturas eran que habían salvado ya el Gobierno andaluz y que bastaría prorrogar el Presupuesto para seguir hasta el final del mandato. Pero se cruzaron el covid, una crisis mundial y la posibilidad de endeudarse e incumplir el déficit. Sin ese nuevo proyecto de ley, no habrían podido obtener 2.000 millones más para el próximo ejercicio. “No nos lo podíamos permitir”, aseguran desde el gabinete andaluz, por más que les hubiera interesado un pacto con el PSOE para reforzar ese giro al centro que emprendió Pablo Casado.

El presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, llegó al Gobierno andaluz en una coalición con Cs con los votos de Vox en enero de 2019. Desde entonces, como le gusta recordar al partido en la extrema derecha del arco parlamentario, no son el socio prioritario sino el “necesario”. Tienen la llave, recuerdan. Son imprescindibles recalcan machaconamente.

PSOE y Adelante se abstienen

Que son necesarios, se comprobó una vez más en el último pleno del Parlamento, cuando no solo facilitaron el miércoles con sus votos tramitar el Presupuesto sino que, tras su plante y su ausencia un día después, permitieron al PSOE ganar varias iniciativas. Una moción sobre mayores que reclama 250 millones de euros para los ancianos andaluces y otra proposición no de ley que suma la misma cantidad en ayudas a la hostelería por la pandemia. Un compromiso de 500 millones de euros que no irá a ningún sitio, porque tradicionalmente los gobiernos no se sienten comprometidos con estas iniciativas parlamentarias, pero que evidencia que Vox es necesario para el Gobierno.

Foto: El portavoz del grupo parlamentario de Vox, Alejandro Hernández. (EFE)

Pero imprescindible, no. Se salvó la iniciativa más importante, pese a que el partido de Abascal se negó a ocupar sus escaños para votar. Eso, a pesar de que hubo intento del Gobierno de convencerlos y se evitó, por ejemplo, hacer una defensa de la presidenta del Parlamento, Marta Bosquet (Cs), tras el ataque para no calentar más el ambiente. Con todo, se convalidó un decreto del Gobierno con medidas urgentes por el covid que afectaba a los contratos en la Administración y que arbitraba una partida de 14 millones de euros para ayudar a los autónomos con subvenciones directas para el alquiler y salvar negocios. Con 46 votos a favor y 48 abstenciones de PSOE y Adelante Andalucía, salió adelante.

¿Hubiera sido posible esa fórmula para sacar adelante los Presupuestos andaluces del covid sin Vox? Queda claro que aritméticamente, sí. Políticamente, ahora mismo, parece que no, que es imposible un entendimiento entre PSOE y PP, ni en Madrid para aislar partidos como Bildu ni en Sevilla para no permitir que Vox se siente en el puente de mando. En el entorno del presidente andaluz, se muestran convencidos de que a Moreno no le mancha en su marchamo de hombre de centro y moderado su alianza con Vox. Se aferran a las encuestas y valoraciones para demostrar que, pese a que fue con este partido con el que alcanzó la presidencia, los andaluces no lo mueven del centro político en sus valoraciones.

Comunión con Cs

La lectura política en las filas del PP andaluz es que ese pacto con Vox en Andalucía, como existe en Murcia, Madrid o Castilla y León, afecta menos al presidente Moreno porque su marca se impone y él es un hombre de centro “de verdad”, “sin tener que travestirse”. “Nos llaman compañeros de otras comunidades para preguntarnos cómo lo estamos consiguiendo. No es fácil, pero aquí hay un solo Gobierno y eso se nota, se siente”, aseguran desde el equipo de Presidencia. Es cierto que, a diferencia de otros gobiernos autonómicos, PP y Cs, con Juan Marín en la vicepresidencia, han alcanzado una comunión sorprendente para una coalición. Se muestran convencidos de que con Vox hay acuerdos posibles y también diferencias y que ambas cosas se ven. Moreno siempre se ha mostrado convencido de que el camino es “normalizar” a Vox y hacerlo partícipe en las instituciones. Insisten en que ese es el camino, pero admiten que, a partir de ahora, marcarán distancias.

Foto: Imagen de 'Canal Sur Noticias'. (RTVA)

En las filas de PP y Cs consideran que el pacto con Vox ha sido “razonable” y que no han pagado “un precio alto”. Claro que la escena del jueves, con el portavoz de extrema derecha mandando a la presidenta del Parlamento “a tomar por saco” y plantando al pleno, arruina ese discurso de ‘normalización’. Quizás no haya grandes concesiones en términos presupuestarios, en partidas económicas, pero sí las hay en discurso político. Es difícil soplar y sorber, ocupar el centro político y quedar en manos de un partido que pierde las formas e irá a más, porque Vox considera que eso es lo que quieren sus votantes.

La oportunidad de Díaz

La socialista Susana Díaz jugó esa carta en la campaña de las autonómicas. La última semana, tras el segundo debate electoral, la pasó azuzando el miedo a la ultraderecha y situó a Vox, que aún no tenía representación en ningún parlamento español, como protagonista. Desde entonces, el gran argumento del PSOE andaluz contra el Gobierno de Moreno ha sido esa alianza con la ultraderecha, bautizada 'el trifachito'. Desde el PP aseguran que esa polarización es la que busca el PSOE, también desde el Gobierno de Pedro Sánchez, convencidos de que arrinconan al PP, pero calculan que no será suficiente para tumbar al Gobierno 'del cambio'. Al PSOE en Andalucía, advierten, no les bastó para conservar el gobierno después de 36 años.

placeholder La secretaria general del PSOE andaluz, Susana Díaz. (EFE)
La secretaria general del PSOE andaluz, Susana Díaz. (EFE)

La socialista Susana Díaz desveló, con halo de misterio, que el presidente Moreno la había llamado la tarde del debate de presupuestos. No se sabe de qué hablaron con certeza y ambos apelan a que las conversaciones son privadas. Algo, dicen, “que tiene que ver con la autonomía”. Sí que es verdad que en el entorno del dirigente del PP andaluz aseguran que Moreno sí quería una alianza con el PSOE para sacar adelante los Presupuestos andaluces de la pandemia. “Lo ha tenido a huevo”, aseguran fuentes próximas a Moreno, que en algunos momentos pensaron que Susana Díaz aprovecharía para abstenerse, dejar tramitar las cuentas, eliminar a Vox de la ecuación, reinventarse ocupando un espacio de moderación y, de camino, dejar al PP a los pies de los caballos en su actitud frente a los Presupuestos Generales del Estado en un momento de crisis mundial y pandemia.

“A tomar por culo”. Fue la airada respuesta del portavoz de Vox en el Parlamento andaluz a la presidenta de la Cámara después de que Susana Díaz asegurara que “Pedro Sánchez no ha pactado con Bildu”, pero Juan Manuel Moreno sí “abraza a los herederos del franquismo en Andalucía”. Fue posiblemente también lo que les pasó a muchos diputados de PP y Cs por la cabeza cuando vieron cómo su estrategia de bajar el foco y el ruido sobre Vox y su tercer pacto para sacar un Presupuesto en Andalucía saltaba por los aires ante el espectáculo más extremo en la Cámara.

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