Grietas en el PSOE por los apoyos políticos a los presupuestos

Las entradas de ERC y EH Bildu en la ecuación del apoyo parlamentario a los presupuestos han reabierto viejas grietas en el seno del PSOE, pues algunos barones territoriales tradicionalmente críticos con el rumbo del Gobierno de coalición de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias han expresado su rechazo. El presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha sido el más contudente.

El mandatario autonómico, generalmente cauto con la gestión del Ejecutivo, rompió su silencio este miércoles tras conocer que EH Bildu respaldará los presupuestos para dejar claro que ver al líder vasco, Arnaldo Otegi, jugando un papel protagonista le provoca “una sensación muy dolorosa”. A su juicio, se constata "un fracaso como país". Su mensaje contrasta con la euforia no disimulada de los socios de coalición de Pedro Sánchez, Unidas Podemos, desde donde se sucedieron las muestras de celebración por los acuerdos con los independentistas, pues arrinconan así la posibilidad de pacto con Ciudadanos.

”Ver a Otegi siendo clave para decidir los PGE del Estado que combatió un grupo terrorista me produce una sensación muy dolorosa”, señaló el presidente de Extremadura en su cuenta de Twitter. “Por un lado, fracaso como país por no ser capaces de que sean irrelevantes”, agregró. “En lo personal, iré a la farmacia a buscar un antiemético”, un medicamente que combate las náuseas.

“Y que conste que prefiero que estén en las instituciones antes que matando . Pero la memoria de las víctimas de ETA no se merece que sean relevantes en nuestras vidas. Es un fracaso colectivo”, dejó escrito además el barón socialista, que lamentó que los principales partidos no haya podido cerrar acuerdos y que eso los hace “importantes”.

La crítica de Vara se suma a las ya efectuadas por otros barones del PSOE. El presidente de Aragón, Javier Lambán, aseguró ayer martes que ERC es un "aliado inquietante", por decirlo "con un adjetivo suave", y al tiempo criticó que se haya aprobado que el castellano deje de ser lengua vehicular, tal y como se ha acordado en el texto de la ponencia de la reforma educativa, que se enviará al pleno del Congreso el viernes que viene.

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En una entrevista en Onda Cero, Lambán defendió que la ley presupuestaria debería "contribuir a consolidar un proyecto de país en un momento muy difícil". "Recurrir a quienes no creen en ese proyecto de país siempre entraña dificultades añadidas", apostilló. No ocultó su preferencia por el partido de Inés Arrimadas para sacar aderlante las cuentas públicas. “Ciudadanos me parece un socio, un aliado muy tranquilizador", señaló tras sus críticas a los independentistas.

Tampoco calló el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que rechazó públicamente la opción de sacar adelante la negociación de los Presupuestos Generales del Estado de la mano del apoyo de partidos independentistas. En una entrevista en el Canal 24 Horas de TVE, el barón socialista deseó que se aprueben los presupuestos "sólo con números" y rechazando "elementos ideológicos". Al igual que su homólogo aragonés, destacó el papel de Ciudadanos, quien está haciendo "un esfuerzo por querer pactar" pese a que esta estrategia le suponga "ataque de la derecha, del PP y de Vox".

Silencio atronador de Díaz

Esas voces críticas contrastan con el silencio de Susana Díaz, secretaria general del PSOE andaluz, que en una entrevista en RNE evitó criticar las alianzas con los nacionalistas como hacía en tiempos pasados. Díaz valoró el concepto de "aritmética variable" para la aprobación de los prespuestos en el Congreso con el apoyo de fuerzas políticas de distinta ideología, porque "cuanto más grandes sean los acuerdos, mejor". Asumió además que en el actual contexto de crispación alcanzar acuerdos con todos los partidos es “irreal”. Díaz, no obstante, elogió los “giros” de Inés Arrimadas al frente de Cs y confió en que aguante la presión que, a su juicio, está sufriendo desde la derecha porque “no se lo van a poner fácil”. Eludió criticar los previsibles "síes" de ERC o Bildu.

Preguntada sobre la posición de Esquerra acerca de los presupuestos, la dirigente socialista andaluza aseguró que dicho partido independentista catalán tiene que tener un interés en un proyecto "para los ciudadanos de su comunidad", se sea catalán, vasco o madrileño. Se necesita "un presupuesto que rescate a las personas, familias, empresas y a la gente", y lo que está claro, según sostuvo, es que las cuentas que en 2018 aprobó el entonces Gobierno del PP de Mariano Rajoy y Cristóbal Montoro, aún en vigor, "no valen para esta coyuntura".

Díaz sí que defendió, en contra de lo que opina Lambán, que se suprima el castellano como lengua vehicular del Estado. "Al final estamos hablando de que el castellano va a estar en todas las aulas, pero que también se va a reconocer la Constitución en el respeto al valenciano, al gallego o al catalán", según razonó la secretaria general del PSOE-A, que reclamó que se deje de "usar los símbolos comunes de parte de una parte", porque éstos "son de todos, y tiene que ayudar a todos a que nos sintamos parte de un país".

El silencio de Díaz en contraste con las críticas de otros barones agitó más la disputa interna en el PSOE andaluz porque incluso hay ya 'susanistas' que lamentan que Andalucía no tenga en estos momentos criterio propio sobre ningún asunto y echan de menos que en otros tiempos esta federación "siempre tenía opinión propia". "Cada vez estampos más desdibujados", apuntó alguien que fue miembro de la ejecutiva de Díaz tiempo atrás. Critican en este sentido que la expresidenta de la Junta calle pensando más, dicen, "en mantener su cargo", informa Isabel Morillo.