Desalojan a 1.000 jóvenes en Cádiz por un macrobotellón en la noche de San Juan

Cádiz, al igual que la gran mayoría de ciudades de España, había decidido no celebrar la tradicional noche de San Juan para evitar la aglomeración de personas en los arenales. Sin embargo, cientos de jóvenes se reunieron en la Playa de Santa María del Mar para hacer un macrobotellón y tuvieron que ser desalojados por la Policía Local.

Decenas de vecinos habían llamado a las fuerzas de seguridad para quejarse de que, en ese arenal gaditano, había muchos jóvenes haciendo ruido y sin guardar las distancias de seguridad recomendadas por las autoridades. Sobre las 23 horas, una patrulla de la Policía Local de Cádiz se acercó a la zona y retiró a los jóvenes un altavoz que estaban utilizando para poner música muy alta, pero les permitió seguir en el arenal.

Los agentes les dejaron permanecer en la playa "mientras no participéis en aglomeraciones", según publica La Voz Digital. Sin embargo, una hora después tenían que regresar a la zona, esta vez acompañados por varios efectivos de la Policía Nacional, para proceder al desalojo del arenal: no se estaban respetando las medidas de seguridad, no había mascarillas y el número de jóvenes haciendo botellón no dejaba de crecer.

Aplausos desde los balcones

Los vecinos de la zona recibieron a las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado entre aplausos, mientras los jóvenes se desperdigaban a la carrera por la playa para evitar sanciones. En solo media hora se desalojó el arenal, aunque también pagaron justos por pecadores: algunas familias que se encontraban disfrutando de la noche correctamente también tuvieron que irse.

Los jóvenes salieron a la carrera para evitar posibles denuncias y en apenas media hora se desalojó el arenal

Al contrario de lo que sucedió en la Playa de Santa María, en el resto de la capital gaditana apenas se produjeron aglomeraciones. En La Caleta se llevó a cabo la tradicional quema de fuegos artificiales, a la que asistieron decenas de personas, sobre todo familias, pero sin que hubiera ningún incidente.

Además, la quema del Junillo municipal se celebró en el Castillo de San Sebastián a puerta cerrada y no se produjeron más incidentes en el resto de la ciudad. La policía no presentó denuncia alguna contra los asistentes al macrobotellón y poco después de las 12 de la noche la playa más problemática quedó cerrada al público.