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La española que dirige un hospital del coronavirus en Italia: "Esto es apocalíptico"
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"NO SÉ CUÁNTO DURARÁ ESTA PESADILLA"

La española que dirige un hospital del coronavirus en Italia: "Esto es apocalíptico"

"Día terrible, Urgencias colapsadas. No creo que ganemos la batalla". El testimonio de Marisol Ferreiro, gaditana de 55 años, en una de las 'zonas cero' del Covid-19

Foto: Marisol Ferreiro, delante del hospital de campaña que han instalado para atender a los enfermos de coronavirus.
Marisol Ferreiro, delante del hospital de campaña que han instalado para atender a los enfermos de coronavirus.

Es una situación apocalíptica: no ves venir al enemigo. Es invisible. De repente aparece una tos o una fiebre… Es horroroso.

La doctora Marisol Ferreiro lleva 20 años en Italia. Llegó con 35. Gaditana, es directora médica del hospital Azienda Ospedaliera Universitaria Ospedali Riuniti di Ancona (Italia) desde hace año y medio. Se formó en Medicina en la Universidad de Sevilla (1982-1988). Es epidemióloga, especialista en medicina preventiva y en organización de la salud pública. En Italia, encadenó contratos precarios de investigación y hubo años en los que apenas llegaba a cobrar 500 o 1.000 euros.

Ancona, con poco más de 100.000 habitantes y situada en el centro de Italia, es la capital de la región de Las Marcas, una de las más afectadas por el coronavirus en el país mediterráneo. Las Marcas tiene ahora mismo 158 casos por 100.000 habitantes. La más perjudicada es Lombardía, con 174 caso por 100.000. La media italiana es de 97.

Foto: Hospital de San Rafael en Milán. (EFE)

El primer caso lo tuvieron el 24 de febrero en la provincia de Pesaro: trabajaba en un supermercado del norte de Italia, tenía pocos síntomas. Ingresó en el hospital que dirige Ferreiro y hace al menos una semana que está en casa. El primer caso del que la doctora supo ocurrió el 29 de febrero con un paciente de entre 40 y 50 años pluripatológico. “Está mucho mejor: le hemos transferido a una estructura para pos-Covid convalecientes”, explica a El Confidencial.

Mantiene un chat de WhatsApp con compañeros de su promoción entre los que se encuentra el oftalmólogo Ignacio Guerrero, presidente de la Unión Médica Profesional de Médicos de Ejercicio Libre (Unipromel). En estas conversaciones, hay días en los que Ferreiro acaba derrotada. Se desahoga con sus amigos y colegas.

"Esto no aguanta"

“Día terrible.... Urgencias colapsadas por los que vienen de otras provincias donde no caben los enfermos; poquísimas altas, y lo peor... Neonato de 11 días... positivo en prematuros, probablemente contagiado por el primer pediatra que lo atendió en otro hospital… Malos augurios esta mañana llegando al hospital.... Cuervos que volando de izquierda a derecha se posaron delante de mí en las escaleras de entrada... Como en 'El cantar de Mío Cid'... No creo que ganemos esta batalla. Estamos como en Bérgamo. Si los que mandan en la región no se deciden y no nos mandan el ejército, esto no aguanta”.

Ancona está enclavada en una zona afectada por importantes movimientos sísmicos que han provocado graves terremotos. “Ahora estamos construyendo el nuevo Materno Infantil y hay fuertes movimientos de tierra. Hemos tenido que instalar un hospital de campaña para los que acceden a Urgencias”.

placeholder Marisol Ferreiro, delante del hospital de campaña.
Marisol Ferreiro, delante del hospital de campaña.

Relata cómo empezó la crisis del coronavirus. El 23 de enero tuvo lugar la primera reunión del equipo médico. “Se hablaba mucho y se hacía poco. Más bien parecía una cosa lejana. Cuando tuvimos el primer caso en la región, nosotros ya habíamos preparado algunas cosas. Nos preparamos para algunos casos, pero no para la avalancha que vino después. No esperábamos que fuera para tanto”.

Una "revolución" total

Su marido es un investigador de reconocido prestigio internacional que mantiene un intercambio científico con un hospital de Wuhan. Todos los días se conectaba con sus colegas de China para insuflarles ánimos y repetía a los compañeros de la doctora Ferreiro que la cosa podría ser importante si el virus viajaba a Europa. “Nadie se creía nada”, confiesa. "Yo creo que en general hay una cierta xenofobia con los chinos y estaba claro que en esta región íbamos a tener casos porque hay mucha mediana empresa en permanente contacto comercial con China".

Se reunió la unidad de crisis y tampoco se aplicaron medidas especiales en su hospital… Hasta que los enfermos por coronavirus empezaron a multiplicarse. El goteo fue incesante. Las dudas se tornaron en decisiones con una premisa importante: salvaguardar la seguridad del personal sanitario para que no faltara la adecuada protección.

Al principio, solo contaban con 12 camas para infecciosos de Covid-19. Una UCI entera está volcada en los enfermos de coronavirus. En total, hay 180 camas con presión negativa dedicadas a pacientes Covid positivos. “Esto ha supuesto una revolución total. No hemos suspendido todas las operaciones. Lo más difícil ha sido asegurar el ingreso y la salida limpia de los que no son positivos. Por ahora, lo hemos conseguido”.

Su hospital mantenía reservadas, pero a punto de caducar, 500 unidades de equipos de protección individual. Las enviaron a China

La solidaridad es una palabra clave. Su hospital mantenía reservadas, pero a punto de caducar, 500 unidades de equipos de protección individual. Cuando la crisis del coronavirus empezó a azotar China, se enviaron todas para allá. “Fuimos generosos y unas semanas después nos dimos cuenta de que nos hubieran hecho falta”.

—¿Hasta qué punto ha sido una sorpresa el avance de la enfermedad en Italia?

Para los italianos, ha sido una sorpresa total, sobre todo por la principal zona afectada. La parte de Lombardía es la más industrializada. El problema es que no se ha encontrado el paciente cero aquí, y dicen que el virus es distinto al chino y puede ser que haya mutado.

Ferreiro explica el avance de la enfermedad en la Pianura padana por mantener similares características ambientales a las de Wuhan, con alta humedad ambiental, una zona hiperpoblada y alta contaminación. “Esos pueden haber sido factores para que se extendiera el virus”. También el envejecimiento: el 25% de la población residente en Italia es mayor de 65 años.

placeholder El primer ministro de Italia, Giuseppe Conte. (EFE)
El primer ministro de Italia, Giuseppe Conte. (EFE)

“Los muertos tienen que ver con la edad y con el tipo de familia italiana. Aquí los abuelos, como también ocurre en España, llevan a los niños al colegio y están integrados en la familia. El problema es que hay muchas personas asintomáticas y transmiten el virus”, señala la doctora.

Ferreiro tiene claro que el confinamiento en los domicilios es fundamental. También la elaboración de test en masa. En algunos pequeños pueblos del Véneto, esas pruebas detectaron de una manera muy clara quién era positivo, “aunque es verdad que las cifras reales no las sabemos y serán muchos más los positivos por coronavirus que los que están saliendo ahora”.

Las cifras ayudan a profundizar en la enfermedad. En la región de Las Marcas, se alcanzó el pasado domingo la cifra de 202 muertos: dos tercios son hombres y casi el 99% padece patologías. La edad media de los muertos es de 79,9 años. Es verdad que también murió un joven de 27. Y el viernes pasado, un niño que nació el 11 de marzo dio positivo. “Es chino, pero no se contagió de China sino quizás del personal sanitario”, aclara.

Italia ya ha llegado a los 6.000 muertos. ¿Cómo es posible?

—El aislamiento en Lombardía se hizo muy tarde. Los partidos de fútbol y las competiciones han sido fundamentales para propagar los contagios. Eso ha sido una burrada, ha sido una irresponsabilidad total. La gente no es muy disciplinada, y ahora sí se está cumpliendo.

placeholder La doctora gaditana, en el hospital de campaña de Ancona.
La doctora gaditana, en el hospital de campaña de Ancona.

En Ancona, la gente joven se reunía. Detuvieron a dos estudiantes Erasmus españoles que organizaron una tremenda fiesta con más de 100 personas. Ferreiro vive en un barrio con mayoría de población extranjera. “Cuando empezaron las noticias del coronavirus, no cerraron los negocios excepto los de los chinos, que sabían lo que había ocurrido en su país”.

No cabe otra que “tomárselo en serio”. Asegura que ahora es “muy pesimista”. “Se ha intentado proteger a ancianos, pero ahora hay que salvar a los jóvenes y se tienen que quedar en casa y aprovechar el tiempo con clase 'online”.

"No se sabe cuándo acabará esta pesadilla. Yo creo que en mi región no terminamos antes de junio. Es un virus que no se sabe cómo se puede comportar"

La lucha contra la enfermedad también es un problema de descoordinación. El aislamiento llegó a la región italiana donde reside, pero poco después lo suprimió el Gobierno. “Eso ha provocado que se extienda más”

—¿Cuánto tiempo queda de esta pesadilla?

—No se sabe. Yo creo que en mi región no terminamos antes de junio. Yo quería irme a Sevilla para el Corpus del 11 de junio. Lo tengo fijado, nos reunirnos todos los amigos… Es un virus que no se sabe cómo se puede comportar y si mutará igual que el de la gripe. Y son determinantes la humedad y el frío.

Más pobreza, graves problemas sociales y diferencias entre unas regiones y otras. Es lo que está provocando el coronavirus en Italia. “Espero que no se alargue mucho”. Y Marisol Ferreiro no deja de pensar en la imagen de una compañera enfermera de Ugencias de su hospital a laque, con el equipo de protección especial, se le clavaron las gafas a la nariz y le salieron llagas. “Sudan muchísimo”. Y el sábado el hospital se convirtió en una hilera de ambulancias que venían de provincias del norte.

"Los héroes están con los enfermos"

El WhatsApp la ayuda. El ‘parte de guerra’ que envió a sus compañeros de promoción decía esto:

“Ayer llegaron las mascarillas FFP2 prometidas por Protección Civil: inutilizables por defectuosas. Los elásticos se desprenden... Hemos puesto en depresión [presión negativa, que impide que el aire con el virus en suspensión salga de las habitaciones y así se evita su difusión] en los últimos 10 días áreas de Urgencias y otras con más de 200 camas para proteger a nuestro personal e intentando mantener dos hospitales en uno: el Covid y el no Covid. Pero no es suficiente. Hemos desmantelado varias unidades, creado zonas filtro... No es suficiente”.

La guerra continúa. Ella es una heroína de este tiempo.

“Los héroes”, asegura, “están con los enfermos”. “Nosotros los apoyamos y sostenemos; aunque a menudo se sienten solos e incomprendidos por la dirección”, remata.

Es una situación apocalíptica: no ves venir al enemigo. Es invisible. De repente aparece una tos o una fiebre… Es horroroso.

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